28/10/2025
Sudán enfrenta “una terrible escalada”: los paramilitares tomaron el último bastión del ejército en la región de Darfur
Fuente: telam
Las Fuerzas de Apoyo Rápido celebran dentro del cuartel militar mientras más de 26.000 personas huyen y testigos denuncian violencia étnica contra comunidades africanas
>La guerra en Sudán entró en una fase crítica tras la caída de El Fasher, la capital del estado de Darfur Norte, en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), la milicia paramilitar que desde abril de 2023 combate al Ejército sudanés por el control del país. El avance supone la pérdida del último bastión del Ejército en Darfur y deja a más de 250.000 civiles atrapados en una ciudad devastada por el hambre y los bombardeos. La ONU ha advertido de una “terrible escalada” y denunció ejecuciones sumarias y posibles El general Abdel Fatah al Burhan, jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, reconoció el lunes la retirada de sus tropas. “Los líderes locales estimaron que debían abandonar la ciudad debido a la destrucción sistemática y el asesinato de civiles”, dijo en un discurso televisado. Burhan aseguró que el Ejército “revertirá la situación” y prometió “vengar lo ocurrido en El Fasher”, acusando a las RSF de “mercenarios asesinos” y “traidores al pueblo sudanés”.
El Fasher llevaba asediada más de 18 meses, sin acceso regular a alimentos, agua ni asistencia médica. Su caída otorga a las RSF el control total de Darfur, una región del tamaño de España que fue escenario de uno de los mayores genocidios del siglo XXI. Los paramilitares, surgidos de las milicias árabes yanyawid responsables de esas matanzas en los años 2000, han instalado una administración paralela y desafían abiertamente al Gobierno de Burhan, que opera desde la ciudad portuaria de Puerto Sudán, en el este del país.El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, alertó del “riesgo creciente de violaciones y atrocidades por motivos étnicos”. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU documentó ejecuciones sumarias de civiles y “ataques indiscriminados” contra quienes intentaban huir. Türk pidió “una acción urgente y concreta para garantizar la protección de los civiles y un paso seguro” para los desplazados.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó de que más de 26.000 personas huyeron desde el domingo, refugiándose en aldeas cercanas o en la ciudad de Tawila, 70 kilómetros al oeste. Naciones Unidas estima que más de 14 millones de sudaneses han abandonado sus hogares desde el inicio de la guerra, una cifra que convierte la crisis en la mayor catástrofe humanitaria del mundo actual.El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció un ataque contra el único hospital parcialmente operativo en El Fasher, que dejó una enfermera muerta y tres sanitarios heridos. “Exigimos el cese inmediato de las hostilidades y la protección del personal médico”, escribió en la red X, donde pidió acceso humanitario para la entrega de medicinas y equipos. Según la red de médicos sudaneses, la milicia saqueó hospitales y destruyó los pocos centros que aún funcionaban, lo que calificó de “política de exterminio contra la población civil”.El colapso de El Fasher podría redefinir el mapa político de Sudán, dividido desde el derrocamiento del dictador Omar al Bashir en 2019. Tras el golpe militar de 2021, Burhan y el líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo (Hemeti), compartían el poder en un frágil acuerdo que se rompió durante el proceso de integración de los paramilitares en las Fuerzas Armadas. Desde entonces, ambos bandos han recibido apoyo de potencias regionales: Egipto y Arabia Saudí han respaldado al Ejército, mientras que los Emiratos Árabes Unidos han sido acusados por Naciones Unidas de proveer armas y financiación a las RSF, algo que Abu Dabi niega.Las RSF, convertidas en un ejército paralelo bien armado, controlan ya la mayor parte del oeste y del centro del país. En los últimos días, según la Red de Médicos de Sudán, también atacaron la localidad de Bara, en la región de Kordofán, donde asesinaron a 47 personas, incluidas nueve mujeres. Organizaciones de derechos humanos denuncian detenciones masivas, violaciones y saqueos, prácticas que recuerdan las campañas de terror del pasado.
El Tribunal Penal Internacional ha abierto investigaciones por posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad. La situación, advierten analistas de Naciones Unidas y del International Crisis Group, amenaza con provocar la fragmentación definitiva del país, más de una década después de la independencia de Sudán del Sur en 2011.
Fuente: telam
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