>El tratamiento del proyecto de Ley de reforma laboral que ingresó al Congreso este jueves ha generado una gran expectativa en el sector automotor porque tiene incluidas, dentro de un capítulo específico, una serie de reformas tributarias e impositivas entre las cuales figura la eliminación del impuesto interno conocido como impuesto al lujo.

Sin embargo, existen dudas de que realmente pueda concretarse antes de fin de año. El cuestionamiento fue planteado por algunos diputados de la oposición, quienes argumentaron que las cuestiones tributarias deben entrar al Congreso por vía de la Cámara de Diputados y no de Senadores como se hizo. Pero más allá de esta cuestión jurídica, lo cierto es que los propios legisladores ya comentan que no llegarían con los tiempos para que la iniciativa esté aprobada antes de fin de año. Y si llegara a ocurrir que logra el aval del Senado, luego debe ir a Diputados. En el medio, están las fiestas, que caen a mitad de semana.

Si bien la mayoría de las marcas que fabrican en la Argentina comercializan autos que están por debajo de la escala 2 del impuesto al lujo, el portafolios de productos tiene modelos importados que sí lo pagan. Los vehículos que actualmente tributan este impuesto son aquellos que tienen precios superiores a los $103.000.000 o unos UDS 71.000.

Una de ellas, probablemente la más identificada con los autos de lujo, es Mercedes-Benz, que tiene 23 de los 30 modelos que comercializa en la Argentina a través de su representante oficial, Prestige Auto, alcanzados por la escala 2 del impuesto al lujo.