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22/06/2025

La CGT llega a su punto máximo de ebullición interna y surge el “modelo Ubaldini” para elegir a su futuro líder

Fuente: telam

La ofensiva para frenar el avance kirchnerista en la central obrera dejó secuelas e interfiere en una agenda compleja que se abre. ¿Puede haber un solo líder cegetista?

>Faltan menos de cuatro meses para que nazca una nueva CGT, pero, mientras se perfila la renovación de autoridades, la dirigencia cegetista pasó una de sus semanas más agitadas y con mayor riesgo de división. El detonante fue la condena a Cristina Kirchner, que reavivó la interna sindical y dejó secuelas que aflorarán esta semana cuando se discuta si se sumará al Consejo de Mayo citado por el Gobierno.

Por un lado, la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), liderada por Armando Cavalieri, sigue sin tener homologado su último aumento salarial (5,4% trimestral, más tres sumas fijas) porque superó la pauta oficial y denunció el “reiterado incumplimiento” del acuerdo por parte de algunas cadenas mayoristas, donde los trabajadores ya iniciaron medidas de fuerza para reclamar el pago íntegro del incremento para el período abril-junio.

Según FAECYS, “distintas empresas adoptaron mecanismos para eludir lo pactado: algunas pagan las sumas fijas pero no aplican los porcentajes, mientras otras otorgan anticipos parciales sin ajustes posteriores”. Por eso Cavalieri se quejó: “Los acuerdos paritarios son producto de una negociación responsable entre partes y deben cumplirse sin excusas. No vamos a permitir que los trabajadores sean la variable de ajuste en este contexto”.

La Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), por su parte, decidió profundizar las protestas este lunes y martes en demanda de un aumento salarial que compense la inflación, luego de haber rechazado una oferta de los empresarios de un incremento del 1% mensual en los sueldos para el trimestre mayo-julio, tal como quiere el Gobierno.

La expectativa está puesta en una nueva audiencia entre las partes que se realizará el miércoles. Si no hay acuerdo, se van a intensificar las medidas de fuerza.

En medio de este clima parece difícil que la CGT se siente plácidamente en una mesa de diálogo con el mismo gobierno que pone techos a los aumentos salariales. Pero dejar una puerta abierta a las negociaciones con los libertarios sería una salida pragmática a la encerrona de siempre, con el paro general y la movilización como única respuesta.

Luego de no haber logrado que la central obrera declarara un paro en defensa de Cristina Kirchner, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), dirigida por Abel Furlán, identificado con el kirchnerismo, exigió la semana pasada a la conducción de la CGT que en forma urgente se discuta un plan de lucha “sostenido y escalonado” contra el ajuste y la “proscripción” de la ex presidenta condenada por corrupción.

Pese al reclamo, el sindicato metalúrgico no impulsó un paro cuando se hizo el acto en apoyo de Cristina Kirchner, a diferencia de SMATA, otro gremio K, que ese día logró paralizar la actividad en las plantas automotrices de la zona norte del conurbano (Ford y Volkswagen en General Pacheco, la de Toyota en Zárate, y la de Mercedes-Benz en Virrey del Pino).

Otro bloque de sindicatos no emplazará en los próximos días a la CGT, pero, en la práctica, tomará distancia de su agenda y sus tiempos: se cristalizará con la marcha de protesta contra el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que tendrá lugar el miércoles a las 12, promovida por el flamante Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y los Salarios Justos.

Allí hay gremios con poder de fuego como los que pertenecen a la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que lidera Juan Carlos Schmid, e integran Juan Pablo Brey (aeronavegantes) y Pablo Biró (pilotos), además de sindicatos de las dos CTA y organizaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

Pero no es estrictamente lo mismo. Si Martínez se suma a la estructura anunciada por Milei para consensuar puntos de la modernización laboral será, sobre todo, para la CGT intente amortiguar los cambios drásticos que quiere la Casa Rosada en la legislación del trabajo y, en particular, frenar cualquier modificación que debilite al poder sindical.

Como ¿Qué dirá al respecto Hugo Moyano? El líder de Camioneros quedó fortalecido luego de una semana en la que piloteó la resistencia de la CGT a las presiones kirchneristas por un paro general en defensa de Cristina Kirchner. De paso, ante sus colegas cegetistas, volvió a desautorizar a su hijo Pablo, que había visitado a la ex presidenta y le dio el aval del sindicato de manera inconsulta. “Como ustedes saben, alguien de mi familia visitó a Cristina. Imagínense cómo nos cayó. Pablo la fue a visitar y ni me llamó por el Día del Padre”, se quejó, No fue lo único que hizo Hugo Moyano. También le hizo un guiño a Gobierno al firmar un aumento salarial que respeta el tope oficial: 3% en tres cuotas del 1% para junio, julio y agosto, más una suma fija de $45.000 y el pago de $18.500 por trabajador como contribución de los empresarios a la obra social de Camioneros.

La interna moyanista quedó al rojo por CFK, pero pasó inadvertido un dato: también defendió a la ex mandataria y reclamó a la CGT un paro general y una movilización Marcelo Pariente (motoqueros), aliado de Pablo Moyano, en su condición de titular de una de las tres versiones de las 62 Organizaciones, el tradicional brazo político del sindicalismo peronista.

El líder de Camioneros, que en estos días les pasó a Cristina Kirchner y su hijo Máximo todas las facturas por tantos años de destrato, se consolidó como socio de la alianza que maneja la CGT, donde figuran Héctor Daer (Sanidad), Octavio Argüello (Camioneros) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), más los independientes Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y aliados como Julio Piumato (judiciales), Rodolfo Daer (Alimentación),Jorge Sola (seguro) y Sergio Romero (UDA), entre otros.

Frente a frente, como durante el gobierno de Cristina Kirchner, las dos grandes corrientes sindicales ya empezaron a precalentarse para medir fuerzas en el congreso de la CGT para elegir su nuevo secretariado, que se hará en la primera quincena de octubre.

Ya se sabe que no seguirán Daer ni Acuña como cotitulares y se acaba de abrir nuevamente el debate sobre el esquema de conducción que debería tener la CGT. Ya lo explicitó Schmid en diálogo con Radio Perfil: “No puede haber más un triunvirato. En la CGT hay que volver a un solo secretario general >Hoy, sin embargo, no hay un dirigente que condense el apoyo de la mayoría de sus pares como para convertirse en el jefe único de la CGT. Otra vez se habla del “modelo Ubaldini”, en alusión a un dirigente menos conocido y de un gremio chico para conducir la central obrera sin compromisos con los sectores internos. Pero cuando Lorenzo Miguel (UOM) y Diego Ibáñez (SUPEH) propusieron al ignoto dirigente del Sindicato de Cerveceros fue con la idea de poder manejarlo desde las sombras. ¿Tratarán de hacer lo mismo ahora algunos líderes sindicales?

Fuente: telam

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