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16/07/2025

Cien años de espera y el poder de observación de un científico podrían transformar lo conocido sobre la evolución de reptiles antiguos

Fuente: telam

Una revisión en colecciones paleontológicas almacenadas en Londres y Frankfurt permitió que dos piezas separadas dieran origen a nuevas perspectivas sobre las formas de vida que poblaron el planeta en la época de los dinosaurios

>Durante cerca de un siglo, dos mitades de un Esta conexión, perdida desde la década de 1930, permitió identificar a Sphenodraco scandentis, un reptil arbóreo del El origen de Sphenodraco scandentis se remonta a la década de 1930, cuando una losa fósil quedó dividida, con el esqueleto en una mitad y la impresión en la otra. “Parece que alguien decidió duplicar su ganancia vendiendo ambas mitades por separado”, afirmó Beccari en un comunicado difundido por Smithsonian Magazine. Como los compradores ignoraban la existencia de la otra parte, la relación entre los fragmentos se perdió durante décadas.

El proceso de separación y venta de las mitades se atribuye a la práctica habitual de maximizar el valor económico de los hallazgos, aunque no existen registros precisos sobre estos hechos.

El análisis integral permitió identificar a Sphenodraco scandentis como una nueva especie de rincocéfalo (rhynchocephalian), grupo de reptiles que coexistieron con los dinosaurios durante el Triásico, Jurásico y Cretácico. Aunque su aspecto recuerda al de los lagartos, los rincocéfalos constituyen un linaje distinto, emparentado de cerca con los escamosos, grupo que incluye a lagartos y serpientes.

En la actualidad, solo persiste una especie de rincocéfalo: el tuátara de Nueva Zelanda. En la era Mesozoica, estos animales adoptaron diversas formas y modos de vida, desde herbívoros hasta cazadores de insectos y habitantes de medios acuáticos. El estudio de los restos, comparados con tomografías computarizadas de lagartos actuales, permitió deducir aspectos de su biología.

Según Beccari, el animal poseía extremidades largas, cuerpo corto y dedos alargados, similares a los lagartos crestados (Bronchocela) y a los lagartos voladores (Draco). Estas características sugieren que S. scandentis pasaba la mayor parte del tiempo en los árboles, lo que lo convierte en el rincocéfalo arbóreo más antiguo conocido.

El fósil fue hallado en el yacimiento de Solnhofen, sur de Alemania, célebre por la conservación impecable de fósiles del Jurásico Tardío. En esa época, el área consistía en islas rodeadas por un mar subtropical, un entorno que favoreció la preservación de esqueletos casi completos y detalles anatómicos.

Numerosos fósiles de rincocéfalos fueron extraídos en esta región. “La zona de Solnhofen ha proporcionado muchos esqueletos completos y bellamente conservados de rincocéfalos, pero sus cráneos están a veces aplastados o parte del esqueleto sigue enterrado en la roca”, señaló Marc Jones, coautor del estudio y conservador de reptiles y anfibios fósiles en el Natural History Museum.

Este enfoque originó clasificaciones erróneas. El fragmento de Frankfurt, por ejemplo, se consideraba parte de Homoeosaurus maximiliani. El examen detallado de Beccari y su equipo demostró que dientes y huesos de cadera no coincidían con esa especie, lo que permitió corregir la identificación y describir a S. scandentis.

El hallazgo impulsó a los investigadores a revisar colecciones de museos en busca de otros casos similares. “Estoy revisando fósiles existentes para buscar señales de que otras especies actualmente aceptadas podrían abarcar varios rincocéfalos”, señaló Beccari. Además, advirtió que aún existen numerosos ejemplares sin describir que podrían representar especies nuevas.

El caso de Sphenodraco scandentis demuestra que los museos albergan tesoros científicos aún por descubrir. Tal como resalta Smithsonian Magazine, la revisión de colecciones históricas puede llevar tanto a la identificación de especies nuevas como a la corrección de errores antiguos en la clasificación de fósiles. Beccari concluyó que el potencial de los fósiles antiguos es considerable.

Fuente: telam

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