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12/10/2025

Lorena Giorgio, de Equilibra: “El mayor desequilibrio que enfrenta el Gobierno es en el plano político”

Fuente: telam

La economista analiza el acuerdo financiero con EEUU, la fragilidad del régimen cambiario y los desafíos. Advierte que es “muy difícil proyectar y planear inversiones” y señala la urgencia de acumular reservas genuinas y reconstruir la confianza

>Octubre comenzó con la inercia de las presiones sobre el mercado de cambios y la idea de que la economía ingresó en una marcada recesión. Sin embargo, el Mientras tanto, el Congreso avanzó con iniciativas que buscan Con ese escenario, Infobae entrevistó a Lorena Giorgio, economista Jefe y Miembro Fundadora de Equilibra, la consultora que encabezan los economistas Martín Rapetti, Diego Bossio y Lorenzo Sigaut Gravina, para analizar la coyuntura y sus expectativas para corto y mediano plazo.

— El jueves ya tuvimos los primeros indicios de que el No me sorprendería que después de las elecciones haya una modificación del régimen cambiario, abandonando el esquema de bandas y adoptando un régimen de flotación a niveles de tipo de cambio más altos. Si bien el gobierno argentino no se sentiría cómodo en este escenario, las negociaciones podrían llegar a este punto.

El impacto de corto plazo de esta jugada debería ser la suba del precio de los bonos soberanos en dólares (y, por ende, una caída del índice de riesgo país argentino) y la suba del tipo de cambio, con un costo en precios y actividad. El gran desafío que enfrentará el gobierno de Milei será digerir el impacto social de este movimiento.

— Los últimos índices de actividad industrial de FIEL y el índice general de Ferreres reflejaron señales de recuperación en agosto. ¿Considera usted que la economía argentina ha logrado retomar la senda del crecimiento sostenible, o se trata de un rebote puntual?

En el corto plazo, el anticipo de actividad que estimamos en Equilibra para agosto arroja una leve recuperación, luego de tres meses de caídas, aunque todavía se ubicaría por debajo de los niveles de febrero pasado. Sin embargo, creemos que difícilmente la economía pueda retomar un sendero de crecimiento sostenible sin antes corregir los desequilibrios macroeconómicos que se fueron generando en los últimos meses.

— El equipo económico destaca logros como la reducción de la inflación a una sexta parte, la eliminación del déficit fiscal, la baja de la pobreza, la recapitalización del Banco Central y el crecimiento económico al 5%, con exportaciones en niveles récord. Con estos resultados, ¿por qué razones se debería contemplar un cambio de estrategia?

Lo mismo ocurre con los conejos que el gobierno fue sacando de la galera en cuanto a la acumulación de reservas: calendarización de pagos de importaciones, blanqueo, crédito en dólares, Bonte 2030, FMI, eliminación de retenciones. Todo lo que se podía anticipar ya se hizo. Si no llegan Y aún en el caso de que llegue la ayuda financiera del gobierno americano, Argentina debería esforzarse por acumular reservas netas, que son, en definitiva, las que le van a permitir alimentar la baja del índice de riesgo país, volver a los mercados y, en última instancia, repagar y refinanciar la deuda, como hacen casi todos los países del mundo.

— Pensando en la economía, el cambiario es un desequilibrio muy relevante. Al tipo de cambio actual, no hay dólares para todo: intervenir en el mercado de cambios, pagar importaciones, repagar deuda, acumular reservas. Pensando hacia adelante, no podemos esperar financiar un déficit creciente de cuenta corriente a partir de ingresos “extraordinarios” vía cuenta capital. No se pueden financiar flujos con stocks.

Sincerar el régimen cambiario (y, por ende, el nivel de tipo de cambio real) es el primer paso para rebalancear las cuentas externas y, con ellas, la macro en general.

Pero me parece que el mayor desequilibrio que enfrenta el gobierno es en el plano político. El oficialismo no tiene la capacidad de generar consensos. Hoy está atravesando una fuerte crisis de confianza. Y sin el apoyo del Congreso ni de la calle, es muy difícil gobernar.

