18/05/2025
El prodigio de la Virgen Dolorosa que marcó la historia religiosa de Ecuador

Fuente: telam
En 1906, una imagen de la Virgen Dolorosa parpadeó frente a decenas de estudiantes de un colegio jesuita de Quito. El hecho, investigado por la Iglesia, fue reconocido como sobrenatural y consolidó una de las devociones más arraigadas del catolicismo ecuatoriano
>El 20 de abril de 1906, un grupo de estudiantes del entonces internado del Colegio San Gabriel, dirigido por la Compañía de Jesús en el centro histórico de Quito, fue testigo de un evento que cambiaría para siempre la historia religiosa del Ecuador. Según los testimonios recogidos, mientras cenaban en el refectorio, uno de los jóvenes notó que la imagen de la Virgen Dolorosa colgada en una de las paredes abría y cerraba los ojos. “Fue algo que conmocionó profundamente a la comunidad educativa de entonces. No es natural que una imagen tenga movimiento”, explicó a Infobae el padre Jorge Lasso S.J., rector actual de la Unidad Educativa San Gabriel.
La Iglesia actuó con cautela. “Frente a este tipo de manifestaciones, la institución siempre ha sido muy rigurosa. Se abre un proceso de investigación que incluye entrevistas, exámenes científicos e incluso psicológicos, para descartar cualquier otra causa”, explicó el padre Lasso. En efecto, la autoridad eclesiástica de la época —encabezada por el entonces Vicario Capitular de Quito, Monseñor Ulpiano López Quiñónez— ordenó entrevistar a cada uno de los testigos, analizar la imagen y el espacio físico, e incluso evaluar si se trataba de una posible histeria colectiva.
El reconocimiento a esta devoción llegó incluso al más alto nivel de la Iglesia universal. En 2015, durante su visita apostólica a Ecuador, el Papa Francisco –primer Pontífice jesuita de la historia– rindió un especial homenaje a la Virgen Dolorosa en Quito. El Papa Francisco quiso detenerse a orar unos minutos ante la imagen milagrosa, que para entonces se encontraba en el altar de la iglesia jesuita de La Compañía de Jesús (en el centro de la ciudad).
Para el Colegio San Gabriel, el milagro de 1906 no es solo un recuerdo histórico, sino un pilar vivo de su identidad institucional. Lejos de ser una anécdota del pasado, la presencia de María Dolorosa inspira cotidianamente el quehacer educativo y espiritual en el campus. “Yo creo que resulta natural en un colegio católico promover la devoción a la Virgen María”, afirma el padre Lasso.
Para el sacerdote, el significado de ese suceso no solo fue espiritual, también fue simbólico, pues ocurrió en un momento histórico en que se debatía intensamente el rol de la religión en la educación. Para el sacerdote la mirada de la Virgen fue una forma de recordar que la fe sigue acompañando el camino de la juventud, incluso en los momentos de mayor tensión social o política: “Por eso es la patrona de la educación católica en Ecuador”, aseguró.A 119 años del prodigio, la imagen original se conserva en una capilla del colegio, hoy ubicado en el norte de la capital ecuatoriana. Aunque el suceso no es el centro del proyecto pedagógico, sigue siendo una referencia espiritual importante. La fecha del 20 de abril se conmemora cada año con actos litúrgicos y actividades formativas.Actualmente, el colegio apuesta por una pedagogía integral que incluye proyectos interdisciplinarios, actividades artísticas, deporte competitivo y formación espiritual. La presencia de la Virgen Dolorosa en la vida escolar es constante y permanece arraigada la devoción incluso en los ex alumnos de la institución.
El suceso de 1906 permanece, entonces, como una referencia histórica y espiritual que ha acompañado generaciones. No es solo un hecho extraordinario conservado en la memoria religiosa del país; es también un símbolo de cómo la espiritualidad puede convivir con la razón y enriquecer uno de los proyectos educativos más reconocidos del país.
Fuente: telam
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