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18/10/2025

La joven que explica el abc de la dominación financiera: la práctica de entregar dinero como forma de placer sexual

Fuente: telam

Goodess Heid ofrece este servicio de dominatrix en plataformas digitales. Los acuerdos en cada sesión. Y las opciones que permite. “En este mundo, la plata es poder”, afirma la joven

>Goddess Heid prende la cámara de su computadora para esta charla con Infobae. La mujer, de 32 años, se muestra suelta y dispuesta a contar cómo es su trabajo. Prefiere no dar su nombre real, pero contará sin problemas cómo es su trabajo diario. La joven ofrece servicios sexuales en las plataformas digitales. Empezó con fotos y videos tradicionales. Luego, experimentó en el mundo del BDSM. Hace poco, descubrió la dominación financiera. Y la sumó a sus servicios.

En 2017, Goddess tuvo su primera experiencia dentro del mundo BDSM. “Primero fui sumisa, pero enseguida en los juegos de roles me interesó mucho más la dominación - explica-. Enseguida, un año después hice match en Tinder con un chico que se hacía llamar ´sumiso´. Y en ese momento arranqué“.

Heid desmiente que sea un trabajo fácil. “No es subir tres fotitos y esperar a que llegue la plata - revela la modelo -. Necesitás posicionarte en las redes sociales, editar las imágenes, pensar contenidos que atraigan a los clientes”.

“El dolor físico es solo una parte de esta práctica sexual -sostiene Goddess-. Yo trabajo mucho con la parte psicológica del BDSM. Me gusta meterme en esos espacios en los que mi cliente se pone a la defensiva”.

Heid aclara que cada sesión tiene acuerdos previos. “Se establecen palabras de seguridad para cortar como si fuera un semáforo. Amarillo si quieren evitar ciertos temas o rojo para terminar el encuentro virtual de plano - revela la chica-. También, se hace una charla posterior para hacer las devoluciones y conocer más al cliente”.

Pero toda regla tiene su excepción. Se da el caso de un cliente que conoce desde hace casi 5 años que la contrataba como dominatrix. “En un momento, no pudo pagarme más porque tenía deudas. Entonces, ahora trabaja para mí como una especie de sumisión y así nos relacionamos”, explica.

A su oferta de servicios, Heid agregó la dominación financiera hace menos de dos años. “Siempre se trata de una práctica entre adultos en forma consensuada. Nadie obliga a nadie a hacer nada”, aclara la chica.

La joven define esta práctica en pocas palabras. “Se trata de una persona sumisa que entrega su control o su poder, a través del dinero. Todo está consensuado para que ambas partes disfruten”, sintetiza.

Una de las opciones es que la dominatrix tome control sobre el presupuesto del sumiso. “Se le ordena qué presupuesto tiene para diversión los fines de semana y tiene que cumplirlo, por ejemplo”, cuenta Heid.

Otra posibilidad que Heid cuenta mientras sonríe es que el sumiso se convierta en un “cajero automático humano”. En este caso, sólo se le da las órdenes que pueden ser desde ver el saldo hasta la extracción de dinero, sin otro tipo de interacción. “Es en el caso de sumisos que les guste ser usados como objetos”, explica la joven.

Heid no tiene un horario fijo para realizar su trabajo. “Hay días que trabajo tres horas y otros puede ser más. En cambio, otras jornadas me las tomo para descansar y mantener mi salud mental”, explica.

La pregunta que todos se hacen es si tiene orgasmos durante los encuentros virtuales. “Orgasmos no, porque en general no me toco. Pero sí, me erotizo bastante durante las sesiones. Después, en mi privacidad sí quizás llego al orgasmo sola”, revela sin tapujos Heid.

La modelo ocupa mucho tiempo laboral para editar videos, posicionarse en redes sociales y pensar contenidos que mejoren sus redes sociales en la batalla de los algoritmos. “Es un trabajo de base necesario para que lleguen más clientes”, explica.

Sus padres se enteraron hace muy poco de su trabajo actual. Se lo contó porque sus redes empezaron a tener mayor visibilidad. “Me ven feliz y no me dijeron nada. No preguntaron mucho y me apoyan porque se dan cuenta que hago lo que me gusta”, admite la dominatrix.

Respecto a las relaciones sexoafectivas, Heid afirma que son las mismas que cualquier chica. “Si me quieren a mí, lo tienen que hacer con mi aspecto laboral también. Pero puedo tener sexo con otra persona en forma más tradicional y disfrutar también -sostiene-. Igual, hay muchos juegos de seducción que incluyen prácticas de BDSM simples, no tan profundas”.

Fuente: telam

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