06/12/2025
Murió un jubilado que agonizó una semana luego de haber sido atacado para robarle la bicicleta en Moreno
Fuente: telam
Mario Rueda tenía 72 años, trabajaba y estudiaba en una escuela para adultos en José C. Paz. Lo atacaron en la puerta de su casa
>A una semana de que lo atacaran y le robaran la bicicleta a metros de la puerta de su casa en El brutal robó que se cobró la vida de Rueda ocurrió el viernes 28 de noviembre al mediodía, cuando regresaba a su domicilio en el barrio Cuartel V. Minutos antes, el hombre había ido a buscar un bidón de agua a la casa de su sobrina. Desde allí, pedaleó de regreso a la casa. Una rutina que, según sus conocidos, era habitual para él.
Sin embargo, al llegar a la puerta de su vivienda, ubicada sobre la calle Yersin al 10.400, fue interceptado por Miguel Ángel Ozorio, de 18 años, quien lo abordó de manera violenta y le exigió la entrega de su bicicleta.Luego de que el jubilado quedara desplomado en plena vía pública, los vecinos le avisaron a su sobrina y esta se encargó de trasladarlo a la Unidad de Pronta Atención de José C. Paz. Allí, los profesionales advirtieron la gravedad del cuadro y, tras la denuncia policial, lo derivaron a la clínica La Torre por PAMI.
De hecho, el diagnóstico inicial fue devastador: fractura de cráneo con varias partes astilladas, intubación, coma farmacológico y el cerebro al descubierto. Después de varios días de agonía, el jueves de esta semana Rueda sufrió cuatro paros cardíacos.
El caso quedó en manos de la fiscal Carina Saucedo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 2 de Moreno, dispuso la realización de la autopsia correspondiente, mientras la familia espera el avance de los trámites judiciales. Asimismo, Ozorio fue detenido tras cometer tres hechos delictivos en el mismo día y con pocas horas de diferencia.
A sus 72 años, Rueda era analfabeto, pero había comenzado a estudiar en la Escuela de Educación Primaria para Adultos 701 de José C. Paz. “Iba a la escuela a las cinco y media, ya se iba a la escuela -de- adultos. Llevaba su mate para compartir con la seño, con sus amigos”, recordó su sobrina.
Sin embargo, el jubilado no solo se dedicaba a estudiar, sino que también trabajaba en una panadería de la zona. “Mario se movía, iba a una panadería a limpiar, traía pan para su sobrino, para mí”, contó la mujer al recordar que su tío le decía: “Todavía tengo fuerza, no me quiero quedar quieto”.
Fuente: telam
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