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26/09/2025

Fentanilo mortal, anatomía de un encubrimiento: las reuniones de García Furfaro en las que ordenó destruir pruebas y falsear documentos

Fuente: telam

En la resolución judicial que procesó con prisión preventiva al empresario, junto a familiares y directivos de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, figuran vídeos que revelan la puesta en marcha de la eliminación evidencias comprometedoras

>El aire en la casa de Javier Tchukrán, el director general de Laboratorios Ramallo SA y HLB Pharma Group SA, está saturado de tensión. No hay testigos ajenos, solo los protagonistas de una trama que surgió en los pasillos de las empresas productoras de medicamentos y desembocó en esas paredes, donde la urgencia de protegerse superó cualquier rigor legal o ético.

Así esta relatado en las 401 fojas del procesamiento con prisión preventiva y un embargo sin precedentes por un billón de pesos contra el empresario que intentó distribuir la vacuna Rusa Sputnik V contra el COVID-19 en la Argentina. También fueron procesados su madre, Nélida Furfaro, con prisión domiciliaria; su hermano Diego, quien también sigue detenido, y señalado por el juez como “propietario y gerente oculto de Laboratorios Ramallo SA”, y doce directivos y responsables del control de calidad y la elaboración de los medicamentos que se elaboraban en las plantas productoras.

Entre ellos el mencionado Javier Tchukrán (detenido), identificado como “director general de Laboratorios Ramallo SA y HLB Pharma Group SA”; el director técnico de HLB Pharma, José Antonio Maiorano (detenido); Adriana Iudica, subjefa de Control de Calidad de Laboratorios Ramallo SA y, entre otros, la directora técnica de Laboratorios Ramallo Carolina Ansaldi (prisión domiciliaria).

Los vídeos claves fueron registrados los días 17 y 18 de mayo por las cámaras de seguridad, que grababan todo, ya que estaban instaladas en el domicilio particular de Tchukrán, ubicado en el piso 6° de la Avenida Caseros al 2400 en CABA.

En ese espacio privado, Ariel García, junto a su hermano Diego y Tchukrán el empresario de 39 años diseñaron una estrategia milimétrica de ocultamiento.

En uno de esos vídeos se observa al técnico químico Tchukrán trayendo una caja de cartón madera, aparentemente repleta de ampollas de fentanilo que habían trasportado desde el depósito del laboratorio.

El diálogo, por momentos inaudible y entrecortado, es directo y cargado de sobreentendidos.

Tchukrán asiente, asumiendo el peso de la complicidad: sabe qué hacer. El plan es simple y brutal: someter a las ampollas, se presume de los lotes contaminados, al calor de la autoclave.

Es Ariel quien da la orden:

Que las tenga la vieja ahí y que ponga autoclavada. “La vieja” es Iudica, la responsable de los controles microbiológicos.

—Y que cultive las dos.

La conversación gira en torno a la manipulación de las muestras que podrían incriminar al grupo.

El primer fallecido en el Hospital Privado de La Plata (querellante en la causa) es registrado el 14 de abril. El 30 de ese mes se identifica como “nexo causal” del brote de neumonía y las muertes que se elevaran a 15. El 2 de mayo, feriado nacional; el hospital privado denuncia la contaminación bacteriana del fentanilo de HLB Pharma a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica. La ANMAT es el organismo regulador encargado de la fiscalización, control y habilitación de medicamentos, productos médicos, alimentos y tecnología vinculada a la salud.

El 5 de mayo, el organismo de control toma cartas en el asunto. El 8 de mayo inhibe al laboratorio para que produzca medicamentos. El 11 emite una alerta que prohíbe la aplicación de cualquier partida de fentanilo de HLB Pharma y el 13 de mayo se hace la denuncia judicial que recae en el juzgado federal de Ernesto Kreplak.

Los diálogos registrados son reveladores. Ariel instruye para que se complete la documentación del batch record (la hoja de ruta de la elaboración del fentanilo contaminado) que está incompleta.

Diego, su hermano menor también advierte sobre los “batch incompletos”. Ariel lo corta:

Con ese sobrenombre se refieren a Antonio Maiorano, el director técnico de HLB Pharma.

Esto ocurrió tal como ordenó Ariel García.

En las páginas 107 a 109 de la resolución judicial el juez trascribió la defensa del ingeniero químico.

El magistrado también lo procesó con prisión preventiva. Era el profesional que, por ley, debe garantizar la seguridad de los medicamentos que salen al mercado.

—Que apaguen las cámaras y las den de baja, exige Ariel.

En la segunda grabación Tchukrán informa a los García que “además de los mails, hice borrar todo lo que estaba… lo borramos todo, o sea que no hay un solo gramo de información...”.

Esta preocupación iba camino a convertirse en obsesión para Ariel, que poco después se deshizo de su propio celular —la línea a nombre de Alfarma SRL—, reemplazando el aparato y el chip y borrando así todo vestigio anterior al 13 de mayo de 2025.

En los videos, la improvisación se mezcla con la rutina. Tchukrán aparece con la computadora, consulta portales de noticias para conocer el alcance del escándalo, repasa lo que dice la prensa de Colombia sobre pacientes muertos por bacterias similares a las detectadas en el fentanilo de HLB Pharma.

Los vídeos son una prueba de lo preocupado que estaba el Clan Furfaro por las deficiencias en la elaboración del medicamento y el “positivo” que les había dado en el control de calidad y se desestimó.

Sin embargo, al referirse a la otra bacteria (presumiblemente Klebsiella), sostiene que su abordaje es más complejo, ya que requiere la administración de múltiples antibióticos diferentes porque es multirresistente y, aun así, “existe incertidumbre respecto de la recuperación del individuo”.

Después de un intercambio de ideas sobre la detección de la bacteria en el hospital privado de La Plata, Tchukrán refiere una vez más que, según una charla que mantuvo personalmente con ella le dijo “me dio positivo, pero ya me pasó en otro momento”.

Las evidencias reunidas por la instrucción revelan la decisión consciente de falsificar, destruir y manipular pruebas para impedir la acción de la justicia.

Mientras los hospitales y clínicas contaban víctimas y la sociedad pedía respuestas, puertas adentro, y grabado por las propias cámaras de seguridad del domicilio de uno de los detenidos, el clan García-Furfaro evidenciaba que su protocolo era el silencio y la destrucción sistemática de todo vestigio de contaminación.

En la resolución judicial el magistrado dejó asentado que en su investigación detectó un “relajamiento generalizado de los controles y medidas vigentes” en la producción de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo.

La investigación permitió identificar “copiosos defectos en la elaboración del fentanilo contaminado que ya habían sido alertados previamente”.

En su escrito dejó por sentado que: “La instrucción ha logrado demostrar que Ariel García es la figura principal de esta tragedia sanitaria”.

Fuente: telam

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