17/12/2025
El Argentina Open, refugio del tenis sudamericano en medio de un calendario global cada vez más hostil
Fuente: telam
La edición 2026 se jugará en un contexto diferente al de años anteriores. Quiénes son las figuras nacionales e internacionales que ya confirmaron su presencia
>La edición 2026 del Argentina Open se disputará en un contexto distinto al de temporadas anteriores, en un año en el que la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) parece profundizar su orientación hacia un modelo centrado en el negocio: torneos de mayor envergadura, mejores ingresos y regalías, y una estructura que, en ese proceso, parece desplazar progresivamente al resto del Tour.
Ese escenario, sin embargo, se vuelve cada vez más complejo. Con palabras, Andrea Gaudenzi, CEO de la ATP, dejó en claro su postura al afirmar que existen demasiados torneos ATP 250, considerados “chicos” dentro de la estructura del circuito. Con hechos, su posición se tornó más concreta: impulsó la creación de un décimo Masters 1000, surgido del poder económico de Medio Oriente, promovió la fusión de certámenes para generar más torneos ATP 500 -categoría a la que la Argentina no logró acceder- y avaló, además, una reducción en la cantidad de eventos disputados sobre polvo de ladrillo.
“El sorteo de la Copa Davis fue muy malo para todos nosotros”, reconoció Martín Jaite, director del IEB+ Argentina Open. “Tampoco le vino bien a Brasil. Hablo permanentemente con Luiz Carvalho (director del Río Open y vicepresidente de IMG) y a ellos también les costaba atraer jugadores por la fecha en la que cae la Copa Davis”.
Desde el lado de los jugadores, Francisco Cerúndolo coincidió en la necesidad de sostener la gira sobre polvo de ladrillo en la región. “Es importante mantener las semanas de febrero. Si no fuera así, prácticamente sólo habría torneos de canchas lentas hasta Roland Garros, porque dejaron apenas dos semanas después del césped. Los jugadores no tenemos injerencia en esas decisiones y hay que adaptarse a jugar más en otras superficies. No hay que equivocarse: ahí están los torneos más importantes”, explicó.
En ese contexto, casi como una estrategia de supervivencia, Jaite remarcó que el polvo de ladrillo funciona como un diferencial para el torneo porteño. “Si cambiáramos a cemento, como me lo sugirieron muchas veces, competiríamos directamente con los árabes. Y no tenemos un presupuesto similar para atraer jugadores”, explicó, en referencia a las bolsas de premios y a las garantías que se pagan en esa región.
El Argentina Open 2026 será, además, el primer torneo sobre canchas lentas del calendario y quedará inmediatamente pegado al fin de semana de la Copa Davis, un factor que complica la convocatoria.
Por otro lado, la cercanía con la primera serie del año por la Ensaladera de Plata vuelve a la Argentina un destino lejano para muchos jugadores. La mayoría de las series de febrero se disputan en estadios cubiertos, en pleno invierno y sobre canchas duras, lo que implica viajes de al menos 12 horas, cambio de superficie y de huso horario, con la consecuente necesidad de adaptación.
Durante años circuló en el hemisferio norte una frase, repudiada en su momento por Guillermo Vilas, que minimizaba la relevancia de Sudamérica por su escaso impacto en la “industria del tenis”. Sin embargo, la continuidad de un sponsor principal, la alta demanda de empresas interesadas en sumarse a un torneo que ya no tiene espacio publicitario disponible y la fuerte convocatoria sostenida a lo largo de 26 años de historia del ATP 250 porteño refutan ese prejuicio.
Con siete jugadores dentro del Top 100 y un torneo consolidado tras casi tres décadas ininterrumpidas, la Argentina sostiene su lugar en el calendario y defiende la tradición del polvo de ladrillo, una superficie que busca, contra viento y marea, ganar más semanas en el circuito profesional.
Fuente: telam
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