24/08/2025
El Gobierno se prepara para otros 60 días de tasas altas y una economía debilitada

Fuente: telam
Solo una victoria clara en la provincia de Buenos Aires cambiaría el humor de los inversores y aflojaría la presión sobre el dólar. Más probable es que este clima siga hasta octubre. Alerta por los efectos del escándalo sobre supuestas coimas en compra de medicamentos
>Javier Milei dio a entender el viernes por la noche, durante su presentación en la Bolsa de Rosario, que la volatilidad que sacude al mercado financiero se prolongará por un tiempo más. Se refirió a la elección del 7 de septiembre como un “techo” para las aspiraciones del kirchnerismo y se entusiasmó con la idea de obtener una buena diferencia en las elecciones legislativas de octubre.
Es prematuro afirmar que el episodio es un “cisne negro” en relación al próximo proceso electoral, pero el riesgo de impacto negativo existe. “El timing fue tan malo como el desarme de las LEFI”, señalaba el fin de semana un poderoso administrador de fondos de inversión del exterior.
La “bomba” cayó en medio de una fuerte turbulencia financiera que complica al Gobierno. Las tasas de interés se mantienen en niveles cercanos al 60% anual y la gran incógnita es por cuánto tiempo permanecerán en esos niveles. Aunque no es fácil dar una respuesta, desde el propio equipo económico reconocen que será difícil lograrlo al menos hasta las elecciones legislativas, es decir el 26 de octubre.
Un triunfo de La Libertad Avanza-PRO en los próximos comicios bonaerenses generaría un efecto favorable entre los inversores y se aplacaría la tensión cambiaria y de tasas más rápido. Pero hoy no luce como el escenario más factible. “Hoy parecería que el Gobierno pierde la elección en Provincia. Si es por mucho (más de 3 puntos) las semanas siguientes pueden ser de mayor incertidumbre (suba de dólar y baja de bonos)”, escribió el economista Fernando Marull en un informe para clientes.La posible extensión del escenario de tasas altas tendrá consecuencias negativas para la economía. En primer lugar, impacta en las cuentas oficiales por la emisión de nueva deuda. Según estimó Equilibra, hasta ahora el Tesoro ya sufrió un incremento en la carga de intereses de 1,3 billones de pesos de agosto hasta febrero de 2026, el equivalente a 0,13% del PBI. Pero la cuenta seguirá aumentando en la medida que los rendimientos de la deuda que se vaya colocando se mantengan en niveles tan altos.Con altos encajes y costo del dinero tan alto, los bancos salieron a recortar préstamos, luego de un año de fuerte expansión. La buena noticia es que para las PYME no se cortó el financiamiento a través del descuento de cheques electrónicos. Sin embargo, las tasas de los documentos avalados (que son los más seguros) pasó de 35% anual en promedio al 50%.Los número “macro” lo empiezan a reflejar. Según informó el INDEC, la actividad económica (medida por el EMAE) sufrió una caída de 0,7% en junio respecto al mes anterior. Y mayo se revisó a la baja (-0,2%). En resumen, el techo de actividad se tocó en el primer trimestre de 2025 y desde allí la economía se amesetó.
FIEL informó que la actividad industrial cayó 3.3% en julio en la comparación interanual y recortó la mejora acumulada en los primeros siete meses del año a solo 1.7%. En el caso de la industria hay un claro peligro que la recuperación en “V” se transforme en realidad en una “W” y lo mismo ocurre con la mayoría de los sectores salvo algunas pocas excepciones.Ahora la discusión a la hora de evaluar la marcha de la actividad es si se mantenga amesetada o en realidad aparecen riesgos claros de una recesión. Todavía no está clara este segundo escenario, que dependerá en buena medida que el panorama post electoral se aclare.Sin embargo, los mercados esperan que se traten temas bien estructurales en esta segunda etapa del Gobierno, más allá del superávit fiscal y la baja de la inflación. Y eso parece todavía lejano.
También reapareció con fuerza esta semana el “riesgo Congreso”. La inédita anulación de un veto (en el caso del incremento de las erogaciones por discapacidad) encendió luces de alerta porque se consiguieron dos tercios de los legisladores para votar en contra del Gobierno. Y luego el Senado transformó en ley el otorgamiento de más recursos para el Garrahan y para las universidades. En ningún caso se explicita de dónde saldrían los recursos para hacer frente al aumento del gasto que impacta negativamente en el superávit fiscal.
En el mercado se festejó que se haya mantenido el veto al incremento jubilatorio. Pero no solo por el alto impacto fiscal de la medida, sino por una propuesta descabellada de los legisladores: la ley vetada incluía la eliminación del sistema de garantías (SGR) que permite que las PYME se puedan financiar a tasas mucho más baratas en el mercado de capitales. Se trata de un esquema que tiene un mínimo costo fiscal, pero que resulta vital para miles de empresas a la hora de financiarse.El problema es que todavía falta mucho tiempo para las elecciones legislativas y el Gobierno se complica con “goles en contra”. El más claro fue el desarme desordenado de las LEFI a principios de julio, que significó una fuerte expansión de dinero de un día para el otro.
Pero a eso se agregó también una política errática de acumulación de reservas. Primero explicaron que no saldrían a comprar hasta que el tipo de cambio toque el piso. Y luego empezaron a hacerlo con operaciones en bloque cuando ya había terminado el grueso de la liquidación del campo.
Fuente: telam
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