Viernes 5 de Septiembre de 2025

Hoy es Viernes 5 de Septiembre de 2025 y son las 15:17 ULTIMOS TITULOS:

05/09/2025

De Tom Cruise al Joker: lo que tus escenas privadas dicen de vos

Fuente: telam

Quién no tiene un momento en que no tenemos que gustarle a nadie ni cumplir ningún rol: cuando nos soltamos frente al espejo, lloramos sin pudor o cantamos a grito pelado. Muchos se sienten libres sin testigos y otros se sienten perdidos cuando no tienen un otro que los mire

>Tom Cruise baila en ropa interior por el living vacío, deslizándose en medias por el piso de madera mientras suena Old Time Rock and Roll. Está solo. No hay testigos. Nadie que lo juzgue ni lo observe. Y entonces, por fin, aparece él.

Hay algo en esas escenas que nos interpela. Quién no tiene un momento así: ese rato en que nadie nos ve, en que no tenemos que gustarle a nadie ni cumplir ningún rol. Cuando nos soltamos frente al espejo, lloramos sin pudor, cantamos a grito pelado y desafinados o comemos directo del pote con una cuchara. Pero también —y esto es menos amable de admitir— cuando nos descubrimos hastiados, agresivos, tristes o cobardes. El yo que aparece sin testigos no siempre es el más simpático. A veces es el más honesto. O el más solo.

¿Lo que hacemos en soledad dice más de nosotros que lo que mostramos en público? Tal vez no siempre eso que aparece en la intimidad con uno mismo sea lo realmente esencial. A veces lo que ocultamos no es por falsedad, sino por miedo.

Kevin Spacey, en esa escena de Belleza americana, se pregunta cuándo empezó a morirse en vida, cuándo se convirtió en ese oficinista gris que por tanto reprimir termina pagando un costo altísimo. El Joker, por su parte, sufre porque el mundo no lo mira… hasta que empieza a mirarlo por las razones equivocadas. Ambos personajes se revelan más auténticos —y más inquietantes— cuando están solos. No se esconden, pero tampoco logran sostenerse. Hay algo en ese yo secreto que pide ser liberado, pero también encauzado.

Como en el cine, todos tenemos nuestras escenas privadas. Un living vacío donde bailar sin que nadie nos juzgue. Un espejo donde ensayar una cara que no mostramos. Un rincón donde llorar, o una canción para cantar en voz alta aunque desafinemos. Escenas donde no interpretamos ningún papel… o tal vez sí, pero uno que no estamos listos para que el mundo vea. ¿Qué hacemos con esa parte de nosotros que no mostramos? ¿Qué valor tiene ese yo sin testigos? ¿Es el más libre, el más frágil, el más salvaje o simplemente el más escondido? ¿Y si ahí, en esa escena privada, se esconde una verdad que no queremos mirar?

* Juan Tonelli es speaker y escritor. El texto es parte del libro “Un elefante en el living, historias sobre lo que sentimos y no nos animamos a hablar”.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!