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06/12/2025

Cannabis terapéutico: en qué tres enfermedades hay evidencia y por qué alarma la automedicación

Fuente: telam

Científicos de la Universidad de Harvard y otras instituciones de los Estados Unidos advierten sobre el uso creciente de productos derivados del cannabis sin supervisión profesional. Alertaron que faltan estudios contundentes que avalen muchos de los beneficios atribuidos a estos compuestos

>El Se habla de cannabis terapéutico cuando los profesionales de la salud indican productos en base a canabinoides para tratar Ahora, un grupo de investigadores de los Estados Unidos realizó una revisión sobre los usos médicos del cannabis y los canabinoides en distintas enfermedades.

Descubrieron que no hay pruebas científicas sólidas que respalden el uso del cannabis o canabinoides para tratar la mayoría de las enfermedades. Publicaron la revisión en la Tras analizar los resultados, los científicos remarcaron que los profesionales de la salud deben brindar una guía clara y basada en la evidencia actualizada para apoyar las decisiones seguras sobre el uso terapéutico del cannabis.

El doctor Hill trabajó con la colaboración de investigadores que pertenecen a la Universidad de California en Los Ángeles, Universidad de California en San Francisco, la Universidad de Nueva York, y a la Universidad de Washington.

Aún no hay pruebas suficientes que respalden el uso de cannabis terapéutico para la enfermedad de Parkinson, dolores agudos o crónicos ni para tratar el cáncer directamente. Solo estas indicaciones aprobadas cuentan con evidencia sólida:

    El cannabis proviene de plantas del género Cannabis, que incluyen Cannabis sativa, Cannabis indica y sus híbridos. Estas plantas se cultivan en muchas regiones del mundo y contienen más de cien compuestos llamados fitocanabinoides.

    Según la revisión publicada en JAMA, el consumo se considera terapéutico cuando se emplea para tratar síntomas de enfermedades bajo la orientación de un profesional de la salud.

    El uso terapéutico solo se reconoce en productos con componentes aprobados, dosis reguladas y una finalidad clínica concreta.

    “Los canabinoides de grado farmacéutico purificados o sintéticos que cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para el tratamiento de condiciones médicas específicas requieren una receta de un profesional autorizado”, escribieron los investigadores.

    El equipo científico realizó la revisión porque, desde su análisis anterior en 2015, el uso del cannabis terapéutico creció de manera notable en diferentes países. La aceptación social y las regulaciones variaron mucho desde entonces y se generaron nuevas preguntas.

    Durante ese tiempo, personas con problemas de salud comenzaron a recurrir al cannabis para tratar síntomas diversos, muchas veces sin evidencia científica fiable.

    La oferta de productos también se diversificó y surgieron mensajes contradictorios sobre su eficacia y su seguridad.

    Por lo cual, los investigadores consideraron que era necesario actualizar la información sobre la eficacia, riesgos y recomendaciones clínicas asociadas al cannabis medicinal. Al hacer la revisión de nuevo, buscaron dar una visión completa y actualizada basada en estudios recientes.

    Analizaron ensayos clínicos aleatorizados, estudios observacionales, revisiones sistemáticas, meta-análisis y guías internacionales. Así, evaluaron investigaciones publicadas entre 2010 y 2025.

    Entre los principales resultados, encontraron que la evidencia a favor del cannabis terapéutico solo es sólida para tratar náuseas y vómitos por quimioterapia, pérdida de apetito por VIH/Sida y algunos tipos graves de epilepsia infantil. No detectaron pruebas suficientes para otras enfermedades frecuentes.

    Los expertos advirtieron que los efectos adversos del cannabis pueden aparecer tanto con el uso medicinal como recreativo. Los riesgos incluyen trastornos por consumo, ansiedad y síntomas psicóticos, así como problemas de memoria, atención y aprendizaje.

    Los expertos enfatizaron en que la falta de supervisión profesional eleva la probabilidad de complicaciones. Además alertaron que las personas no deben manejar ni operar maquinarias después de consumir cannabis, sea medicinal o recreativo.

    “Me parece muy bien que se haya vuelto a realizar la revisión sobre el cannabis y sus usos terapéuticos. Hoy es más necesario que los profesionales de la salud se actualicen sobre cuándo se puede indicar en base a la evidencia y en qué afecciones no hay pruebas sobre su eficacia y su seguridad”, comentó el médico Santiago Hasdeu, magister en efectividad clínica y coordinador ejecutivo de la Red Argentina Pública de Evaluación de Tecnología Sanitarias (RedArets).

    “No se debería demonizar al cannabis al creer que es no sirve para nada y que es muy peligroso. Tampoco se lo puede considerar totalmente inocuo. Por eso, cada profesional de la salud debería hacer un balance de los beneficios y los riesgos del consumo y considerar los resultados de esta nueva revisión de estudios.

    “Hoy en América Latina existe un problema grave de automedicación con cannabis”, afirmó Carlos Damin, investigador, profesor titular plenario de Toxicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y director del Hospital Fernández.

    “Existen personas que tienen expectativas poco realistas y creen que cualquier enfermedad puede tratarse con cannabis, cuando en realidad solo hay evidencia científica sólida para las tres indicaciones concretas que fueron mencionadas por la revisión publicada en JAMA”.

    Además, se incrementa el peligro de consumir productos contaminados, con altas concentraciones de THC o no regulados, lo que puede llevar a intoxicaciones o complicaciones graves. La falta de orientación médica también puede interferir para detectar interacciones o efectos negativos con otros medicamentos.

    Fuente: telam

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