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14/10/2025

El recuerdo de Javier Portales: el capocómico que conquistó la televisión, la sombra de Olmedo y la soledad que marcó su final

Fuente: telam

El actor fue una pieza clave de No toca botón. Murió hace 22 años, el 14 de octubre de 2003. Sus amores y la compleja relación con su hijo

>Su estatua sentada junto a la de Alberto Olmedo en la esquina de Corrientes y Uruguay, se convirtió en un clásico. Y no hay turista que pase por la ciudad de Buenos Aires que no quiera tomarse una foto entre medio de ambos, rememorando aquel viejo sketch de No toca botón en el que el Negro encarnaba a Borges y él, el recordado Javier Portales, a Álvarez. Otro capocómico, quizá, lo hubiera opacado. Pero el rosarino sabía cómo potenciar a quien se convirtió en su gran coequiper de los ‘80.

El gran paso en su carrera se dio de la mano de Quinto año nacional, un ciclo con textos de Abel Santa Cruz en el que compartió el elenco con Julio de Grazia y Santiago Gómez Cou. Este programa familiar le permitió ganar mucha popularidad. Y fue entonces cuando Gerardo y Hugo Sofovich pusieron sus ojos en él y le propusieron sumarse a Operación Ja Ja, un clásico de humor que contaba con un pequeño sketch en el que varios personajes se sentaban alrededor de una mesa de café para debatir sobre distintos temas de actualidad.

Por aquellos años, Portales también fue uno de los actores favoritos del cine nacional. Participó en un centenar de films como Te rompo el rating, Las Aventuras de los Parchís, El telo y la tele, Los colimbas se divierten y El manosanta está cargado, por mencionar solo algunos. Y fue el autor de La sartén por el mango, una obra que fue declarada de lectura obligatoria en el Conservatorio de Arte Dramático. Pero, tras la inesperada muerte de Olmedo ocurrida el 5 de marzo de 1988 en Mar del Plata, como era de esperar, se vio muy afectado.

Sucede que Portales no había sido demasiado prolijo en sus cuestiones familiares. Se había casado en primeras nupcias con Yolanda Vitulano, con quien trajo al mundo a su único hijo, Javier Ángel. Pero se separó de su esposa a principios de los años ’60, cuando el niño todavía era muy pequeño. Y comenzó una relación con Delia Novoa, quien nunca habría logrado establecer un vínculo cercano con el menor, que de a poco fue dejado de lado.

La pareja de Portales y Delia duró unas dos décadas y se terminó de manera abrupta en 1995, cuando ella lo descubrió con otra mujer: la guionista Marina Gacitúa, a quien él le llevaba más de un par de décadas. Lo vio con ella en una cafetería cercana al Teatro San Martín. Y luego lo esperó en su departamento de Dean Funes y Venezuela, donde le anunció la separación y le revoleó alguna que otra pertenencia por la ventana.

Dicen que, entonces, el hijo del actor, que ya era un adulto, se alegró por la noticia de la ruptura. Pero la realidad es que ya había pasado mucho tiempo distanciado de su padre como para poder recomponer la relación. Lo cierto es que, tras pasar un par de noches durmiendo en su Ford Sierra, Portales tuvo que afrontar la debacle de su vida. Su ex le hizo juicio y terminó ganándole una cifra millonaria, además de un porcentaje de sus ganancias en la Asociación Argentina de Actores. Y el hombre, que paralelamente comenzó a experimentar algunos problemas de salud, terminó pasando sus últimos años en bancarrota.

Aunque en teoría Portales continuaba su relación con Marina y convivía con ésta y con su pequeña hija en un departamento de Caballito, el hijo del actor denunció que la mujer lo abandonó en su peor momento. Y que, por este motivo, él se vio obligado a hacerse cargo de su padre durante sus últimos dos años de vida. Años en los que el actor que otrora facturara fortunas tenía sus arcas vacías, ya no podía trabajar y veía como las deudas se multiplicaban.

Fuente: telam

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