13/03/2025
La motoviajera solitaria que recorrió todas las provincias y ya hizo 110.000 km: “Convertí mi sueño en un estilo de vida”

Fuente: telam
Sofía Lugón tiene 29 años y nació en Santo Tomé, Santa Fe. Su compañera de aventuras es una Honda Biz 125, un vehículo diseñado para ciudad que ella describe como “una moto para hacer mandados”
>En su presentación de Instagram, Sofía Lugón se autodefine como “motoviajera, youtuber y amante de mi país”. A los 29 años, ya lleva transitados 111.000 kilómetros y recorridas todas las provincias. Su deseo de explorar cada uno de los rincones de la Argentina la llevó a acelerar a fondo para dejar atrás una etapa oscura de su vida y focalizarse en lo que más desea: “Ser feliz”.
Su compañera de aventuras es una Honda Biz 125, un vehículo diseñado para ciudad que ella describe como “una moto para hacer mandados” y que apodó “Pandita”. ¿El motivo? A diferencia de otros modelos más livianos y estilizados, esta tiene un baúl grande que la hace ver más robusta. Su combinación de colores blanco y negro le recordó a un panda, y el nombre no solo quedó para siempre, sino que también le sirvió para darse a conocer en las redes como @panditaonroad.
Sofía inició su proyecto de recorrer Argentina en moto a mediados de 2021. Luego de varios meses organizando su equipo, vendiendo pertenencias y alquilando su casa de Santo Tomé, Santa Fe, salió a la ruta el 21 de septiembre de aquel año en su primer gran viaje hacia Ushuaia.
Sin embargo, para llegar a ser la mujer libre que es hoy, Sofía tuvo que sortear varios obstáculos. “Me fui de mi casa apenas salí de la secundaria, por problemas familiares”, recordó. No pudo estudiar una carrera y el mundo laboral se convirtió en su única escuela. “Fui saltando de un trabajo a otro, todo en atención al público”, contó. Eso le permitió ahorrar lo suficiente para financiar sus primeras aventuras en moto hasta que, en 2020, algo en ella se rompió por completo.
La depresión la hundió en un pozo oscuro del que parecía imposible salir. Venía arrastrándola desde 2017, pero fue en plena pandemia cuando tocó fondo. Sin embargo, en esa caída encontró la respuesta: pidió ayuda, comenzó un tratamiento y, cuando finalmente se sintió fuerte, tomó una decisión radical.“No voy a hacer nunca más algo que no quiera hacer”, se dijo a sí misma. Y con esa promesa, empezó a vender todo lo que tenía, a equipar su moto, a prepararse para una nueva vida.Así fue como con su moto blanca -que con el tiempo llenaría de calcomanías y recuerdos de cada lugar visitado- recorrió desde los caminos de ripio de la Patagonia hasta los que se encuentran a 3.500 metros sobre el nivel del mar en la Puna jujeña. “Fui completando la Ruta 40 en tres etapas. Primero desde el kilómetro cero hasta Bariloche, después hasta San Juan y finalmente hasta La Quiaca”, recordó con orgullo.
“Siempre digo que lo que más disfruto de un viaje son los caminos más que los destinos”, aseguró. Entre los más fascinantes y emocionantes que recorrió están el Paso Garibaldi, en Tierra del Fuego; los Caracoles de Villavicencio, junto con la Ruta 7 hasta el Cristo Redentor de los Andes, en Mendoza; y la Cuesta del Portezuelo, en Catamarca. “Son rutas que, para mí, solo pueden apreciarse en toda su magnitud cuando se recorren en moto”, sentenció.
Cuando llegó a La Quiaca en agosto de 2023, supo que había logrado lo que pocos motoviajeros podían decir: había unido el país de punta a punta. Pero no fue fácil. La moto, con tantos kilómetros encima, pidió auxilio en varias oportunidades y encontrar un buen mecánico en el camino no siempre fue posible.Después de eso, decidió que nadie más tocaría su moto sin que ella entendiera qué estaban haciendo. Aprendió mecánica de motoviajeros, de mecánicos amigos, de un exnovio. Y además, cuando se instaló en Rosario por un tiempo, comenzó a trabajar en un taller mecánico. Hoy, si algo le falla a su moto en medio de la nada, sabe que puede resolverlo.
Entre los beneficios que tiene circular en una moto “de mandados” es que los repuestos son baratos comparados con los de motos más grandes y se consiguen en cualquier lado. Además, el mantenimiento es más sencillo. “No se necesitan herramientas raras ni mecánico para hacerlo, así como aprendí yo cualquiera lo podría hacer”, afirmó.El 2023 también fue un año muy importante para su economía personal, ya que logró vivir 100% de sus redes. A la monetización de Youtube le siguieron los sponsors en Instagram, las invitaciones a eventos de la industria y la participación en lanzamientos de nuevos modelos.
En abril, volverá a la Ruta 40 para recorrer la Patagonia en otoño. Partirá desde Rosario, donde vive actualmente. Sin mapas rígidos ni fechas de regreso, su único destino es el que la haga feliz. Porque para Sofía, viajar no es solo moverse de un punto a otro, sino una forma de disfrutar vida. Y mientras haya una ruta por delante, siempre habrá una nueva aventura esperando. Porque mientras haya caminos por explorar, Sofía seguirá en rodando.Fuente: telam
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