Miércoles 9 de Julio de 2025

Hoy es Miércoles 9 de Julio de 2025 y son las 13:57 ULTIMOS TITULOS:

09/07/2025

Monumentos, poder y memoria: la arquitectura narra la historia de los presidentes de Estados Unidos

Fuente: telam

Con el paso del tiempo, la evolución desde la sencillez hasta la grandiosidad revela una serie de traumas nacionales, entre guerras y asesinatos, y el deseo de reafirmar la identidad democrática de la nación

>El 2 de julio de 1881, apenas cuatro meses después de iniciar su mandato, James Garfield fue baleado por un solicitante de cargos públicos con problemas mentales. El vigésimo presidente sobrevivió dos meses y medio antes de fallecer por sepsis. A partir de entonces, se produjo una extraordinaria manifestación de dolor nacional, que incluyó un tren fúnebre y ceremonias elaboradas, y culminó nueve años después con la dedicación de un imponente monumento y tumba de Garfield en una colina con vista al lago Erie, en Cleveland.

Los autores Thomas Luebke y Kay Fanning señalan que la muerte de Garfield fue un hecho traumático para el país, que vinculó su asesinato con el de su correligionario Abraham Lincoln, dieciséis años antes. Luebke es secretario de la Comisión de Bellas Artes de EE. UU. (CFA) y Fanning es la historiadora de la comisión. Juntos publicaron recientemente American Shrines: The Architecture of Presidential Commemoration, un texto exhaustivo y profusamente ilustrado que repasa la compleja y no siempre edificante historia de memoriales, lugares de sepultura y bibliotecas presidenciales.

El memorial de Garfield inauguró una extraña época en la manera de recordar a los presidentes en Estados Unidos. Una tumba monumental para Ulysses S. Grant, quien murió cuatro años después del asesinato de Garfield, fue inaugurada por el presidente William McKinley en Nueva York, en 1897, cuatro años antes del propio magnicidio de McKinley en 1901. En 1907, el presidente Theodore Roosevelt dedicó un gran monumento a McKinley en Ohio, con un diseño inspirado en la sobria tumba de Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos, en Ravena, Italia. Estas tumbas monumentales dieron inicio a décadas de construcción de memoriales, sobre todo en la capital, donde el último en ser inaugurado fue el de Dwight D. Eisenhower en 2020.

El recuerdo de la Guerra Civil, sumado al surgimiento de una nueva identidad como potencia global, contribuyó a la grandiosidad de estos edificios. “Hubo una reunificación del país y una reafirmación del hecho de que Estados Unidos es una democracia secular relevante”, señala Fanning. La nación buscaba una forma, símbolo o recurso visual que otorgara coherencia a sus traumas nacionales.

El primer monumento completado en honor a Washington, una torre de piedra de 30 pies en Boonesboro, Maryland, es tan tosco en su forma como la estatua de Greenough era pretenciosa.

Para el resto de los presidentes anteriores a Lincoln, los sitios conmemorativos suelen ser humildes y fáciles de olvidar. “Suelen emplear un vocabulario de objetos establecidos: obeliscos, columnas y pilones”, comenta Luebke sobre las primeras tumbas y lápidas presidenciales. Figuras destacadas como James Madison o John Adams ni siquiera tenían memoriales, salvo una inscripción en el cementerio o una iglesia.

Si existe algún patrón en la conmemoración presidencial previa a Garfield, Grant y los memoriales posteriores dedicados a Lincoln y Jefferson en la capital, es la simplicidad e incluso la humildad, cualidades que antes se consideraban esenciales en la política. En algunos casos, monumentos posteriores reivindicaron a ciertos presidentes mucho después de sus muertes, como ocurrió con la lápida de 1915 dedicada a John Tyler, el décimo presidente, propietario de esclavos y elegido para la Cámara de Representantes de la Confederación antes de morir en 1862. La columna de granito de Tyler, decorada con una urna de bronce y águilas, fue financiada por el Congreso en 1915, en un contexto de reinterpretación de la historia que pretendía honrar a un hombre considerado traidor en su época.

Los memoriales más grandiosos del siglo siguiente, como los de Garfield y Grant, surgieron junto al auge de la riqueza y el poder estadounidense. El movimiento City Beautiful, que plasmó esas fuerzas en grandes avenidas y edificios imponentes de corte neoclásico, motivó la transformación del centro de Washington a principios del siglo XX.

“Hay grandes puntos de apoyo definidos por la guerra”, observa Luebke, sobre lo que parece un emparejamiento accidental o inconsciente de líderes políticos que articulan las ideas detrás del conflicto (Jefferson, Lincoln y Roosevelt) y comandantes militares que la ejecutan (Washington, Grant y Eisenhower).

Sin embargo, los grandes memoriales presidenciales de Washington no son tumbas. Ese rol se desplazó hacia las bibliotecas presidenciales, gestionadas por los Archivos Nacionales y con la activa participación del presidente sobre su propio sitio recordatorio y de sepultura.

¿Quién será el próximo en ser homenajeado? La Ley de Obras Conmemorativas de 1986 establece que deben pasar 25 años tras la muerte antes de erigir un memorial en tierras federales de Washington. Ronald Reagan, fallecido en 2004, podría ser elegible en cuatro años. El Congreso creó una comisión para honrar a John Adams y a su familia en 2001, y la Adams Memorial Foundation trabaja para visibilizar la ausencia de un memorial nacional. Actualmente, no hay ninguna propuesta pendiente ante la CFA con respecto a nuevos memoriales en Washington.

Está también el Barack Obama Presidential Center en Chicago, cuya apertura se prevé para la primera mitad de 2026.

No todos consideran Mount Rushmore una obra cívica terminada. En enero, la representante Anna Paulina Luna (republicana por Florida) presentó un proyecto de ley remitido a una comisión con un solo enunciado: “El Secretario del Interior, actuando a través del Director del Servicio de Parques Nacionales, dispondrá que se esculpa la figura del presidente Donald Trump en el Monte Rushmore”.

No se ha registrado ninguna acción con respecto a ese proyecto de ley hasta ahora.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!