Lunes 4 de Agosto de 2025

Hoy es Lunes 4 de Agosto de 2025 y son las 18:14 ULTIMOS TITULOS:

04/08/2025

Cómo los satélites ayudan a medir el carbono almacenado en los bosques del mundo

Fuente: telam

Un reciente estudio detalla que estas herramientas logran monitorear grandes extensiones de vegetación y aportan información relevante para anticipar cambios en el clima global

>La manera en que los A medida que el cambio climático y las actividades humanas alteran los ecosistemas, entender La capacidad de monitorear estos depósitos naturales resulta esencial para prever tendencias, adoptar medidas y resguardar un recurso crítico en el ciclo atmosférico. En ese sentido, una El estudio se basa en información recopilada por la Agencia Espacial Europea (ESA), a través de la misión Soil Moisture and Ocean Salinity (SMOS), y arroja luz sobre el grado de fiabilidad de esta herramienta para vigilar la evolución de la biomasa forestal, un factor estrechamente relacionado con el carbono almacenado en la vegetación.

La absorción de carbono es el proceso mediante el cual los árboles y otras plantas capturan dióxido de carbono (CO₂) del aire a través de la fotosíntesis, almacenan este carbono en su estructura (troncos, ramas, raíces y hojas) y liberan oxígeno como subproducto. Este mecanismo resulta fundamental para regular la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y ayudar a mitigar el cambio climático.

El estudio representa un avance en el seguimiento del carbono almacenado en ecosistemas forestales a escala global. Los resultados muestran que las mediciones obtenidas por la misión SMOS mejoran la comprensión de cómo varía el carbono en los bosques a lo largo del tiempo. El parámetro clave analizado en este trabajo es la denominada vegetación optical depth (VOD), una medida de la opacidad de la vegetación derivada a partir de la radiación de microondas detectada por satélite.

Según divulgaron los autores, VOD funciona como un indicador de la cantidad de biomasa, ya que refleja cómo la radiación emitida por el instrumento se atenúa al atravesar el material vegetal. Tal como explicó Matthias Drusch, científico principal de superficies terrestres en la ESA, “Eso nos indica la masa total: biomasa seca, más contenido de agua. No es una medida directa, pero resulta muy útil”. Esta información permite a los investigadores generar mapas que muestran cómo se distribuye y varía la cantidad de carbono presente en los bosques, tanto a nivel global como local.

Sin embargo, la interpretación de estos datos requiere cautela, ya que el VOD recoge tanto la biomasa como el contenido de agua en las plantas, lo que obliga a analizar los resultados en el contexto de las condiciones ambientales de cada zona, tal como recalcó Klaus Scipal, responsable de la misión SMOS y Biomass.

Además, los datos de SMOS presentan consistencia con información generada por otros programas de monitoreo climático, lo que refuerza su valor como herramienta válida para estimaciones de largo plazo.

La investigación se sustenta en la utilización combinada de datos satelitales y observaciones terrestres, que permiten validar y afinar los resultados obtenidos desde el espacio. SMOS es uno de los satélites del programa Earth Explorer de ESA, lanzado en 2009, que originalmente se diseñó para cartografiar la humedad del suelo y la salinidad oceánica. Sin embargo, la misión amplió notablemente su alcance al proporcionar mediciones aplicadas al análisis de la biomasa forestal.

Paul Vermunt, investigador de la Universidad de Twente en Países Bajos y responsable de estudios de validación para el programa ESA Living Planet Fellowship, describió la relevancia de integrar ambas fuentes de información: “Se necesitan series temporales largas, pero también una manera de interpretarlas. Por eso combinamos datos satelitales con mediciones terrestres. La idea es vincular lo que vemos desde el espacio con lo que ocurre dentro de los bosques y hasta en cada árbol”. Este enfoque mixto permite fortalecer la precisión de las estimaciones y asegurar la fiabilidad de los resultados a lo largo de distintas escalas.

El seguimiento de los cambios en la cantidad de carbono almacenada permite identificar regiones vulnerables a la degradación, sequías u otros eventos extremos con impacto sobre la absorción de carbono. La combinación de sensores y técnicas de observación, como reconocen los expertos, optimiza la cobertura espacial y temporal del monitoreo.

“Para elaborar mapas sin vacíos, necesitamos combinar varios satélites – y eso solo es posible si comprendemos bien las incertidumbres de cada uno >Esta integración de datos resulta esencial para los estudios de evolución del carbono, que requieren tanto precisión local como visión general.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!