13/03/2025
Pese a que se rompió la tregua, el Gobierno convoca en secreto a dirigentes de la CGT y abre un canal para evitar la ruptura

Fuente: telam
Lo está haciendo el secretario de Trabajo, Julio Cordero, para ayudar a generar empleo tras la catástrofe que se produjo en Bahía Blanca. Pero el gesto del funcionario aún no tiene un correlato desde el sindicalismo. Por qué algunos dialoguistas dejaron de serlo
>La CGT rompió el diálogo con el Gobierno, pero el Gobierno no rompió el diálogo con la CGT. Parece un juego de palabras, aunque no lo es: refleja lo que está pasando en estas últimas horas en que, tras una larga tregua, la central obrera decidió endurecerse y poner en marcha sus mecanismos para concretar otra medida de fuerza contra la administración libertaria. Sin embargo, fuentes oficiales revelaron a Infobae que desde la Secretaría de Trabajo “se está convocando con muy bajo perfil a los dirigentes sindicales para ayudar a la reconstrucción productiva y laboral en Bahía Blanca”.
“Luego veremos si los dirigentes de la CGT quieren reunirse para los temas generales del país -afirmó la fuente consultada-. El diálogo es permanente en los temas laborales. De todos modos, en un año electoral tan importante, se mezclan otros factores y ya sabemos qué posición política van a tomar”.
Este último comentario confirma lo que circula en los pasillos de la Casa Rosada: la sospecha de que la CGT rompió la tregua con el Gobierno porque la mayoría de sus integrantes está jugando en favor del proyecto político de Axel Kicillof. Según creen los libertarios, los sindicalistas apuestan a que el gobernador gane las elecciones en la provincia de Buenos Aires para golpear a Milei y debilitar su gestión. Y, a la vez, quieren dejarlo bien posicionado como candidato presidencial para 2027.Por ahora, los canales de diálogo del Gobierno y la CGT se mantienen intactos, pero aún no está claro si la Casa Rosada responderá con hostilidad al sindicalismo o si, en cambio, promoverá el diálogo para impedir una ruptura de las relaciones y pacificar el frente gremial en un año complejo.Por ahora, el tablero sindical se agitó por la decisión de la CGT de pasar de una plácida siesta a una repentina carrera que terminará con un plan de lucha. Uno de los principales factores que explican ese viraje es el componente electoral. No sólo el vinculado con los comicios nacionales de renovación legislativa, sino también con las votaciones que habrá a lo largo de este año en una veintena de importantes sindicatos para renovar las autoridades: en ese pelotón se ubican figuras como Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), Luis Barrionuevo (gastronómicos), Sergio Palazzo (bancarios), Juan Carlos Schmid (CATT y FEMPINRA), Rodolfo Daer (Alimentación), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Amadeo Genta (municipales porteños), Claudio Marín (telefónicos), Jorge Sola (seguros), Alejandro Crespo (neumáticos) y Facundo Moyano (peajes), entre otros.
Además, en noviembre próximo, después de las elecciones nacionales del 26 de octubre, la CGT realizará su congreso para elegir al nuevo Consejo Directivo que tendrá mandato hasta 2029. Ese doble desafío electoral, más el de la renovación del Congreso de la Nación, explican muchos comportamientos de la dirigencia cegetista, como el repentino sesgo beligerante.En el ambiente sindical aseguran que la preocupación del líder de Sanidad es tan grande que anticiparía las elecciones del sindicato para junio (iban a hacerse en noviembre) y así complicar el plan de los rebeldes internos de armar una nómina para competir contra el oficialismo.
Daer dio en las últimas horas un paso importante para que deje de ser considerado dialoguista dentro de la CGT y el mismo camino siguió el secretario adjunto cegetista, Andrés Rodríguez, quien como líder de UPCN ejercía una oposición moderada a la reforma del Estado impulsada por Milei, pero ya está virando hacia posturas de rechazo más duras: el sindicato marchó el viernes pasado para protestar contra los despidos en el Ministerio de Capital Humano y el propio gremialista advirtió que, “con el pretexto de una supuesta reformulación del Estado para achicarlo a su mínima expresión, despiden con odio y de manera arbitraria a trabajadores públicos nacionales”.Acaso el último dialoguista que no se aparta -hasta ahora- de su predisposición a negociar con el Gobierno es Gerardo Martínez, titular de la UOCRA. No fue a la reunión de la mesa chica de la CGT donde se rompió la tregua con el Gobierno porque estaba en Ginebra, Suiza, por su actividad como miembro del Consejo de Administración de la OIT. A su regreso, ¿se mantendrá en su posición moderada ante el oficialismo o se sumará a la flamante actitud ultraopositora de sus colegas?
Fuente: telam
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