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27/07/2025

“Title IX”, la ley educativa que revolucionó el fútbol femenino en Estados Unidos y cambió el deporte global

Fuente: telam

Su aprobación en 1972 impulsó una transformación sin precedentes: disparó las oportunidades deportivas para las mujeres, convirtió a dicho país en referente mundial y desafió la tradición masculina

>“Title IX”, una ley promulgada en Según la Women’s Sports Foundation, desde su entrada en vigor, más de 3 millones de alumnas se sumaron al deporte escolar, en contraste con las 300.000 que lo practicaban antes de la ley.

En su origen, “Title IX” nació dentro de un contexto político convulsionado. El entonces presidente Esa breve oración se convirtió en el eje central que, con el tiempo, redefiniría cómo se vivía el fútbol femenino en el país. Consultada por History Extra, la historiadora Jean Williams explicó: “Fueron las consecuencias no intencionadas de Title IX las que revolucionaron el deporte femenino en Estados Unidos”.

El diseño de la ley obligó a todas las instituciones educativas financiadas con fondos federales a garantizar igualdad real entre hombres y mujeres en todas las actividades. En el ámbito deportivo, esto significó que cada beca, espacio y recurso destinado a los varones debía tener su equivalente en los equipos femeninos. El cambio fue monumental y desbordó cualquier expectativa previa.

Antes de su promulgación, el fútbol femenino era casi inexistente en la vida universitaria y escolar. Apenas el 2% de las atletas accedía a becas deportivas y los equipos carecían de recursos.

Tras la llegada de “Title IX”, la participación se disparó: más del 40% de las mujeres universitarias hoy practican deportes, muchas gracias a becas que solían reservarse a los hombres, como señaló The New York Times en un informe sobre el aniversario de la ley.

Figuras como Julie Foudy, doble campeona mundial y medallista olímpica, encarnan la revolución gestada a partir de “Title IX”. Optó por una beca deportiva en lugar de seguir la carrera de medicina en Stanford y se convirtió en referente de una generación que accedió al deporte universitario como motor de proyección.

La visibilidad de las atletas universitarias alimentó una nueva cultura deportiva, reforzada por el fenómeno de las soccer moms, como analizó el Washington Post en un especial dedicado a la expansión del fútbol femenino en los suburbios estadounidenses.

El impacto trascendió el ámbito local. Las universidades estadounidenses son hoy destinos codiciados para jóvenes extranjeras de países donde el fútbol femenino apenas empieza. En la última División I de la NCAA participaron jugadoras de treinta y cinco países diferentes, y equipos como Arizona State University contaron con futbolistas de siete nacionalidades, según destacó el sitio especializado New America.

Sin respaldo ni inversión pública, el fútbol femenino europeo permaneció en una semiclandestinidad hasta los años ochenta, como recuerda la cronista inglesa Carrie Dunn en el libro The Roar of the Lionesses.

La diferencia se plasmó en los resultados. El éxito de la selección femenina de Estados Unidos —cuatro veces campeona mundial— puso en primer plano el impacto de Title IX. La final del Mundial de 1999, con más de 18 millones de espectadores en ABC, se volvió un hito. Aquella generación marcó récords, según Sports Illustrated, y disparó la inscripción de niñas en ligas escolares.

Durante la última década, clubes históricos de Europa como Barcelona y Real Madrid establecieron equipos femeninos y las ligas nacionales comenzaron a firmar contratos con sus jugadoras. Aun así, el impulso inicial vino de fuera y se alimentó del modelo estadounidense, un “contagio aspiracional”, según un análisis de The Guardian, que llevó a que niñas de todo el mundo puedan hoy verse reflejadas en equipos y selecciones de élite internacional.

Hoy, el fútbol femenino vive un auge global sin precedentes y el dominio de Estados Unidos ya no es absoluto. El crecimiento de Alemania, Inglaterra o España marca una nueva etapa más competitiva y diversa. Sin embargo, los cimientos de esa expansión siguen en pie: “Title IX” demostró que la equidad educativa puede dinamitar tradiciones y transformar tanto el deporte como la sociedad.

Fuente: telam

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