— Muy probable. El mercado ya lo descuenta en los precios de los activos y, desde un punto de vista de analista, creo que el equipo económico no debería dejar pasar la oportunidad, post elecciones, de flotar, respaldado por la ayuda financiera de EEUU, a niveles de tipo de cambio real más sostenibles. Es decir, más en línea con los niveles que el propio A precios de hoy, estaríamos hablando de un tipo de cambio en $1.570. Es la única forma de acumular reservas genuinamente. Y Argentina ya dio muestras de sobra de que el índice de riesgo país no baja de manera significativa si el BCRA no acumula reservas.

Los períodos de compresión del índice de riesgo país más significativos de los últimos años vinieron de la mano de un Banco Central comprando reservas activamente.

— Algo de esto ya le respondí anteriormente. Me parece que el esquema de bandas ya dio muestras suficientes de agotamiento. Las tasas de interés, en este escenario, son impotentes para acomodar expectativas. Entonces, ni siquiera con una recompra masiva de títulos en dólares (que llevaría a una baja contundente del índice de riesgo país) o una línea de crédito de USD 20.000 millones, se van a poder Para despejar definitivamente la incertidumbre en torno a la deuda pública, el Gobierno tiene que mostrarle al mercado que está transitando un sendero de acumulación de divisas duradero. Y es muy difícil que ese sendero se abra por el lado del mercado de crédito voluntario sin antes acumular reservas netas por otra vía.

— Si se contabilizaran los “intereses” de la deuda capitalizada “por encima de la línea”, el déficit fiscal acumulado en lo que va del año sería equivalente al 1,8% del PBI, contra el superávit de 0,4% que marcan las cifras oficiales. Un año atrás, el déficit fiscal, incluyendo estos intereses capitalizados, ascendía a sólo 0,4% del PBI.

Pero siempre digo que no hay que quitarle mérito al esfuerzo del gobierno por el lado del resultado primario, que es menos objetable en cuanto a su contabilización (más allá de la deuda con energéticas que se saldó con bonos soberanos). En este sentido, se pasó de un déficit primario de 1,2% del PBI en los primeros 8 meses de 2023, a un superávit de 1,5% del PBI en igual período de 2024 y 1,3% del PBI este año.

— Desde su punto de vista, ¿es adecuado que el Congreso apruebe leyes que incrementen el gasto público sin identificar previamente fuentes de financiamiento, considerando los riesgos para las cuentas y la estabilidad del Estado?

— En el actual contexto regional e internacional, ¿cuáles son, según usted, los principales riesgos externos que enfrenta la economía argentina? ¿Ve oportunidades concretas para aprovechar en los próximos meses?

— Pese a que en 22 meses el equipo económico logró reducir la deuda pública en más de USD 40.000 millones, hay inquietud en los mercados respecto a los próximos vencimientos. ¿A qué atribuye esa preocupación y qué herramientas considera fundamentales para enfrentar ese desafío?

Pero la asistencia financiera de EEUU seguramente despejará el horizonte en el corto plazo y hará subir toda la curva soberana, en especial en el tramo corto.

— Estimamos que la economía crecerá 4% o menos en 2025. Casi todo el crecimiento responderá al arrastre estadístico positivo del año pasado (3,2%), ya que esperamos una retracción de la actividad en el segundo semestre por mayor presión cambiaria/inflacionaria, freno del crédito, y salario real y empleo en caída o estables.

Si bien las tasas de interés comprimieron en las últimas semanas, esperamos que vuelvan a ajustar al alza en los últimos meses del año, para acompañar la dinámica del ajuste cambiario e incentivar la demanda de pesos. La tasa real rondaría el 2% mensual hasta fin de año, bajando rápidamente en el primer trimestre de 2026.

— Por último, ¿le gustaría agregar alguna reflexión final?

Se necesita tener reglas de juego claras y certidumbre a la hora de proyectar, pero también ser competitivos en términos cambiarios, tener una moneda fuerte sostenida por un stock de reservas suficiente, que permita suavizar shocks externos y reducir la volatilidad. Ya lo mencioné anteriormente: para tener un índice de riesgo país en línea con el resto de los emergentes (debajo de 400 puntos básicos), hay que acumular reservas de forma genuina.

Fotos: Adrián Escandar

Fuente: telam

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