Sábado 6 de Diciembre de 2025

Hoy es Sábado 6 de Diciembre de 2025 y son las 13:18 ULTIMOS TITULOS:

06/12/2025

Por qué el cambio climático podría producir grandes sequías en los próximos 15 años

Fuente: telam

Nuevas simulaciones climáticas revelan que las condiciones de escasez de lluvias en todo el mundo pondría en riesgo el agua y la agricultura necesaria para 750 millones de personas

>La ciencia climática sumó nueva evidencia sobre un fenómeno que inquieta a gobiernos, comunidades y especialistas en recursos hídricos: la proximidad del llamado Día Cero, el punto en que la demanda supera la oferta disponible de agua proveniente de lluvias, ríos y embalses, una evidencia clara del Las recientes El primer conjunto de resultados llega desde la Universidad Nacional de Pusan, donde un equipo del Centro IBS de Física del Clima aplicó simulaciones de última generación para estimar cuándo distintos territorios cruzarán ese umbral de escasez. Las conclusiones generan preocupación.

El calentamiento aceleró la aparición de episodios plurianuales, y esa dinámica aumenta la probabilidad de que regiones enteras enfrenten déficits prolongados que comprometerán el suministro de agua potable, la producción agrícola y la estabilidad de poblaciones urbanas.

Así, estudios recientes redefinen el mapa global del riesgo hídrico y muestran que la escasez extrema ya no pertenece a un futuro lejano. Las sequías de larga duración avanzan, las ciudades enfrentan umbrales críticos y los ecosistemas pierden capacidad de recuperación. Los investigadores advierten que incluso con un calentamiento limitado, cientos de millones de personas quedarán expuestas a un estrés hídrico sin precedentes.

Las zonas mediterráneas figuran entre los territorios más expuestos, y los modelos marcan también peligros crecientes en el sur de África y sectores de Norteamérica. Para finales del siglo, la cifra de personas afectadas podría llegar a 750 millones, con un fuerte peso de poblaciones urbanas.

Su colega y primera autora del estudio refuerza la advertencia. “Nuestro estudio demuestra que el calentamiento global provoca y acelera las condiciones de sequía del Día Cero en todo el mundo. Incluso si alcanzamos el objetivo de 1,5 °C, cientos de millones de personas seguirán sufriendo una escasez de agua sin precedentes”, aseguró la investigadora.

Estas proyecciones, construidas sobre escenarios de emisiones como SSP3-7.0 y SSP2-4.5, describen un panorama en el que el estrés hídrico gana intensidad aun con cierto nivel de mitigación climática.

La velocidad del deterioro sorprende incluso a los expertos, que esperaban cambios menos abruptos en la disponibilidad hídrica regional. Ese adelanto obliga a repensar estrategias de gestión, tanto en territorios urbanos densamente poblados como en regiones rurales donde el acceso al agua define la capacidad de sostener actividades agrícolas y ganaderas.

El El análisis cubre 13.176 sequías y revela que la superficie del planeta afectada por estos fenómenos aumentó cada año el equivalente al tamaño de Eslovaquia. La cifra describe la velocidad con la que los episodios se expanden.

El método también reveló episodios poco documentados. Uno de los hallazgos más llamativos es la identificación de una sequía extrema que afectó a la selva del Congo entre 2010 y 2018. La falta de datos en regiones remotas ocultó durante años la magnitud del fenómeno. Gracias al mapeo global, los autores pudieron describir su alcance e incorporarlo al registro general. Esa información mejora la comprensión de cómo se distribuyen los eventos y por qué ciertos ecosistemas sufren daños persistentes.

Una de las conclusiones más relevantes surge del análisis del impacto en distintos ecosistemas. Los pastizales templados mostraron escasa resistencia ante la falta de agua, pero también una capacidad notable de recuperación una vez que las condiciones mejoraron.

Los bosques boreales y tropicales exhibieron un comportamiento distinto. Sus tiempos de recuperación fueron mucho más largos, lo que indica una vulnerabilidad mayor y un riesgo elevado de daños irreversibles. Esta diferencia demuestra que la resiliencia no es homogénea y que la pérdida de humedad sostenida puede generar efectos muy dispares según la región.

La experta Francesca Pellicciotti resume el panorama al señalar que “cada año desde 1980, las zonas afectadas por la sequía se han extendido una media de cincuenta mil kilómetros cuadrados más”. Su afirmación ilustra la gravedad del fenómeno y su avance rápido. El equipo espera que estos datos ayuden a modificar la percepción pública sobre las sequías y a impulsar políticas de adaptación más sólidas.

Los tres estudios convergen en una misma advertencia. Las sequías no funcionan como eventos aislados sino como procesos que se encadenan, se acumulan y modifican la capacidad de los ecosistemas y las sociedades para recuperarse. El resultado es un riesgo hídrico que avanza de manera silenciosa, pero constante.

Sin ajustes en el consumo, protección de fuentes, sistemas de alerta temprana y monitoreo continuo, la brecha entre oferta y demanda de agua seguirá ampliándose. Y, con ella, la probabilidad de que más regiones experimenten su propio Día Cero.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!