16/10/2025
De fundar “Varones Unidos” a perpetrar un plan criminal: el doble femicidio y la apología del odio a las mujeres

Fuente: telam
Los crímenes de Luna Giardina y Mariel Zamudio son una alerta social: la misoginia y reivindicación de la violencia contra las mujeres cuesta vidas. El detenido Pablo Rodríguez Laurta, investigado por la muerte de las mujeres y el secuestro de su hijo, fue uno de los creadores de la comunidad digital que defiende los derechos de los hombres y pone en cuestión las políticas de género
>La denuncia no era falsa. Era una alerta que no se escuchó. Luna avisó que tenía miedo. No la leyeron. La denuncia no fue suficiente. No la protegieron. El pedido de auxilio no llegó. No la custodiaron. No la ayudaron. Ni a ella, ni a su mamá, ni a su hijo.
Pablo Rodríguez Laurta es uruguayo, tiene 39 años y formaba parte de la agrupación “Varones Unidos”. Es investigado por el asesinato de Luna Giardina, de 26 años, y de Zoraida Mariel Zamudio, de 54, la madre y la abuela de su hijo de (ahora) seis años.
El hombre que se creyó dueño de la vida de una mujer se seguía victimizando después de arrebatarle la respiración y de dejar a su hijo huérfano. No es un crimen más. Son tres. Y es el alerta que muestra que desalentar las denuncias de violencia de género es un gatillo de odio.
Se presume que le habría robado el auto y asesinado. Su vehículo apareció quemado. Por el incendio hubo que evacuar a 130 personas y se arruinaron 14 autos. En La Casa del Encuentro —una organización que lucha contra toda forma de violencia hacia las mujeres, niñas y niños— contabilizan a esos asesinatos como femicidios vinculados ya que se producen para causarle daño a su mujer.
Las víctimas de la violencia contra las mujeres no son únicamente las mujeres, también su hijo, también un chofer. No importa quién se interponga en el camino o a quién haya que lastimar, lo que importa es causar daño a una exnovia o a la madre del hijo. Pablo Laurta fue detenido en Gualeguaychú, el domingo 12 de octubre, en el hotel “Berlín”. Pidió cotización a varias agencias de remises para llegar a Puerto Yeruá y, desde ahí, iba a intentar cruzar en lancha a Uruguay.Ahora ni siquiera puede quedarse con su abuela que también fue asesinada en su casa de Villa Serrana, en Córdoba. Pero está con integrantes de la familia materna. En Argentina la ley le quita la responsabilidad parental a los femicidas.
Laurta tenía un arma en la habitación y cinco celulares a los que les cambiaba el chip para no ser detectado. “Estamos frente a una verdadera mente criminal metódica”, apuntó el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia.La decisión judicial para impedir el contacto vencía el 10 de octubre. La burocracia no sirve cuando es lenta o es demasiado leve para proteger la vida de las que están en riesgo, lo saben, lo advierten y son ignoradas y desamparadas.
Lo dejaron en libertad y escapó a Uruguay. La frontera con Argentina la paso ilegalmente, el 7 de octubre, sin ninguna dificultad, remando en canoa como si migraciones fuera una brisa que no lo tocaba, sin ser detectado y sin que la alerta protegiera a las víctimas.Las cámaras de seguridad muestran a Laurta al volante a partir de ahí. El cuerpo del conductor apareció decapitado, sin la cabeza ni los brazos, envuelto en una bolsa de basura. El auto apareció incendiado en las afueras de Córdoba.
El contexto de Argentina no es inocuo. Se eliminaron todas las políticas de protección a las víctimas de violencia de género. Se mostró como un logro terminar con “el curro de la violencia de género”.
La desprotección es grave. La apología de la desprotección es una invitación a matar. Además se dejó trascender que La Libertad Avanza (LLA) pretende derogar la tipificación de femicidio del Código Penal en el Congreso de la Nación.Los femicidios no son excepciones, son sistemáticos y está creciendo su crueldad como reflejo de la crueldad discursiva y social. En Argentina, en solo cinco días hubo ocho femicidios según La Casa del Encuentro.
A ese conteo se agregó el crimen de Gabriela Barrios, de 20 años, que fue asesinada en Avia Terai, Chaco. La enterraron en un pozo. El problema de la violencia de género no se puede volver a tapar.
“Varones Unidos” es una agrupación uruguaya que niega la violencia de género, se victimiza de las supuestas falsas denuncias y confronta con el reclamo de derechos de los feminismos. Es una organización surgida de la llamada “batalla cultural”.La periodista uruguaya Ana Laura Pérez escribió en X que Laurta era conocido por ser “un estafador de poca monta que se vendía como especialista en sitios web e inversiones”.
El caso es emblemático porque demuestra no solo la responsabilidad del Estado por ignorancia (no saber que la violencia de género es un problema social), por inacción (no hacer nada para proteger a las mujeres víctimas), por responsabilidad (suprimir programas de ayuda a víctimas) y por omisión (no actuar cuando una mujer denuncia).
No todos los que tengan discursos de odio antifeministas, lean libros, vayan a conferencias, marchen o escriban en redes sociales son potenciales asesinos. Pero los que son capaces de asesinar se ven estimulados y aplaudidos por esos discursos.
El relato de la madre de Pablo Laurta que dice que desconoce a su hijo, que pide condena perpetua, que refleja el dolor de lo que fue capaz de hacer y que asevera que el niño tenía que estar con su madre y que sus amigos están perplejos es un rastro más de un fenómeno social. El acelerador de la violencia no fue su familia, sino la ideología antiderechos.
“Varones Unidos” tiene 117.000 seguidores en Facebook y sostiene que cuando una mujer presenta una denuncia “encuentra un sistema judicial dispuesto a aceptar sus afirmaciones con escasa o nula exigencia de pruebas”. Lástima que no fue así.
La denuncia no alcanzó para salvarle la vida a Luna. Lo más llamativo es que “Varones Unidos” surgió en el 2015, el año de las marchas multitudinarias de Ni Una Menos, en Argentina y Uruguay, y que su nombre completo es “Varones Unidos por una Masculinidad Positiva”. Ojalá. Pero un doble femicidio no lo es.En el texto “Narrativas sobre denuncias falsas: una investigación sobre desinformación y violencia de género”, realizado por Mariana Cianelli, Stephanie Demirdjian, Marina Santini y Yamila Silva, en el medio uruguayo La Diaria, se muestra como “Varones Unidos” busca atacar la Ley 19.580 de violencia basada en género.
Se puede traducir en el latiguillo “se pasaron tres pueblos”. Pero ahora una madre y una abuela están muertas, un niño es huérfano y un chofer fue decapitado por un violento que pudo pasar por más de tres pueblos de Argentina sin ser frenado.
Fuente: telam
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