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27/10/2025

El terremoto “olvidado” de 1894 en San Juan: historias detrás del sismo más fuerte registrado en territorio argentino

Fuente: telam

La tarde del 27 de octubre la tierra tembló con epicentro en el noroeste de la provincia. El relato del matrimonio que sobrevivió a dos sismos con medio siglo de diferencia

>Cuando se habla de terremotos en San Juan, los argentinos piensan inmediatamente en dos. El primero que viene a la mente es el que ocurrió la noche el 15 de enero de 1944 y no se lo recuerda solo por sus efectos destructivos sino por un hecho que marcó a fuego la historia política del país, porque en uno de los tantos eventos que se realizaron para recaudar fondos para las víctimas El sismo de Caucete, una ciudad a 28 kilómetros de la capital sanjuanina, se desató a las 6.23 de la mañana, cuando la mayoría de la población recién despertaba y tuvo una magnitud IX, aunque su costo en vidas y daños económicos fue menor. Hubo 65 muertos, 284 heridos de distinta consideración y dejó sin techo a más de 40.000 personas. La red vial fue enormemente afectada, igual que las redes de riego y drenaje y la infraestructura ferroviaria. Por la licuefacción se produjeron numerosos daños en las líneas de transmisión de energía y las redes de distribución de agua potable.

El dictador Jorge Rafael Videla recorrió la zona del desastre tres días después acompañado por el gobernador militar de la provincia, el capitán de navío Vicente Lombardi. Uno de los momentos más tensos de esa visita ocurrió cuando un vecino interpeló al genocida, aislado de la gente por una fuerte custodia, con una pregunta: “¿Puede un argentino hablar con el presidente?”. La incomodidad de Videla fue evidente: se detuvo y atinó a responder con frases huecas. Más tarde, antes de subirse al avión que lo devolvió a Buenos Aires, dio una conferencia de prensa donde prometió toda la ayuda posible para la reconstrucción e instó con su característico tono cuartelero: “Todos los argentinos debemos luchar por el país, aún en momentos de desgracia”.

De la cobertura periodística de aquel sismo que también marcó a fuego la historia política argentina quedan las crónicas del periodista Alfredo Varela, que entrevistó a decenas de sobrevivientes. Entre esos artículos se destaca uno donde relata su diálogo con Francisco Carrizo y su esposa, Dolores Campos, los dos de 73 años, a quienes presenta como protagonistas de una inusual experiencia, la de haber sobrevivido no solo a ese terremoto sino a otro ocurrido medio siglo antes, el del 27 de octubre de 1894, el más fuerte ocurrido en el país.

En 1894, Dolores y Francisco tenían 23 años y estaba recién casados. “Habíamos esperado mucho para juntar las cosas. Francisco trabajaba en la municipalidad. Tuvimos unos mueblecitos, unas ropitas, un poquito de loza, y nos casamos nomás… Vivíamos en una casita pobre, al lado de la iglesia de Santa Rosa”, le contó Dolores al periodista Varela.

-Linda la casita – la interrumpió Francisco -. Sabíamos tenerla muy cuidadita. Los pobres cuidamos mucho nuestras cosas pobres… Hacía poco que nos habíamos casado y ésta ya tiraba para madre… Y vino el terremoto, esa tarde, como a las cuatro…

-Yo estaba sola en casa – retomó el relato la mujer -. Estaba arreglando unas ropitas que preparaba para cuando tuviera el hijo. ¡Y fue de repente un sacudón! ¡Yo salí al patio corriendo! ¡Y otro remezón más fuerte! ¡Y otro, y otro! Y la casa se nos vino al suelo. Aquel fue grande también. Cayeron muchas casas y hubo heridos y muertos…

-Y nada, ¿qué íbamos a hacer? Nos corrimos al campo y esperamos que pasara todo. Y empezamos de nuevo a juntar poco a poco los mueblecitos, para la topita, para un poco de loza – respondió Dolores.

Habían sobrevivido aquella vez y volvieron a hacerlo el 15 de enero de 1944. Para entonces tenían nueve hijos y treinta nietos a los que, cada tanto, Dolores y Francisco les contaban la historia de aquel lejano terremoto, el de 1894.

