27/07/2025
Cómo los lanzamientos de cohetes afectan la recuperación de la capa de ozono

Fuente: telam
Un equipo internacional de investigadores utilizó simulaciones y descubrió que sustancias liberadas por naves y satélites pueden desplazarse miles de kilómetros e incluso modificar el aire en regiones alejadas como la Antártida
>El aumento global de los lanzamientos Científicos de Nueva Zelanda, Suiza, Estados Unidos, España y Rusia demostraron que el crecimiento acelerado de la industria de lanzamientos de cohetes se relaciona con el adelgazamiento de la Según el estudio con simulaciones con modelos climáticos que publicaron en la revista Los científicos describieron el fenómeno de manera contundente: “El aumento de los lanzamientos de cohetes puede llevar a reducciones en el grosor de la capa de ozono a escala global y regional”. No se trata de un daño menor ni de una hipótesis remota, sino de un impacto tangible que la ciencia ahora documenta con precisión.
El estudio fue liderado por Sandro Vattioni y Timofei Sukhodolov, de la Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH Zurich), en Suiza.Las emisiones de cohetes, en especial las provenientes de combustibles sólidos y motores que liberan cloro y carbono negro, resultan las más críticas.
La investigación también señala la paradoja de la globalidad del problema. Los cohetes se lanzan principalmente en el hemisferio norte, pero los contaminantes circulan alrededor del mundo.La industria espacial vive un auge sin precedentes. Empresas privadas y agencias estatales compiten en poner satélites en órbita. La multiplicación de constelaciones de satélites, que buscan conectar a todo el mundo y observar la Tierra desde el espacio, disparó la cantidad de lanzamientos.
En 2019 hubo 97 lanzamientos orbitales, pero en 2024 esa cifra alcanzó 258. El estudio señala que para 2030 la cifra podría multiplicarse por ocho y superar los dos mil lanzamientos anuales si no se ponen límites ni reglas internacionales.El Protocolo de Montreal, que prohibió los CFCs en 1989, se considera un éxito global, pero la nueva carrera espacial obliga a revisar estos consensos.
El crecimiento sin freno de la industria espacial hace que muchos satélites terminen su vida útil y vuelvan a la atmósfera, donde se queman y liberan nuevos contaminantes.El contexto científico también cambió. Los investigadores ahora cuentan con modelos precisos que simulan el comportamiento de los contaminantes en la atmósfera superior.
Estos modelos ayudan a visualizar el efecto acumulativo de miles de lanzamientos sobre la capa de ozono, un fenómeno invisible a simple vista pero de gran magnitud.Los científicos descubrieron que los motores de combustible sólido y los propelentes que generan hollín o cloro causan los mayores daños. Las alternativas criogénicas, que funcionan con hidrógeno y oxígeno líquidos, emiten muy pocos contaminantes y su impacto es mínimo.Los científicos reconocieron que la simulación que hicieron no contempla todos los posibles daños. Aclararon que no incluyeron el efecto de la reentrada de satélites.
Cuando los satélites viejos caen y se queman en la atmósfera, liberan óxidos de nitrógeno y partículas metálicas que también pueden destruir ozono. La magnitud de este riesgo aún no se conoce del todo y representa una limitación del estudio.“Cambiar el tipo de combustible y limitar los lanzamientos más contaminantes tendría efectos directos y positivos en la protección del ozono”, afirmó el equipo. La cooperación internacional y nuevas regulaciones aparecen como pasos obligados para enfrentar este desafío.
Fuente: telam
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