13/08/2025
Un rugbier salvó la vida de un rival que sufrió un paro respiratorio en pleno partido en la liga de Mar del Plata: “Me volvió el alma al cuerpo”

Fuente: telam
Ezequiel Echeveste, jugador de San Ignacio y guardavidas, aplicó maniobras de reanimación y ayudó a estabilizar a Lucas Cedarry después de un duro golpe durante el encuentro frente a Sporting
>Momentos de máxima tensión se vivieron el último sábado en un partido de la división Intermedia del rugby marplatense entre San Ignacio y Sporting, cuando un jugador de 23 años, Lucas Cedarry, sufrió un paro respiratorio en la cancha. La rápida intervención de Ezequiel Echeveste, pilar de San Ignacio y guardavidas formado en primeros auxilios, fue determinante para salvarle la vida.
La situación se agravó cuando el equipo médico de la cancha verificó que Cedarry “no tenía pulso ni respiraba”, según relató al diario La Capital de Mar del Plata. Fue en ese instante que Echeveste aplicó sus conocimientos y comenzó a realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). “Le sostuve la cabeza, lo puse de costado para que no se ahogara y después de esa convulsión, ya inconsciente, no se movía. El médico le tomó los signos vitales, no respiraba ni tenía pulso, ahí no dudé e inicié RCP”, relató después.
Mientras tanto, otros jugadores corrieron a buscar el desfibrilador externo automático (DEA) que había en el club. Miembros de la Fundación Desfibrilar colaboraron rápidamente para colocar los parches del equipo. Se trabajó en conjunto: el médico colocó una vía respiratoria y Echeveste continuó con las maniobras de RCP hasta que Cedarry reaccionó respirando por sí mismo.La situación permaneció tensa hasta la llegada de la ambulancia, que demoró alrededor de 25 minutos. Cedarry fue trasladado a una clínica donde se le realizaron estudios que confirmaron que no presentaba lesiones cerebrales ni secuelas tras el incidente. Por la gravedad del episodio, se suspendieron el partido de Intermedia y también el de Primera, que debía disputarse a continuación por la sexta fecha de la Unión de Rugby de Mar del Plata.Recordó que otros compañeros de equipo no dudaron en colaborar. “Uno corrió al buffet a buscar el DEA, y cuando volvió, otros chicos que son de la Fundación Desfibrilar ayudaron a ponerle los parches. El médico del club le puso una vía y seguí haciendo RCP hasta que Lucas pegó la bocanada de aire. En ese momento me volvió el alma al cuerpo”, narró. Después aguardaron la ambulancia durante un tiempo que, según estimó, fueron unos 25 minutos de mucha tensión. “Fue muy difícil, pero le dieron el alta; hablé con él, con su familia y con el padre, que me agradeció en varias oportunidades. También me hablaron muchos de Sporting y hasta el intendente Montenegro”, indicó.
Echeveste dijo no haber tomado total dimensión de lo sucedido hasta varias horas después. “Estoy orgulloso, pero recién anoche, mientras me dormía, entendí un poco más lo que hubiera podido pasar. Fue complicado, no pude dormir del todo por la adrenalina”, reconoció. En cuanto a Cedarry, contó que al comunicarse con él “todavía no caía”. “No tiene dimensión porque no se acuerda de nada, se despertó en la clínica y lo que sabe se lo contaron los familiares”, explicó.El episodio puso de relieve el valor de la capacitación en primeros auxilios y tener disponibles los equipos necesarios para abordar una emergencia. Echeveste expresó su deseo de que este hecho motive a otros a formarse: “Es fundamental y puede salvar vidas. Cuanto más rápido se actúe, mejor; Lucas tuvo un paro respiratorio pero no uno cardíaco, y gracias a Dios no le quedaron secuelas. Todo fue por la rapidez en el accionar”.
Fuente: telam
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