Domingo 25 de Mayo de 2025

Hoy es Domingo 25 de Mayo de 2025 y son las 10:14 ULTIMOS TITULOS:

25/05/2025

Santiago Gerchunoff: “En el inconsciente colectivo está la idea de que quienes fueron en trenes a la cámara de gas se podían haber negado”

Fuente: telam

El autor de “Un detalle siniestro en el uso de la palabra fascismo” señala que usamos mucho ese término y sostiene que miramos al pasado porque falta un proyecto de futuro

>“Cuando uno dice la palabra ‘fascista’ se juega una emoción muy fuerte, muy particular y muy profunda”, dice, desde Madrid, Santiago Gerchunoff, profesor de Teoría Política. Cuanto más nos alejamos de la época histórica del fascismo, más usamos la palabra dirá. De eso se trata, eso pensó en su breve ensayo Un detalle siniestro en el uso de la palabra fascismo, editado por Anagrama. Para qué no sirve la historia, donde Gerchunoff enfrenta un par de lugares comunes muy bien afianzados. Uno tiene que ver con ese poema que se atribuyó -mal- a Bertolt Brecht y que dice “Primero se llevaron a los comunistas...” Otro, que la historia enseña y sirve para corregir el futuro. El poema, dirá, fue escrito por un exnazi y culpabiliza a las víctimas. Y la historia, bueno... no es predecible.

“La finalidad que se persigue en nuestro tiempo con el uso de este término es establecer un paralelismo entre ciertos fenómenos sociales o políticos actuales y aquel fascismo histórico de la primera mitad del siglo XX, esto es: con el insondable horror que desencadenó”, escribe.

-¿Es incorrecto hablar hoy de fascismo?

-¿Y por qué pensás que a tanta gente le resulta útil, le satisface la palabra?

-Creo que hay algo gozoso en el uso de la palabra fascismo. No solo resulta útil, sino atractivo y gozoso. Nos insufla, nos mete una especie de orgullo, de honor. Porque llamar “fascista” al adversario es autoatribuirse, el lugar de la gloriosa épica d ela resistencia antifascista. Y esa es, al fin y al cabo, la tradición en la que nos queremos mirar: la última gran tradición de lucha política del siglo XX, que es la resistencia europea al fascismo. O sea, cuando uno llama fascista al otro, uno se está poniendo en un lugar glorioso, épico.

-Tiene que ver con la idea de que confundir cosas que parecen irrelevantes y no llamarlas por su nombre -que sería “fascismo”- puede llevar que luego pasen cosas más graves y se produzca una concatenación de acontecimientos, que comienzan con una aparente levedad y acaban en Auschwitz, acaban en el desastre total. Entonces nos parece que al usar la palabra “fascismo” estamos interrumpiendo de antemano esa cadena que va a llevar a Auschwitz. Entonces, la emoción fundamental en el uso de la palabra “fascismo” es la de estar parando Auschwitz.

-¿Y se pierde lo que sí pasa en lo inmediato?

-Eso es lo que dice el poema de “Primero se llevaron a los comunistas...” A vos no te importó que le pasara a otro pero lo que no viste es que había algo más grande detrás, algo que en algún momento iba a llegar hasta vos. Pero la pregunta es si no hay algo de verdad en eso de que había algo más grande que no advertiste.

-Este poema, falsamente atribuido a Brecht, encarna perfectamente esa lógica. Promociona la actitud solidaria y la actitud de rebelarse ante las injusticias, pero porque al final nos van a afectar a nosotros mismos. Confunde la acción justa en sí misma con la conveniencia individual y la esconde detrás de una épica. Creo que eso es lo que hace el poema, porque el el momento en que uno se emociona es cuando llega el verso final que dice “Ahora vienen por mí”. Entonces eso es lo que te electrices. Pero,además, el poema está hecho por alguien, por un nazi arrepentido.

-¿Y entonces?

-¿Y podían haber hecho algo?

-¿Qué vio Hannah Arendt?

-Hannah Arendt dice que cuando ella vuelve a Alemania, después de la guerra, se encuentra con una serie de gente acomplejada. Todos se sienten culpables porque se ha distribuido la idea de responsabilidad colectiva. Y con una poquito de investigación ella se da cuenta que quienes han difuminado la idea de responsabilidad colectiva fueron los nazis, para exonerarse a ellos mismos. Dijeron: “No, fue culpa de todo el pueblo alemán”. Pero el poema hace algo peor todavía. No dice que fue culpa de los nazis y del pueblo alemán, sino de las propias víctimas. El problema de todo esto es que donde todo el mundo es culpable, nadie lo es. Y eso es una técnica de exoneración de los verdugos. Es algo que hicieron intencionadamente los verdugos.

-¿Y eso cómo se vincula con el poema?

-¿La historia no me sirve? ¿No me enseña nada?

-Sin embargo, es tentador pensar en que ganamos experiencia..

-¿Te referís al progresismo? Porque la derecha parece bastante potente...

-¿No hay, sin embargo, algunos gestos, ropa, escenografía que remiten al fascismo?

-Pero la idea de que no puedo hacer nada también es un poco peligrosa.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!