01/11/2025
El régimen de Ortega fabricó un culpable para encubrir el brutal asesinato de un bebé: “Un paramilitar le disparó a mi hijo”
Fuente: telam
Beyker Ferreti lleva tres años preso, condenado por la muerte del recién nacido Teyler Lorío. El padre del niño y organismos de derechos humanos sostienen que fueron policías y paramilitares quienes dispararon
>El joven opositor Beyker Enrique Ferreti Hernández cumplió tres años en prisión este octubre. Tiene 25 años de edad. Cumple una condena de quince por el homicidio del bebé Teyler Lorío, asesinado el 23 de junio de 2018 durante las protestas de la Rebelión de Abril.
“Un paramilitar con arma de fuego me le disparó a mi hijo”, afirma Lorío en un video que publicó en redes sociales tras conocer el proceso contra el joven Ferreti. “Esta es la tercera persona a la que le quieren achachar la muerte de mi hijo. Él no estaba presente el día de la muerte de mi hijo el día que un paramilitar con arma de fuego calibre largo le disparó a mi hijo”.
El 23 de junio de 2018 era Día del Padre en Nicaragua. Nelson caminaba con su esposa, su hija de siete años y el pequeño Teyler, de catorce meses, en brazos. Iban rumbo a la casa de sus padres, en el barrio Las Américas Uno, de Managua.
En el acta de defunción, el hospital registró como causa de muerte “sospecha de suicidio”. En la pulsera plástica del cadáver se anotó “herida por arma blanca”. La pediatra que firmó el documento alegó después que se trató de un error administrativo.
Después del asesinato, la familia fue hostigada. Nelson Lorío recibió visitas de oficiales y funcionarios que le ofrecieron empleo, dinero y vivienda si cambiaba su versión.
Luego vinieron las amenazas. Lo detuvieron, lo interrogaron y lo liberaron tras advertirle que guardara silencio. Al final, se exilió en Costa Rica junto a su esposa y su hija. “No soy tan mala persona para decir que fue alguien que no fue”, dijo. “Fue el Estado”.Cuatro años después, en octubre de 2022, el régimen encontró un culpable conveniente. Beyker Ferreti había sido un joven activo en las protestas de 2018. Tenía 17 años cuando levantaba barricadas en los barrios orientales de Managua, cerca de la Universidad Politécnica.A finales de ese año, la familia decidió emigrar hacia Estados Unidos. Para llegar por tierra debían cruzar Nicaragua en condición de clandestinidad. El 20 de octubre de 2022, tras pasar el puesto fronterizo nicaragüense de El Guasaule, fueron detenidos por Migración de Honduras.
Sus padres siguieron el camino hacia Estados Unidos. Desde ese día, no volvieron a verlo libre. Fue recluido primero en el Distrito Tres de la Policía, luego en la Dirección de Auxilio Judicial, y más tarde en el penal “La Modelo” de Tipitapa.
No le permiten visitas. Su familia solo puede enviarle comida y paquetes. “Está preso por razones políticas”, denunció el Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos, GREX, que asumió su defensa pública.El proceso estuvo lleno de irregularidades. La jueza Ulisa Yaoska Tapia Silva, del Juzgado Décimo Tercero de Distrito Penal de Juicio de Managua, basó su sentencia únicamente en los testimonios de cinco oficiales de la Policía y un civil identificado como Hernaldo Salinas.
Los cinco agentes se presentaron como parte del equipo que investigó el caso. Salinas, según vecinos y familiares del bebé, es militante sandinista del barrio. Dijo que vio a Ferreti disparar a seis metros de distancia, aunque no explicó cómo lo identificó entre decenas de personas armadas.El juicio duró apenas un mes. El fiscal Sandro Peña pidió la pena máxima por homicidio: quince años. El 20 de diciembre de 2022, la jueza dictó condena. Beyker fue trasladado a Tipitapa con la orden de cumplir su pena hasta octubre de 2037.
El abogado defensor alegó que el proceso violó el principio de presunción de inocencia y el derecho a defensa. Señaló que la Ley 996, aprobada por el propio régimen en junio de 2019, concedía amnistía a todos los que participaron en los hechos relacionados con la crisis de abril. “Aunque hubiera sido culpable, la ley lo cubría”, explicó en su escrito. “Pero no lo era. No hubo evidencia, ni arma, ni motivo, ni presencia comprobada en el lugar”.
El documento también señala la colusión de funcionarios hondureños en su entrega. El oficial que lo custodió, identificado como Nerbis, informó que lo entregó directamente a la Policía nicaragüense, inmediatamente y sin trámite legal alguno.
En noviembre de ese año, el juez Rolando Sanarrusia ordenó su detención por “hechos relacionados con la Rebelión de Abril”. Cuatro años después, esa acusación sirvió de base para imputarlo por el homicidio del bebé.
El Mecanismo para Personas Presas Políticas y la Unión de Presos y Presas Políticas de Nicaragua coinciden en que su caso es un montaje. “Es una forma de reescribir lo ocurrido en 2018. Quieren que parezca que los muertos fueron producto de un conflicto entre ciudadanos, y no de una represión de Estado”, dijo Yaritza Mairena, integrante de la organización, a la plataforma Confidencial.En 2021 fue detenido por unas horas en el norte de Managua, cuando preparaba una protesta relámpago por el tercer aniversario del crimen de su hijo. Lo liberaron tras interrogarlo sobre sus vínculos con la oposición. “Querían callarme”, contó.
En Managua, la familia de Beyker Ferretti sobrevive entre el silencio y la esperanza. Su tía Farid Germania Torres es quien le lleva la comida al penal. “No lo dejan ver a nadie”, dijo en una declaración ante GREX. “El 31 de diciembre le permitieron un paquete navideño. Nada más”.
Beyker Ferreti era un adolescente cuando tuvo que huir al exilio: había terminado el bachillerato en el Instituto Miguel Obando de Villa Austria. Sus amigos lo describen como un joven alegre, solidario, aficionado al fútbol y a la música.
En marzo de 2025, GREX registraba que Ferreti llevaba 872 días en prisión. No ha sido incluido en las listas de desterrados ni beneficiado por excarcelaciones. Organismos internacionales mantienen su caso bajo observación.
Beyker Enrique Ferreti Hernández sigue en prisión. El crimen por el que lo culpan sigue sin justicia. El padre del niño asesinado no se ha cansado de repetirlo: “Fue la Policía. Fueron los paramilitares”.
Fuente: telam
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