26/10/2025
Cómo llega la economía argentina a las elecciones legislativas: balance de mitad del mandato
Fuente: telam
Aunque redujo fuertemente las tasas de inflación y de pobreza, la gestión llega exhausta y con el auxilio del Tesoro de EEUU, al cabo de una trayectoria que tuvo tres etapas
>Si las elecciones legislativas que tendrán lugar este domingo se hubieran realizado allá por abril o mayo, el Gobierno habría llegado mucho más cómodo a la cita. Estaba fresco el escándalo del Libragate, pero los votantes aún podían apreciar el envión de crecimiento iniciado en el segundo trimestre de 2024, se había iniciado con éxito la La referencia no pretende hacer historia contrafáctica, sino subrayar el efecto que la marcha de la economía desde entonces, puntuada por escándalos políticos (los audios de Diego Spagnuolo sobre presuntas coimas en el área de Discapacidad, involucrando a Karina Milei; el “caso Espert”, prolongado en el “caso Villaverde”, candidata oficialista en Río Negro) tuvo sobre el estado en que la política económica oficial llega al turno electoral, a saber:
- Basada en la baja de la inflación a partir de una fuerte reducción del gasto y el logro de superávit fiscal primario, el ordenamiento de herencias envenenadas, como la “bola de Leliqs” y la deuda comercial oculta que le dejó el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, más el cambio de expectativas y el repunte de la actividad económica desde mediados de 2024, el Gobierno dejó atrás en abril el cepo para “personas humanas”, que desde entonces compraron entre USD 25.000 y 30.000 millones y dejaron en el sistema bancario una parte menor de esa dolarización de ahorros y reconstitución de canutos usados, entre otras cosas, para vacacionar fuera de un país que se había encarecido mucho respecto de sus vecinos. De ahí la fuerte caída de las “reservas internacionales netas” del Banco Central (BCRA), hoy similares a las que el gobierno recibió en diciembre de 2023. Esto a su vez desnuda lo que muchos consideran un “error no forzado” del gobierno: no haber comprado dólares al interior de la banda cambiaria y hacer de las reservas propias una segunda pata, complementaria del superávit fiscal, del esquema para convencer a los mercados de la viabilidad de la política económica y reducir el riesgo-país. En cambio, el Gobierno priorizó bajar más rápidamente la inflación, dijo que compraría solo en la parte inferior de la banda cambiaria (a $1.000 o menos), dejó pasar el período de mayor liquidación agroexportadora y luego, de apuro, eliminó durante 72 horas las retenciones hasta lograr que el sector liquide USD 7.000 millones de los cuales, para peor,No hay allí un dato a favor del cepo, sino sobre la importancia de generar confianza. La historia del cepo muestra en secuencia inversa que ni una montaña de votos puede sortear esa exigencia si se aplican políticas descabelladas. El 23 octubre de 2011 la fórmula Cristina Kirchner-Amado Boudou ganó en primera vuelta con el 54,1% de los votos y cuatro días después, el jueves 27, ambos (Boudou era aún ministro de Economía) instauraron el cepo cambiario a petroleras, mineras y aseguradoras y el viernes 28 lo extendieron a las personas. Si alguien quería comprar dólares debía dar un montón de datos personales y financieros online a la AFIP, que con un algoritmo que nunca se dio a conocer autorizaba o no, y cuánto. La respuesta era casi siempre negativa. El dólar valía poco más de cuatro pesos y diez años después, con cepo (que rigió la mayor parte del tiempo, salvo durante la gestión macrista, que lo reimpuso tras su derrota electoral), había aumentado casi 2.400 por ciento. La brecha cambiaria, alimentada a impuestos y prohibiciones, generó enormes distorsiones y negocios. Solo en la primera mitad del gobierno de Alberto Fernández se importaron 289 aviones de lujo. En la segunda, cuando la brecha superó el 100%, comprar aviones a tipo de cambio oficial (esto es, a mitad de precio, si se obtenía la correspondiente SIRA) y reexportarlos generó ganancias fabulosas en dólares gracias a un esquema que supuestamente defendía “la mesa de los argentinos” y clichés del estilo.
En agosto los índices de Confianza que publica la Universidad Torcuato di Tella alcanzaron los niveles más bajos durante el gobierno de Tan recientemente como septiembre, cuando sus dificultades eran ya inocultables -el peronismo había ganado con amplitud la elección bonaerense y desde EEUU le pedían que construya una coalición política que trascienda el color violeta- el presidente dijo en la Bolsa de Comercio de Córdoba que quienes lo ayudaron lo habían hecho especulando que fracasaría. No es casual la creación de una liga de gobernadores (Provincias Unidas) que sin dudas restará votos al oficialismo en la tenida de este domingo.
Además de estancamiento, un informe de la consultora Invecq destaca la marcada heterogeneidad sectorial. El nivel general de actividad de agosto de 2025 fue 3,4% superior al de noviembre de 2023. Pero mientras sectores “ganadores” como agro, minería y energía operaban 11% por sobre el nivel al que lo hacían cuando asumió Milei, los “perdedores” —construcción, industria y comercio— se ubican 6% por debajo. El problema es que esos tres sectores son los mayores empleadores de la Argentina, como muestra el gráfico de abajo, de un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea.
La diversidad también fue territorial: el Producto Bruto Geográfico (PBG, suerte de PBI) bonaerense está apenas 1% por sobre el nivel de noviembre 2023 “y en el conurbano probablemente por debajo, dada la alta concentración de sectores rezagados”, destaca Invecq.Es cierto, además, que con la caída de la inflación el gobierno logró reducir las tasas de pobreza e indigencia. Son dos cartas fuertes de la primera mitad de su gestión. Pero si ese tramo se divide en tercios, el primero fue el de pagar los costos del ajuste, el segundo el de los resultados positivos y el tercero, con el que se llega a la votación, el de dificultades en la economía del “metro cuadrado”, como llegar a fin de mes sin abusar de las tarjetas.
De hecho, el crédito, que jugó a favor durante buena parte del trayecto, acusa signos de cansancio: Un Entre febrero de 2024 y febrero de 2025 la recuperación permitió alcanzar el 94% del nivel previo de ingresos, pero desde marzo la tendencia se estancó y hasta mostró un leve retroceso, en línea con la marcha de la actividad económica, cuya trayectoria dibujó algo parecido al signo de una raíz matemática. De ahí el título del estudio: “La raíz del desencanto”, un proceso en el que la sociedad tolera el ajuste a la espera de una mejora que, al no concretarse, deriva en descontento.Cabe recordar, sin embargo, que el gobierno de Macri capotó en la segunda mitad, según muchos analistas por su excesivo gradualismo, que lo llevó a abusar del crédito en los mercados externos y, cuando se topó con una sequía y el retiro abrupto del crédito, a refugiarse en un mega-préstamo del FMI. Al actual gobierno no le fue dada la oportunidad del gradualismo. Como el propio Milei suele reiterar en sus discursos, recibió (sumando Tesoro y BCRA) un déficit del 15% del PBI, peor al de cualquier cuadro hiperinflacionario anterior, una resaca monetaria (pasivos remunerados del Central) al doble del Es cierto, el Gobierno evitó la hiperinflación que le había dejado “plantada” el kirchnerismo, que paradójicamente sería el principal beneficiario político de un traspié electoral oficialista. Pero también lo es que no puede considerarse exitosa una gestión que, al cabo de casi dos años, ni con la ayuda de la billetera más grande del planeta logra convencer a los mercados y a buena parte de los argentinos de que luego del domingo la política económica y la política a secas seguirán siendo las mismas.
Fuente: telam
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