Viernes 7 de Noviembre de 2025

Hoy es Viernes 7 de Noviembre de 2025 y son las 12:53 ULTIMOS TITULOS:

07/11/2025

“Me enamoré cuando ya no pensaba volver a hacerlo”

Fuente: telam

Mi matrimonio y mi pareja posterior, habían sido, en teoría, para toda la vida. Y ahí estaba yo, separado las dos veces más allá de mis anhelos, juramentos y creencias. Si esas dos veces que habían sido “para siempre”, al final no lo fueron, ¿por qué no probar lo contrario en vez de pegarle un tiro preventivo a una relación que, supuestamente, no podía ser?

>No entiendo cómo llegué hasta acá. Estoy en una relación que me encanta, pero no tiene futuro.

En un restaurante al que iba a cenar con frecuencia solía atenderme una camarera que me llamaba mucho la atención. Además de ser muy linda, me resultaba atractiva por algo más que eso, como si estuviera rodeada de un halo de misterio. Por lo general solo intercambiábamos algunas palabras y sonrisas, sin pasar de ahí. Pero un día le anoté mi teléfono en un papel, y le dije que si tenía ganas, me escribiera. Nunca lo hizo.

Unos meses más tarde, empezó a hablarme más de lo que solíamos hacerlo antes de aquel desencuentro. Cuando me contó que estaba estudiando, se me hizo inevitable preguntarle su edad, porque me parecía que era grande para estar en la facultad. Casi me muero: tenía veinticuatro años menos que yo, la mitad de mi edad. Menos mal que no me escribió cuando le di mi celular, pensé.

Lo anoté, y le mandé un mensaje para que me agendara, descontando que habría tirado el papelito que le había escrito con mi número meses atrás.

Todo circulaba por esos carriles hasta que me fui una semana a la Patagonia. Necesitaba estar solo, descansar, leer, pensar, pero después de algunos días, sentí ganas de compartir con alguien. ¿A quién invitar? Era un asunto delicado, porque una cosa es cenar y tener sexo, y otra muy distinta es dormir y despertarse con esa persona. Ni hablar de tener que hacerlo durante varios días.

—Siempre me despachás apenas terminamos de coger —le reprochó una amante—. Al menos pidamos unas empanadas, así compartimos algo más.

—Y la verdad… las empanadas estuvieron de más —me confesó.

—Voy feliz —fue su respuesta, contundente.

Al volver a Buenos Aires, me di cuenta de que nuestro vínculo había dado un salto inesperado. ¿Y esto, de dónde salió? Sin saber a dónde me llevaría semejante sinceramiento, se lo conté. Ella sentía lo mismo.

—Somos como un yogur —le dije un día.

—Tenemos fecha de vencimiento. Cuando estamos juntos, no siento la diferencia de edad. Pero te llevo veinticuatro años. Vos tenés todo por vivir y yo estoy en una etapa en la que quiero ver cómo puedo estar más tranquilo, tener menos responsabilidades. Y el punto crítico es que en algún momento vas a querer tener hijos, lo cual me parece excepcional, pero yo ya tengo y no quiero empezar de nuevo. Por eso, más tarde o más temprano, estamos condenados a separarnos.

Su planteo me descolocó.

Pensé en mis miedos. El primero de todos, el miedo a sufrir. También, a no tener la fuerza necesaria para decir que no más adelante. O a verme envuelto en una telaraña emocional, en una situación fuera de mis planes de vida.

¿Qué pasaría si en vez de preguntarme cuánto va a durar, me preguntara cuánto me puede transformar esta experiencia?

Días después encontré un poema de Rilke que me conmovió.

Trata de amar tus propias dudas.

Lo importante es vivirlo todo.

Tal vez así, poco a poco, sin darte cuenta, puedas algún día vivir las respuestas.

*

Las certezas absolutas son más frágiles que lo que se construye en lo transitorio.

*Juan Tonelli es escritor y speaker, autor del libro “Un paraguas contra un tsunami”.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!