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19/12/2025

Reforma laboral: tras la postergación del debate en el Senado, la CGT presionará por nuevos cambios en el proyecto

Fuente: telam

Los sindicalistas, que se movilizaron ante la Casa Rosada y amenazaron con un paro general, creen que ahora tendrán tiempo de eliminar o atenuar artículos que rechazan. Qué pasó en la Plaza de Mayo

>No fue la movilización tan contundente que se esperaba, pero la CGT quedó conforme con la protesta callejera contra la reforma laboral en la Plaza de Mayo. Sobre todo porque transcurrió sin incidentes, pese a los temores de que se produjeran hechos de violencia, y a la noticia que fue festejada por los dirigentes como un gol de Lionel Messi en el Mundial: el oficialismo debió postergar hasta febrero el debate del proyecto oficial en el Senado.

Aun así, la postal que dejó la movilización cegetista fue dispar. En las filas sindicales aseguraron que en la Plaza de Mayo hubo 180 mil manifestantes, pero no fue la sensación que dejó a simple vista el lugar del acto porque se podían apreciar muchos espacios vacíos. Sin embargo, tampoco pareció que hubieran concurrido sólo 25 mil, como dejaron trascender desde la Casa Rosada.

Como siempre, hubo sindicatos que movieron todo su aparato para movilizar a sus afiliados y activistas, como la UOCRA, UPCN, Camioneros, Comercio y UDA, entre otros, y llamó la atención que, a diferencia de otros actos cegetistas, no dejaron subir al escenario central a los líderes de las dos CTA ni a los políticos (desde Axel Kicillof hasta Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi).

De todas formas, la CGT salió airosa del desafío de salir a la calle sin que se produjeran disturbios: existía temor de que aparecieran “infiltrados enviados por el Gobierno” para dejar asociado al sindicalismo con la violencia.

Incluso, si alguien temía que esta nueva CGT de impronta más dialoguista diera señales demasiado conciliadoras, los 3 cotitulares apagaron cualquier eventual crítica al anticipar que harán una huelga si la reforma laboral avanza sin modificaciones. Ese era el reclamo que llevaron a la Plaza de Mayo no sólo la izquierda trotskista sino también algunos sindicatos kirchneristas, cuyos activistas estaban dispuestos a abuchear a los líderes de la CGT si ofrecían un discurso demasiado “blando”.

En los incidentes de hace ocho años, los manifestantes se robaron el atril con el logo de la CGT. Este jueves, quizás para evitar que se repitiera ese episodio, sacaron rápidamente el atril del escenario una vez que terminaron de hablar los 3 cotitulares cegetistas.

Lejos de los micrófonos y de los flashes, los sindicalistas admiten que el horizonte de una huelga de 24 horas no es tan cercano. Ahora que se postergó el debate en el Senado, la atención de la CGT estará puesta en las negociaciones que mantendrá para introducir nuevos cambios en el proyecto del Gobierno.

La sensación que tienen en la CGT es que hay artículos de la reforma laboral tan irritativos que fueron incluidos en el proyecto sólo para ser eliminados o atenuados en el contexto de una negociación política con el sindicalismo, los mandatarios provinciales y los legisladores.

Ubican en esa andarivel al artículo que jaqueará la recaudación de la cuota sindical al quitar la obligación del empleador de ser agente de retención de ese aporte o a la reglamentación del derecho de huelga en un amplio abanico de actividades, esa obsesión del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que ya fue considerada inconstitucional dos veces por la Justicia (figuraba en el DNU 70 y en el decreto 340).

Por eso ahora hay quienes imaginan un enero cargado de reuniones secretas para transformar esta reforma laboral rechazada por la CGT en una versión pasteurizada que habilite más apoyos y facilite su conversión en ley.

Después de todo, eso es lo que sucedió con el capítulo laboral de la Ley Bases: el Gobierno accedió a eliminar 42 artículos para que pudiera ser aprobada por el Congreso. Ahora, pese al reparto de bancas y al esquema de alianzas más favorable a los libertarios, Javier Milei tampoco tiene garantizados los votos para sancionar la reforma que tanto quiere y que más resiste la CGT.

Quedó demostrado este jueves con la inesperada postergación del debate del proyecto en el Senado, que, en el peor momento de un sindicalismo que parecía acorralado, le dio a la CGT un motivo de alegría. O, al menos, de temporario alivio hasta febrero.

Fuente: telam

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