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06/10/2025

¿Por qué aumentan los diagnósticos de cáncer entre las personas jóvenes?

Fuente: telam

En la última década, más de una docena de tipos de tumores se incrementaron entre los menores de 50 años. Los científicos no tienen todas las respuestas, pero ofrecen algunas pistas

> En la última década, más de una decena de tipos de cáncer han aumentado entre las personas menores de 50 años. Los científicos no tienen todas las respuestas, pero las investigaciones están empezando a ofrecer pistas.

Supuso que estos pacientes habían sido derivados de forma desproporcionada a grandes centros oncológicos como el suyo. Pero esta primavera, cuando los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por su sigla en inglés) publicaron un informe que mostraba que, entre 2010 y 2019, las tasas de 14 tipos de cáncer aumentaron entre las personas menores de 50 años en Estados Unidos, la importancia de su experiencia se hizo evidente.

“Me hace pensar de forma distinta incluso sobre un cáncer que he estudiado durante décadas”, dijo.

Los cánceres de inicio precoz siguen siendo raros. Pero los datos muestran que su incidencia mundial ha aumentado desde 1990, lo que supone un incremento de miles de casos nuevos cada año. Por ejemplo, en 2019 se produjeron en Estados Unidos 4800 casos más de cáncer de mama de inicio precoz de los que cabría esperar si hubieran persistido las tasas de 2010.

Una mayor cantidad de análisis y una mejor detección explican probablemente parte de este aumento. Pero los científicos afirman que hay indicios de que está ocurriendo otra cosa, algo más. Cada vez redoblan más sus esfuerzos para descubrir qué es.

Los investigadores del cáncer suelen señalar un punto de inflexión histórico: la década de 1950.

Las personas nacidas en esa década o alrededor de ella empezaron a experimentar tasas más elevadas de cáncer de inicio precoz en la década de 1990. El riesgo aumentó con cada grupo sucesivo: quienes nacieron en 1990, por ejemplo, tienen un riesgo de dos a tres veces mayor de padecer determinados cánceres en comparación con quienes nacieron en 1955.

Este tipo de “efecto de la cohorte de nacimiento” sugiere que las exposiciones ambientales y del estilo de vida que se han hecho más comunes en las últimas décadas pueden estar detrás del aumento del cáncer de inicio precoz, dijeron los científicos.

Cualquiera de estos factores puede tener algo que ver con el cáncer de inicio precoz, pero aún es demasiado pronto para saber cuál de ellos es el responsable, si es que lo es alguno, dijo Yin Cao, profesora asociada de cirugía en el Centro Oncológico Alvin Siteman de la Universidad de Washington en San Luis y líder de un estudio global sobre el cáncer colorrectal de inicio precoz.

Aun así, las pruebas que relacionan la obesidad, el consumo de alcohol y una dieta inadecuada con un inicio precoz del cáncer son bastante sólidas, dijo Cao. Se trata de tendencias a nivel de población que reflejan nuestro entorno colectivo y a lo que estamos expuestas.

No está claro cómo la obesidad aumenta el riesgo, pero los científicos creen que podría estar relacionado con la desregulación metabólica general, la resistencia a la insulina, los cambios en el microbioma intestinal y la inflamación crónica. El alcohol puede dañar el ADN y aumentar los niveles de estrógenos, que favorecen algunos tipos de cáncer de mama. Las investigaciones muestran que nuestros patrones de consumo de alcohol han cambiado, y que con el tiempo las mujeres constituyen una parte cada vez más grande de los bebedores empedernidos.

Los estudios también han relacionado la dieta occidental, que suele ser baja en frutas y verduras y alta en carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, con el cáncer colorrectal de inicio precoz.

Pero queda por determinar si el culpable es todo el patrón o un componente específico, dijo Cao.

Las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por el cáncer de inicio precoz, en parte porque el cáncer de mama es uno de los tipos más frecuentes.

Con cada ciclo menstrual, los niveles hormonales de la mujer suben y bajan, y las células mamarias se expanden, proliferan y contraen, dijo Sherene Loi, profesora de oncología del Centro Oncológico Peter MacCallum en Melbourne, Australia. Estos ciclos repetidos de división celular ofrecen oportunidades para que surjan mutaciones, dijo Loi.

Las investigaciones sugieren que, durante el embarazo y la lactancia, aumenta el número de células inmunitarias en las mamas, lo que ofrece protección contra las células potencialmente cancerosas, dijo Camila dos Santos, profesora asociada del Laboratorio Cold Spring Harbor de Nueva York. Tras el destete, las células de la leche materna mueren y son eliminadas por el sistema inmunitario, lo que deja menos células mutadas. Las células que quedan dedican más tiempo a reparar el ADN.

Pero con los cambios sociales hacia primeros embarazos más tardíos y menos bebés, las mujeres están sometidas a los daños de este proceso natural durante más tiempo, y obtienen menos beneficios protectores. Los daños en el ADN que se acumulan durante los veintitantos años de edad son especialmente peligrosos “porque hay que añadirles toda una vida” para llegar al cáncer, dijo Colditz.

Las investigaciones que están surgiendo dan a entender que determinadas exposiciones --probablemente en los primeros años de vida o incluso en el útero-- pueden cambiar nuestro código genético y alterar qué partes de ese código se activan o desactivan, con lo que se acelera el camino hacia el cáncer.

Ganesh dijo que, en las personas jóvenes, cuando las células intestinales se enfrentan a un factor estresante como la inflamación, vuelven a un estado menos desarrollado. (En las personas más grandes de edad, las células intestinales simplemente mueren). Estas células se comportan de forma agresiva y, con la mutación adecuada, pueden provocar cáncer, dijo Ganesh.

Ludmil Alexandrov, profesor de bioingeniería y medicina celular y molecular en la Universidad de California en San Diego, dijo que sus datos sugieren que la infección por E. coli causante del cáncer suele producirse en los dos o tres primeros años de vida, cuando el microbioma y el sistema inmunitario son inmaduros. Las mutaciones crean un “primer impacto” en el genoma, dijo, lo que puede poner a los niños que contraen la infección “en la vía rápida hacia el cáncer”.

La interacción entre el entorno, la inmunidad y la expresión génica también aparece en otros tipos de cáncer. Dos Santos ha demostrado en ratones que las infecciones del tracto urinario --que están aumentando en las mujeres con el paso del tiempo-- provocan cambios que hacen que el tejido mamario sea más denso, lo que permite que prosperen las células precancerosas.

Es una gran oportunidad, dijo. Alrededor del 40 por ciento del riesgo de cáncer puede reducirse mediante cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y mantener un peso saludable.

©The New York Times 2025

Fuente: telam

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