24/10/2025
Cocaína, un departamento destruido y su otra víctima de violencia de género: la historia secreta del novio de Lourdes de Bandana
Fuente: telam
Leandro García Gómez, arrestado en la noche del jueves tras ocultar a la cantante en su departamento de Palermo, tiene una larga lista de demandas y causas en su contra en la Justicia. Fue condenado en 2020 por un episodio con una pistola
>La Policía de la CiudadA comienzos del día, la fuerza porteña había visitado el departamento de García Gómez de cara a las denuncias para hallar a su pareja. El hombre mintió. Dijo que Lourdes no estaba allí. Para cubrirse, no le permitió a la Policía registrar el lugar. Poco después, enfrentó a los móviles de televisión que aguardaban en la puerta para realizar una bizarra defensa. Horas más tarde, la fuerza regresó con una orden del juez. Ya no había margen para mentiras: Lourdes estaba allí. García Gómez fue enviado a una celda. La cantante de Bandana, al hospital Fernández.
Mientras tanto, queda el prontuario. Y el prontuario siempre habla. De acuerdo a los registros de la Justicia, García Gómez tiene una larga historia de violencia. Lourdes, para empezar, recibió un botón antipánico.Infobae accedió a registros policiales que demuestran la violencia que marcó la relación entre ambos. En noviembre de 2022, Lourdes denunció a García Gómez. Recibió el botón de alarma el día 26 de ese mes. El empresario terminó imputado. Sin embargo, la cantante entregó de vuelta el dispositivo a mediados de julio de 2023.
García Gómez fue sometido a monitoreo hasta el 21 de abril de 2021. Sin embargo, Infobae no halló ninguna condena al respecto. A lo largo del expediente, el empresario fue beneficiado con varios sobreimientos.
Hay más.En 2022, un hombre lo demandó en el Juzgado Civil N°103 por un cobro de suma de dinero por $1,3 millones, con un dólar a poco más de $100. Semanas atrás, el demandante pidió que el juzgado dicte sentencia de una vez por todas. La denuncia original, a la que accedió este medio, revela que García Gómez, siempre según el escrito, le alquiló un departamento amueblado en la calle Concepción Arenal, zona de Colegiales, en el complejo La Algodonera, que se convirtió en un teatro del caos.Los problemas llegaron rápidamente.
Comenzaron las facturas impagas. Siguieron las escenas de violencia.“En otras oportunidades la Policía de la seccional se constituyó en el edificio por llamadas y/o denuncias de los vecinos en cuyo caso el locatario no atendía a los funcionarios policiales o daba respuestas elusivas, hechos de los que se dejó constancia en el libro de la guardia del edificio”, agregó el demandante.
La denunciante del hecho fue su ex pareja, la misma que lo acusó de violencia de género ese año. García Gómez ya tenía la tobillera en su pierna para ese entonces. En su descargo inicial, dijo que creyó que el arma “era de juguete”.
“Las situaciones de gritos y peleas dentro del departamento continuaron al igual que los atrasos en el pago de impuestos o servicios, debiendo recurrir a intimaciones mediante cartas documento que acompaño remitidas al locatario y a la fiadora, quienes solamente (y en modo parcial generando nueva deuda) abonaron las expensas”, continúa la demanda.Finalmente, el dueño recuperó el lugar en mayo de 2021. La heladera estaba rota. Faltaba la cafetera, el horno estaba roto también, lo mismo el lavarropas. Las patas del sillón, molidas a golpes. Una alfombra, también inutilizable, lo mismo los aires acondicionados.En el medio de toda esta situación, precisamente, García Gómez tenía la tobillera puesta. Quedó detenido allí en la casa. Otro documento hallado por este medio revela un dato inquietante. “Desde el inicio del proceso de supervisión el Sr. Leandro García Gómez, mantiene el cumplimiento de su detención en el domicilio sito en Concepción Arenal”, asegura el escrito judicial. Figura un número de García Gómez.
La persona indicada como contacto alternativo en ese encierro era “su pareja, la Sra. Cecilia Lourdes Fernández”. No solo eso: García Gómez aseguró que Lourdes “lo contuvo” duramente el momento su arresto. Allí, le secuestraron el arma en cuestión, una pistola Glock 9 milímetros.En esa causa, el acusado “reconoció que se encontraba inserto en un contexto de consumo problemático de estupefacientes -cocaína- y ansiolíticos sin prescripción médica”. Aseveró, también, que se trataba vía Zoom dos veces por semana con un psiquiatra.
A mediados de 2025, el empresario llegó a un acuerdo con el consorcio del edificio en la calle Ravignani por una deuda de más de $3 millones en expensas, con una demanda en su contra radicada en el el Juzgado Civil N°33.Fuente: telam
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