09/07/2025
¿Se acelera la rotación de la Tierra? Por qué habrá días más cortos en julio y agosto de 2025

Fuente: telam
El fenómeno, vinculado a factores astronómicos y ambientales, ofrece nuevas pistas sobre la dinámica interna y externa del sistema. La influencia de la Luna
>La rotación de la En las próximas semanas, el Esta aceleración, provocada por la posición de la Luna respecto del eje terrestre, generará una diferencia casi imperceptible para el ritmo humano, pero significativa en términos de precisión astronómica y mecánica planetaria.
La Tierra completará su rotación diaria con una leve anticipación, acortando la duración del día entre 1,3 y 1,51 milisegundos. Aunque la diferencia no afectará nuestras rutinas cotidianas ni los relojes convencionales, los científicos consideran este cambio como una pista importante sobre los procesos que moldean el comportamiento interno y orbital del planeta.El fenómeno tiene su explicación en la física gravitatoria. En esos días, la Luna alcanzará una posición más cercana a los polos que al ecuador terrestre. Esa ubicación modifica la manera en que su fuerza gravitacional interactúa con la masa del planeta. Como si se tratara de una silla giratoria empujada desde un punto estratégico, la Luna imprimirá un leve impulso adicional que acelerará el giro del planeta.Durante milenios, la rotación de la Tierra no fue una constante. De hecho, se sabe que en sus primeros mil millones de años, nuestro planeta giraba mucho más rápido. Un día completo duraba solo 19 horas, debido a la cercanía de la Luna, cuya atracción gravitatoria era más intensa. Con el paso del tiempo, el satélite natural se fue alejando, a razón de 3,8 centímetros por año, lo que redujo su influencia sobre la rotación terrestre. Esa progresiva retirada dio lugar al alargamiento paulatino de los días, un fenómeno registrado a lo largo de eras geológicas.
Hasta hace poco, ese patrón parecía inalterable. Sin embargo, los registros más recientes revelaron un giro inesperado. En 2020, los científicos advirtieron que la Tierra comenzó a rotar más rápido de lo habitual, alcanzando velocidades sin precedentes desde que existen mediciones de alta precisión.La aceleración de la rotación terrestre no solo está influida por la posición de la Luna. Existen otros factores, tanto naturales como antropogénicos, que modifican la distribución de la masa del planeta, alterando su inercia y velocidad angular.
La NASA sostiene que el cambio climático también juega un papel determinante. A medida que los glaciares se derriten y se extrae agua subterránea en grandes volúmenes, el planeta redistribuye su masa, tal como lo haría un plato giratorio al mover el peso hacia los bordes.La dinámica rotacional de la Tierra no responde a una sola causa. A lo largo del tiempo, terremotos, cambios estacionales y transformaciones ambientales también han dejado su huella. Un caso emblemático fue el terremoto de Tōhoku, ocurrido en 2011 en Japón, cuya intensidad desplazó masas terrestres hacia el centro del planeta. Ese reordenamiento redujo el día en 1,8 microsegundos. Es una variación ínfima, pero suficiente para confirmar que el planeta responde a impactos masivos con ajustes en su rotación.
Incluso el crecimiento de la biomasa en verano tiene efectos medibles. Durante esa estación, los árboles desarrollan follaje, lo que eleva toneladas de peso por encima del nivel del suelo. Esa masa vegetal modifica el equilibrio rotacional, ya que aleja materia del eje de giro terrestre. “Ese pequeño desplazamiento vertical del peso aleja la masa del eje de rotación, lo cual, como explica el profesor Richard Holme, de la Universidad de Liverpool, ralentiza el planeta, como un gimnasta que estira los brazos”, indicaron los expertos.Cuando las diferencias entre el Tiempo Universal Coordinado (UTC) y la rotación real del planeta se vuelven significativas, el IERS introduce lo que se conoce como “segundo intercalar”.
Se trata de una corrección mínima que permite alinear nuevamente los relojes con la posición astronómica del planeta. “Incluso existe un grupo de trabajo sobre el tiempo real llamado IERS, un grupo de científicos ultraprecisos que se aseguran de que los relojes del mundo se mantengan sincronizados con la rotación de la Tierra”, se explica en los informes recientes.La idea de que el tiempo terrestre puede variar, aunque sea por fracciones de milisegundo, pone en evidencia la sensibilidad del planeta ante múltiples fuerzas. Cada evento geológico, cada reconfiguración de masas o cada cambio gravitacional tiene un efecto, por mínimo que sea, en el complejo engranaje que regula la duración del día.
En este contexto, los días más cortos previstos para julio y agosto de 2025 se inscriben en una secuencia de comportamientos rotacionales que desafían la supuesta inmutabilidad del tiempo. Si bien nuestras actividades cotidianas no sufrirán cambios y los relojes seguirán marcando 24 horas, la Tierra completará su giro diario con una leve anticipación. Esa diferencia, de apenas milisegundos, no altera el ritmo de vida pero revela hasta qué punto el planeta se encuentra expuesto a múltiples influencias dinámicas.Además, estos datos permiten comprender mejor la historia evolutiva de la Tierra. Saber que hace mil millones de años un día duraba cinco horas menos que ahora, o que el deshielo en los polos modifica la rotación, aporta nuevas claves sobre la relación entre el planeta y sus componentes internos y externos.
Fuente: telam
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