04/08/2025
Tormenta arancelaria: por qué Brasil tiene más que perder en su pelea con Estados Unidos
Fuente: telam
Cambiar de proveedores no es algo que se logre de la noche a la mañana, y las alternativas podrían ser más costosas, lentas o poco confiables
>El 12 de julio de 2025, el presidente de los Estados Unidos anunció un arancel del 50% sobre las importaciones brasileñas, con vigencia a partir del 1 de agosto. El gobierno de Brasil reaccionó rápidamente, advirtiendo posibles represalias bajo su Ley de Reciprocidad Económica. Pero más allá del ruido diplomático, lo que se ve a la vista es que este no es un enfrentamiento simétrico.
Brasil depende en gran medida de importaciones clave provenientes de Estados Unidos, muchas de ellas esenciales y difíciles de reemplazar. En 2024, Estados Unidos fue el segundo mayor proveedor de Brasil, solo detrás de China, con más de 30 mil millones de dólares en exportaciones de maquinaria, fertilizantes, equipos médicos, fármacos, electrónicos y licencias de software. Estos bienes son fundamentales para la producción industrial y agrícola del país. Cambiar de proveedores no es algo que se logre de la noche a la mañana, y las alternativas podrían ser más costosas, lentas o poco confiables.
También hay una asimetría clara en la exposición comercial. Brasil exportó unos 40 mil millones de dólares a Estados Unidos el año pasado, cerca del 12 % de sus exportaciones totales, mientras que Estados Unidos apenas recibió de Brasil el 1.2% de sus importaciones globales. Washington puede redirigir sus compras sin mayor dificultad: café desde Colombia o Etiopía, carne desde Australia o Canadá. Brasil, en cambio, no tiene esa flexibilidad. Ni China ni Europa ofrecen, en muchos casos, la misma calidad, velocidad o precios que garantiza el mercado estadounidense.
Estados Unidos, por el contrario, se encuentra en una posición mucho más robusta. Con inflación moderada, un dólar fuerte y una red de proveedores global diversificada, la economía estadounidense puede absorber shocks de precios con relativa comodidad. Su mercado interno es más profundo, más dinámico y con mayor poder adquisitivo.
Eso no significa que Estados Unidos deba ignorar la importancia estratégica de su relación con Brasil. Al contrario, Brasil es un aliado clave y tiene un enorme potencial en los sectores agrícola, energético e innovador. Fortalecer esa relación debería ser una prioridad compartida. Pero también debe hacerse con claridad y realismo.* El autor es empresario, inversor, filántropo, y miembro de la Junta Directiva de la Universidad Internacional de Florida (FIU).-
Fuente: telam
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