04/11/2025
Cuál es la máxima resolución que puede percibir el ojo humano, según un estudio de Cambridge
Fuente: telam
El análisis halló que la nitidez que las personas pueden distinguir varía según la distancia de visualización y el tamaño de la pantalla, no solo por la cantidad de píxeles
>Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge desafía una de las ideas más difundidas entre los amantes de la tecnología: que una pantalla con resolución 4K u 8K garantiza una experiencia visual superior. Según sus hallazgos, nuestros ojos tienen un límite de resolución, y más allá de ese punto, añadir píxeles no aporta un beneficio tangible.
El trabajo, Esa medida implica que el ojo puede distinguir aproximadamente 60 píxeles por grado de visión, pero los científicos descubrieron que la mayoría de las personas con visión normal o corregida pueden ver mucho más que eso.
“Si diseñas o evalúas la resolución de una pantalla basándote únicamente en una visión 20/20, subestimarás lo que la gente realmente puede ver”, explicó Ashraf.A 18 participantes con visión normal o corregida a la normalidad, se les mostraron dos tipos de imágenes de manera aleatoria: unas contenían líneas verticales de un píxel de ancho en combinaciones de blanco y negro, rojo y verde, amarillo y violeta; otras eran simplemente bloques grises. Los voluntarios debían indicar cuál de las dos imágenes contenía líneas.
“Cuando las líneas se vuelven demasiado finas o la resolución de la pantalla demasiado alta, el patrón no se distingue de una simple imagen gris”, detalló Ashraf. Los científicos definieron como “límite de resolución” el punto en que los participantes apenas podían diferenciar los patrones.Los resultados revelaron que el ojo humano puede percibir más detalles de lo que se suponía. Para imágenes en escala de grises vistas de frente, el promedio alcanzó 94 píxeles por grado (PPD), mientras que para patrones rojos y verdes la percepción se ubicó en 89 PPD y para combinaciones de amarillo y violeta, 53 PPD.En un segundo experimento, los investigadores evaluaron la nitidez del texto. A 12 participantes se les mostró texto blanco sobre fondo negro y viceversa, variando la distancia de visualización. Se pidió a los voluntarios que señalaran cuándo el texto era indistinguible de una versión de referencia nítida.
“La resolución en la que la gente dejó de notar diferencias en el texto coincidió con lo que vimos en los patrones de línea”, afirmó Ashraf. Estos hallazgos permiten comprender que, incluso en contenido cotidiano como películas, series o lectura en pantalla, el ojo alcanza un punto más allá del cual no percibe mejoras, independientemente de la cantidad de píxeles.“Si alguien ya tiene un televisor 4K de 44 pulgadas y lo ve a unos 2,5 metros de distancia, ya hay más detalle del que el ojo humano puede percibir. Actualizar a una versión 8K del mismo tamaño no mejoraría la nitidez de la imagen”, aseguró Ashraf.
En el caso de smartphones, monitores de computadora, anteojos de realidad virtual o sistemas de visualización en automóviles, es fundamental conocer el límite de percepción para optimizar la experiencia de usuario. Ashraf añadió: “Nuestros ojos son sensores limitados, y es el cerebro el que completa la imagen. Saber dónde está ese límite ayuda a diseñar pantallas más eficientes y realistas”.
Los resultados también aportan datos sobre la percepción cromática. Las pruebas demostraron que el ojo distingue menos detalles en combinaciones de color que en patrones en blanco y negro, lo que significa que la resolución no es el único factor que determina la calidad percibida de la imagen. El cerebro juega un papel crucial al interpretar las señales visuales, completando información que la pantalla no puede ofrecer, un fenómeno que ayuda a explicar por qué muchas veces un 4K o un 8K puede parecer idéntico a un 2K, dependiendo del contenido y de la distancia de visualización.Además, el estudio evidencia que, aunque la resolución es un componente importante, no es el único que define la calidad de imagen. Factores como el contraste, la uniformidad de la iluminación, la frecuencia de actualización y la calibración del color pueden influir más en la percepción que el mero conteo de píxeles. Esto explica por qué pantallas de menor resolución pero con buen procesamiento de imagen pueden ofrecer experiencias más satisfactorias que modelos ultra HD de gran tamaño.
Fuente: telam
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