15/08/2025
El tejido social como infraestructura vital

Fuente: telam
La verdadera infraestructura no solo son calles y puentes, sino también relaciones humanas: una comunidad fuerte no se construye solo con concreto, se construye con confianza, con respeto, con cuidado mutuo
>Como Presidente de la Mesa Metropolitana de Sociedad y Gobierno en Nuevo León, en el Norte de México, he aprendido que no hay seguridad sin comunidad, ni progreso que valga si no se comparte. Y es precisamente ahí donde entra uno de los pilares más olvidados —y más poderosos— del desarrollo sostenible: el tejido social.
Cuando hablamos de Crecimiento Equitativo, como lo ha definido nuestra Presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, no nos referimos únicamente a estadísticas de inversión o a cifras de empleo, que claro que son esenciales, pero no son lo único que importa. Por Crecimiento Equitativo nos referimos a que el bienestar sí llegue a los hogares (todos), que sí se sienta en la vida cotidiana de las familias. Y eso solo es posible si hay un tejido social que abrace, que escuche, que participe.
Y es que aquí no creemos en la idea de que primero se combate al crimen y después se ve a la comunidad. Aquí sabemos que la seguridad empieza donde se rompen los silencios, donde las colonias se organizan, donde hay confianza entre los vecinos y entre la gente y su policía. Aquí, gracias al modelo PROXPOL, hemos demostrado que una policía fuerte puede —y debe— ser también una policía cercana y justa.
Claro que sí hace falta tener policías fuertes, profesionales, bien entrenadas y con el mejor equipamiento posible, pero esa es solo la primera condición. La seguridad duradera se construye sumando fuerzas, con inteligencia social, y con una coordinación efectiva entre todos los niveles de gobierno, desde lo local hasta lo federal en estrategias nacionales. Nuestro modelo de gobierno es claro: con la mano derecha impulsamos el crecimiento económico, atraemos inversión, fortalecemos la seguridad y generamos ingresos públicos sólidos. Con la mano izquierda, usamos esos recursos para invertir en lo que de verdad importa: la comunidad, la familia, la educación, la salud y, sobre todo, el alma colectiva que nos hace ser quienes somos.Yo tengo la firme convicción de que las ciudades del Norte de México claro que necesitan más policías y más patrullas, fuerzas públicas más potentes, eso nunca sobrará; pero se requiere también la vitalidad de la confianza y la participación ciudadana, de valores compartidos en un modelo que genere crecimiento equitativo y que permita enforcarnos en crear comunidad.Así como el General Mariano Escobedo, héroe en las luchas mexicanas ante las invasiones extranjeras y a favor de la modernización nacional, entendió que el alma de México estaba en su gente, nosotros creemos que el alma de la transformación está en la comunidad. Y esa alma se teje, se cuida y se fortalece todos los días.
Por eso, en la Capital de la Transformación en Todo Nuevo León, el tejido social no es un accesorio: es la infraestructura más valiosa que podemos construir en nuestra América Latina.Fuente: telam
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