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23/10/2025

El antecedente trágico en la zona de Rocas Coloradas donde desaparecieron los jubilados

Fuente: telam

Diego Barría desapareció el 18 de febrero de 2023. El caso movilizó a Comodoro Rivadavia y, ocho días más tarde, hallaron parte de los restos de la víctima dentro de un cazón

>La búsqueda de Barría había salido a pasear en su cuatriciclo el 18 de febrero de aquel año por la zona de Rocas Coloradas, en las afueras de Comodoro Rivadavia. La familia denunció su desaparición cuando no regresó a su hogar y las primeras búsquedas se enfocaron en la costa, un sector de acceso complicado donde suele ir gente a pescar o pasar el día, siempre que el clima acompañe.

Los rastrillajes abarcaron tanto tierra como mar, centrándose en el trayecto entre Puerto Visser y Rocas Coloradas. El vehículo de Barría apareció a las pocas horas sobre la playa, con roturas en la carrocería. También se encontró su casco y unos lentes guardados en un estuche, todas pertenencias que sumaron dudas a lo que había sucedido esa noche.

Horas después del hallazgo, un pescador relató en un audio de WhatsApp cómo había sido el descubrimiento. “Tuve tanta mala suerte que fui yo quien lo encontró dentro un tiburón. Se me dio por abrirle la panza y encontré un antebrazo con un tatuaje. Lo pescamos a las 8.30 y avisamos a Prefectura a las 9. Le comenté lo sucedido y le entregamos la bolsita con los restos humanos y después le mostré al de Prefectura una foto con el tatuaje que decía ‘Josefina’ en el antebrazo y me dijo que era él“, le comentó a una familiar.

Sin embargo, no todos creyeron esa versión. A más de dos años, la familia sostiene que Barría fue víctima de un homicidio. La tía de la víctima, Bruna Pelicón, habló con A24: “Hay mucha confusión, acá siempre se habla de la teoría de cazón. Nosotros no solamente nos quedamos con la pericia forense, hicimos una particular con el equipo de Escuela Argentina de Antropología Forense y les mandamos los restos, pero no se había determinado el ADN”.

“Por eso para nosotros esa teoría del cazón siempre fue inverosímil y nunca habíamos dudado el tema de que sí, que realmente a Diego lo mataron y que hicieron desaparecer sus restos”, dijo.

La tía, que también es abogada y representa a los Barría en el expediente, también remarcó: “Las causales no las podemos determinar. La fiscalía intentó hacer un trabajo exhaustivo, nosotros interrogamos a más de 100 personas que estuvieron en la búsqueda. En esa época estábamos en feriado de Carnaval y después era el aniversario de Comodoro, eran días muy lindos, la playa estaba muy poblada, la gente todavía iba a pescar y pasar el fin de semana. Pero después se empezó a convertir en un terreno peligroso, no solamente por el antecedente de Diego, sino porque hubo un par de hechos más“.

“En fiestas o diferentes ocasiones, ese sector es un poco una zona liberada. Ahí no solamente van pescadores, sino también gente que va a cazar. Y acá lamentablemente hay consumo de todo tipo de sustancias. Diego pasó de noche por ahí”, agregó.

Pelicón explicó que la causa todavía está caratulada como desaparición de persona. E insistió que su sobrino “conocía las mareas y el terreno, se sabía todos los caminos y los atajos, y era precavido”.

Para la familiar, se trató de “evidencia plantada”, como así también lo sospecha de los restos hallados por los pescadores. “No era un brazo, como se habló desde el inicio, sino un trozo de piel, justamente con el único tatuaje de Diego, que era un tipo de 1,90 metro y pesaba 100 kilos. No hay evidencia de cómo fue pescado y de que realmente haya estado dentro del cazón”.

Fuente: telam

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