04/10/2025
Los distintos caminos de Kicillof y CFK: desde Provincias Unidas a los límites del proyecto anti Milei

Fuente: telam
Toma forma la reconfiguración del PJ. El Gobernador y su espacio mantienen líneas de comunicación abiertas con los gobernadores. El rol que quiere jugar el peronismo federal y las condiciones en las negociaciones subterráneas
>El peronismo ya piensa en las elecciones del 2027. Especialmente en la construcción de un proyecto nacional que confronte con Javier Milei. Por eso muchos de los movimientos actuales no solo están ligados a la elección de 26 de octubre, sino también al camino a recorrer a partir de ese domingo a la noche, cuando los resultados electorales terminen de darle claridad al mapa nacional.
Son movimientos sutiles y perceptibles solo en el micromundo de la política. Hay quiénes ven al esquema interno referenciado en la ex presidenta buscando un lugar en el nuevo diagrama que, con fricciones, empujones y reproches, se está generando en el espacio político a nivel nacional. Como explicó un legislador de la nueva agrupación federal, “ese movimiento es posible porque ahora hay menor intensidad de poder en la provincia por parte de los kirchner, porque sino te someten, como siempre”.
“Primero la Patria” reivindica su rol, su lugar y su conducción sobre un sector. Pero no es una agrupación que vea en la ex jefa de Estado a la líder de todo el peronismo. Esa concepción es parte del pasado. El crecimiento de Kicillof, la permanencia de Sergio Massa y la influencia aún vigente de la ex presidenta desde San José 1111 han convertido al peronismo en un esquema de poder donde las decisiones son horizontales. Nadie tiene la capacidad de bajar el martillo en forma definitiva.
De esa flamante estructura salió una crítica furibunda contra Provincias Unidas, la propuesta que construyeron los gobernadores de Santa Cruz, Santa Fe, Córdoba, Chubut, Corrientes y Jujuy, junto al ex gobernador Juan Schiaretti, y aliados en CABA y Buenos Aires como Martín Lousteau, Florencio Randazzo y Emilio Monzó. Los ven como opositores flexibles y cambiantes, en los que no se puede confiar y a los que acusan de ser cómplices del gobierno de Javier Milei.
En ese esquema hay una militancia anti kirchnerista muy marcada que llevan adelante Martín Llaryora, Juan Schiaretti y Maximiliano Pullaro. Y que tiene como principal límite, ante la posibilidad de una construcción común, a Cristina Kirchner. Sin embargo, y aunque no lo digan públicamente, hay quienes ven la necesidad de buscar un acuerdo con el peronismo bonaerense para darle sostenibilidad al proyecto nacional. Y eso, piensan, podría ser a través de Axel Kicillof y los intendentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). “Axel siempre ha sido conducido y ahora está en plan de conducir. Los intendentes lo empujan mucho para que lidere. Tiene que dar señales claras de si va a conducir al peronismo bonaerense o no. El 10 de diciembre, con el recambio de las legislaturas, es una fecha clave para ver cómo va a quedar su gabinete y su relación con La Cámpora. Existe una posibilidad de que todos nos terminemos encontrando en el centro. Todos menos el cristinismo”, reflexionó uno de los armadores importantes de Provincias Unidas.La idea de que la agrupación de Máximo Kirchner debe saber dónde posicionarse después del ascenso de Kicillof y la imposibilidad de CFK de competir por cargos electorales, es un tema constante en el peronismo bonaerense. Sobre todo en los más allegados al gobernador. “Tienen que definir qué hacer. No puede permanecer en una guerra constante con Axel. Es inviable. Ya no hay margen para eso. Si no aceptan la conducción de él, al menos no tienen que combatirlo”, planteó un ladero del mandatario provincial.
El Gobernador no quiere sacarse de encima al camporismo, pero tampoco esperará permisos para moverse. Por eso sus diálogos cruzados con gobernadores son parte de su capital político en este tiempo donde está construyendo un liderazgo con anclaje en la provincia pero con perspectiva nacional. La pelea por la autonomía se terminó. Ya está. Ahora es la lucha por la convivencia.
En La Plata son contundentes con ese cambio de figuritas que se está dando, lentamente y forma subterránea, entre Kicillof y algunos gobernadores de Provincias Unidas: “Axel no se va a vestir de otra cosa para que los gobernadores lo quieran. Si el punto es que el acuerdo sea sin Cristina, eso no va a pasar. Pero todos tenemos como objetivo ver qué se puede construir a futuro”.En forma paralela, cada sector del peronismo va por su camino. Kicillof y los suyos por un lado y con líneas abiertas con los gobernadores de Provincias Unidas. El conglomerado de dirigentes cristinistas y del peronismo del interior, por otro, dándole un lugar de importancia a la figura de CFK. El peronismo está en movimiento, discutiendo internamente hacía dónde ir y cómo construir una alternativa confiable para el electorado. Una tarea titánica.
Fuente: telam
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