En el recuerdo de Francisco Carrizo, el terremoto del sábado 27 de octubre de 1894 se produjo a las cuatro de la tarde. Hay menos de media hora de diferencia entre el registro de su memoria y el hecho. La tierra se sacudió exactamente a las 16.25 con una intensidad máxima de IX en la escala primera escala de Mercalli, un sistema de medición de magnitud de sismos creado por el vulcanólogo italiano Giuseppe Mercalli apenas una década antes.

El movimiento telúrico duró entre 2 y 3 minutos y se sintió a 500 kilómetros a la redonda del epicentro. Afectó el noroeste de la ciudad de San Juan y causó daños y víctimas en esa provincia y La Rioja. En San Juan los departamentos más dañados fueron Caucete, Valle Fértil e Iglesia, además de Albardón, Angaco y Alto de Sierra. Causó también daños menores en Catamarca, Córdoba, San Luis y Mendoza. En su “Historia de San Juan”, Horacio Videla estima que las víctimas fatales en la provincia fueron 20 y que hubo 15 heridos de gravedad. Otras fuentes calculan 52 muertos en San Juan y 8 en La Rioja.

Las primeras noticias sobre el sismo llegaron a Buenos Aires recién a las diez de la noche. “Urgente: Una catástrofe cuyas proporciones no es dado precisar aún enluta a la provincia de San Juan. El temblor de tierra que a las 5 de la tarde se sintió en esta capital ha sacudido violentamente el suelo de la citada provincia produciendo el derrumbamiento que dan cuenta las primeras noticias que de allí llegaron sobre el luctuoso suceso que conmoverá ampliamente el sentimiento de toda la República”, decía el cablegrama.

La mañana siguiente el Ministerio del Interior dio a conocer un informe oficial sobre la situación en base a un diálogo entre el director de Obras Públicas de la Nación y un técnico de esa repartición que estaba en la capital sanjuanina. Decía:

Director: ¿Hay muchas casas completamente destrozadas?

D: ¿Siguen sintiéndose temblores?

E: Se sienten algunas veces, pero creo que no hay más peligro porque se han abierto muchas grietas, al lado norte del río, lugares denominados Angaso y Albardón y de las grietas sale mucha agua que es la válvula de seguridad de San Juan. Siguen sintiéndose movimientos en Albardón, situado a 20 kilómetros de la ciudad.

E: Sí, aunque no las piezas. Hay muchos que no han abandonado sus casas habitando en los patios y jardines.

E: La iglesia que más ha sufrido es la de las Mercedes. En cuanto a la catedral ha caído la parte superior de la torre del lado norte. La de San Agustín ha sufrido pocos desperfectos en torres. La iglesia de San Pantaleón se encuentra en mal estado por su pésima construcción. El frente de la capilla de los Dolores está derrumbado y no puede prestar servicios. El Colegio Nacional puede seguir prestando servicios. El Colegio Normal de varones ha sufrido deterioros, pero no hay peligros. La Casa de Gobierno ha sufrido bastante. El frente del teatro se ha caído completamente a la calle.

El terremoto impactó de manera muy fuerte también en La Rioja, donde hubo graves daños materiales y aproximadamente una decena de muertos. La mañana del 28, en un telegrama enviado por el gobernador Guillermo San Román al ministro del Interior de la Nación Manuel Quintana, se daba el primer informe de la situación:

Las crónicas de la época también reproducen un mensaje del gobernador a la población: “La catástrofe acaecida en la tarde del día de ayer donde hemos visto hundirse en escombros, en menos de un minuto, los esfuerzos y los sacrificios de muchos años, lejos de abatirnos debe retemplar el espíritu público para seguir en la lucha por la vida aún contra los desastres y calamidades públicas. Los pueblos como los individuos, cuando llevan un gran corazón, no se abaten ante los golpes del infortunio. Por el contrario, es en esos momentos solemnes de las duras pruebas cuando alzan con más altivez la frente, surgiendo del pedestal mismo de sus mayores desgracias, que fueron, son y serán siempre un lote obligado de las inconstancias de la vida humana”.

Fuente: telam

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