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03/09/2025

Un estudio reveló cómo los seres humanos influyeron en el tamaño de los animales domésticos y salvajes

Fuente: telam

Investigadores franceses analizaron más de 220.000 restos fósiles de los últimos 8.000 años para arribar a resultados que sorprenden

>Saber cómo los seres humanos moldearon la evolución de los animales domésticos y salvajes durante los últimos 8.000 años fue el objetivo de un grupo de investigadores franceses que luego de mucho trabajo, arribaron a una conclusión.

Según explican los autores, hasta la Edad Media, tanto animales salvajes como domesticados compartían ciclos evolutivos similares, en los que factores ambientales y climáticos dictaban cambios en su tamaño.

“Nuestros análisis revelaron una sincronía duradera entre especies salvajes y domésticas hasta el último milenio, ambas influenciadas por una interacción de factores ambientales y antropogénicos”, afirmaron los científicos en su artículo Este hallazgo indica que, desde el Neolítico hasta principios de la Edad Media, la evolución del tamaño corporal respondía principalmente a la presión combinada del entorno y la actividad humana, pero de manera equilibrada y sincronizada entre especies.

“La prevalencia profunda y duradera de las influencias ambientales en todas las especies y el impacto creciente de las actividades humanas durante el pasado milenio”, escriben los autores, refleja cómo la interacción entre naturaleza y humanidad fue constante pero equilibrada antes del año 1000 d. C.

El estudio no se limitó a una exploración superficial. Los investigadores combinaron datos arqueológicos con marcadores paleoambientales, paleoclimáticos y arqueológicos, recopilados durante tres décadas.

Todo cambió alrededor del año 1000 d. C., cuando la presión humana se intensificó con la expansión de asentamientos, la caza sistemática y la domesticación más controlada de animales.

“Las especies salvajes disminuyeron su tamaño corporal, mientras que las especies domésticas aumentaron”, explicó Allowen Evin, uno de los científicos responsables del estudio. El proceso fue evidente en zorros y conejos, que se encogieron, frente a ovejas y pollos, que crecieron significativamente.

Además, la caza intensiva y la presión sobre los recursos naturales aceleraron esta tendencia. Por el contrario, el aumento del tamaño de los animales domésticos se relaciona con la adopción de prácticas de crianza más sistemáticas, herramientas de selección avanzadas y una búsqueda activa de mayor productividad en la ganadería. “Paralelamente, aumentó el control humano sobre las poblaciones domésticas, con una mayor especialización y una crianza selectiva más sistemática bajo prácticas de gestión controlada”, agregó Evin.

Este fenómeno muestra que, mientras que la evolución natural continuaba influyendo en la morfología de los animales, la actividad humana comenzó a predominar, especialmente en el último milenio. Según los autores, el contraste entre el crecimiento de los animales domesticados y la reducción de los salvajes ilustra el creciente impacto de la antropización en la fauna.

“Estamos convencidos de que comprender nuestro pasado —y cómo los humanos evolucionaron y coevolucionaron con otras especies y sus entornos— es esencial para comprender el origen y el desarrollo de nuestras sociedades modernas”, señaló Evin.

El estudio ofrece un marco único para analizar la adaptación de los animales a presiones humanas pasadas y presentes. El aumento de tamaño en especies domesticadas no fue casual; reflejó un control sistemático y un interés por incrementar la eficiencia productiva. Por otro lado, la disminución de los animales salvajes alerta sobre la vulnerabilidad de estas poblaciones frente a la actividad humana, una tendencia que hoy persiste en muchos ecosistemas.

Este enfoque a gran escala es único porque combina bioarqueología, modelado climático y arqueología preventiva. Más de 80.000 mediciones de huesos proporcionaron datos precisos sobre la envergadura de las especies, mientras que los marcadores ambientales permitieron correlacionar los cambios morfológicos con eventos climáticos, expansión de asentamientos y actividades humanas específicas.

La combinación de estas metodologías aportó una visión detallada de cómo la evolución de los animales estuvo intrínsecamente ligada a la historia humana.

Finalmente, el estudio refuerza la idea de que comprender la relación histórica entre humanos y animales ofrece claves para enfrentar desafíos actuales en conservación y manejo de especies. La evidencia demuestra que la actividad humana ha sido, desde hace siglos, un factor decisivo en la evolución de la fauna. Esta perspectiva no solo ilumina nuestro pasado, sino que también aporta enseñanzas sobre la manera en que las sociedades modernas pueden interactuar con el medio natural de forma responsable.

En síntesis, el estudio demuestra que el tamaño de los animales domésticos y salvajes fue un reflejo directo de la interacción entre factores ambientales y la actividad humana. Antes de la Edad Media, la naturaleza y la sociedad coexistieron en un equilibrio relativo; después, la acción humana se convirtió en el principal motor de cambio evolutivo.

Fuente: telam

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