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29/03/2025

El misterioso retrato que podría cambiar la historia de Lady Jane Grey: la monarca inglesa conocida como “Reina de los Nueve Días”

Fuente: telam

Una nueva investigación sugiere que una pintura olvidada por siglos sería el único retrato auténtico de la reina que gobernó solo nueve días

>Durante más de tres siglos, un retrato de una joven con la cabeza cubierta por una cofia blanca y una expresión serena fue considerado la imagen de En el presente, gracias a una investigación liderada por Lady Jane Grey no llegó al poder por elección propia. En el tumultuoso contexto político y religioso de la Inglaterra del siglo XVI, fue impulsada por figuras poderosas como el duque de Northumberland, que la casó con su hijo y la presentó como sucesora legítima tras la muerte de Eduardo VI, el hijo de Enrique VIII.

En ese sentido, Jane fue acusada de alta traición, encarcelada y ejecutada el 12 de febrero de 1554. Tenía solo 16 años.

El retrato en cuestión —ahora expuesto en Wrest Park, en Bedfordshire— fue adquirido por Anthony Grey, XI conde de Kent, en 1701, como imagen de Lady Jane Grey. Durante generaciones, fue considerado su representación oficial. Pero las dudas sobre su autenticidad llevaron a que se lo descartara como tal por parte de los especialistas en historia del arte en las últimas décadas.

En el marco de su regreso a Wrest Park, English Heritage, con la colaboración del Courtauld Institute of Art y del dendrocronólogo Ian Tyers, emprendió un análisis técnico detallado para examinar el origen y las transformaciones de la pintura.

“Aunque no podemos confirmar que se trate definitivamente de Lady Jane Grey, los resultados ciertamente aportan argumentos convincentes”, afirmó Rachel Turnbull, conservadora principal de colecciones en English Heritage.

Además, en el reverso se encontró una marca de mercader que coincide con la de un retrato de su primo, Eduardo VI, lo que sugiere un origen común o una proximidad temporal en su ejecución.

Pero el dato más intrigante surgió al observar lo que la pintura oculta: bajo la superficie actual, los investigadores detectaron modificaciones importantes en el vestuario, en la orientación de la mirada de la figura e incluso en el tocado.

No obstante, los cambios más llamativos se concentran en el rostro: los ojos de la figura, actualmente dirigidos hacia la izquierda, originalmente miraban hacia la derecha, por fuera del cuadro.

Además, ojos, boca y orejas fueron deliberadamente rayados, una forma de vandalismo simbólico frecuente en los siglos XVI y XVII, vinculada a ataques religiosos o políticos. Según English Heritage, una imagen póstuma de Jane en la National Portrait Gallery de Londres presenta rayados similares, lo que refuerza el paralelismo.

La investigación sobre el retrato no solo se centró en identificar a la joven retratada, sino también en comprender cómo y por qué la imagen original fue alterada.

Según los especialistas de English Heritage, estas intervenciones podrían haber tenido un objetivo político: convertir un retrato de corte regio en una imagen acorde con la construcción póstuma de Lady Jane Grey como mártir protestante.

También en su brazo derecho se detectaron bandas bajo la tela, que podrían corresponder a un adorno más complejo, hoy invisibilizado bajo el nuevo vestuario. Estas elecciones no parecen accidentales: al simplificar el atuendo, se proyecta una imagen de humildad y devoción religiosa, reforzando el relato de Jane como víctima inocente de las luchas dinásticas.

El tocado también fue manipulado. Originalmente, la joven llevaba una cofia de forma distinta, con indicios de una capucha superior —prenda asociada a la nobleza— e incluso un velo que colgaba detrás de su cabeza, luego suprimido por sobrepintado.

Los cambios en el rostro son aún más significativos. El hecho de que los ojos, la boca y las orejas hayan sido rayados a propósito sugiere una acción violenta posterior a la realización del retrato. Este tipo de iconoclasia era común en tiempos de agitación religiosa: borrar o desfigurar rostros se usaba como forma de negar autoridad, identidad o poder espiritual a los representados.

De ser así, el cuadro no solo representaría a Jane Grey, sino también el modo en que la historia y el poder reescriben las imágenes para servir sus propios fines. La intervención de siglos posteriores habría reconfigurado un retrato político en una herramienta visual de propaganda religiosa, ajustando su simbolismo al clima ideológico de la Inglaterra post-Tudor.

Fuente: telam

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