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02/10/2025

Kamala Harris cuenta cómo vivió el caos y las traiciones en su campaña presidencial

Fuente: telam

La ex vicepresidenta y candidata demócrata de urgencia relata los desafíos, las dudas y hasta los momentos de humor que enfrentó durante los 107 días más intensos de su vida

>Cuando Joe Biden llamó a Harris quedó inicialmente desconcertada por el repentino cambio de Biden, incluyendo su determinación de apresurarse a hacer un anuncio. “Dame un poco más de tiempo”, pensó. Llevaba ropa cómoda y acababa de servir panqueques a sus sobrinas nietas. Pero, en otro sentido, se sintió preparada: “Sabía que era la candidata con la mejor posición para ganar”.

¿Lo era? Esa es la pregunta que sobrevuela 107 Days, el nuevo libro de memorias de Harris sobre su segunda campaña presidencial, aunque ella busca disipar cualquier duda desde el inicio. En las primeras páginas, después de que Biden hizo público su retiro, Harris comienza a contactar a dirigentes demócratas para saber si puede contar con su apoyo. Fiel a su costumbre de “hacer el trabajo”, reproduce las notas que tomó en esas llamadas, incluidas algunas respuestas evasivas. Nancy Pelosi opinaba que debía haber “algún tipo de interna, no una designación automática”. Gavin Newsom, gobernador de California y antiguo aliado y rival de Harris, evitó responder. Sus notas dicen: “De excursión. Llamará de regreso. (Nunca lo hizo)”.

“107 Days” recorre los 106 días siguientes hasta la noche del 5 de noviembre, cuando Trump ganó tanto el voto popular como el Colegio Electoral, una noche que Harris describe como tan dolorosa para ella y su esposo, Douglas Emhoff, que “nunca la hablaron entre sí hasta que me senté a escribir este libro”. Acababa de concluir “la campaña más corta de la historia presidencial moderna”. Un tema recurrente en estas memorias es el poco tiempo que Harris tuvo para presentar su propuesta al pueblo estadounidense. “Estaba en modo pelea”, afirma en un pasaje. “No podía bajar la guardia”.

Las figuras políticas no suelen abrir su corazón en sus libros, especialmente si quieren mantener abiertas sus opciones. Cuando surgió la noticia de que Harris había trabajado con la novelista ganadora del Pulitzer Geraldine Brooks, se especuló que este podría ser un libro de memorias distinto. Pero ni siquiera el talento de Brooks logra cubrir una evidente reticencia de Harris a mostrarse vulnerable, incluso ahora. Harris, exfiscal, parece sentirse más cómoda relatando hechos y argumentando; en los agradecimientos, admite que tiende a ser “orientada a las tareas” y que no suele darse “el espacio o el tiempo suficiente para reflexionar”.

En general, la voz narrativa de Harris es directa y enfocada en los hechos. Prefiere las declaraciones tajantes y la enumeración rápida de datos. “No me arrepiento de seguir mis instintos protectores”, escribe acerca de su estrategia publicitaria, como si leyera un comunicado. “Sí me arrepiento de no haber asignado aún más atención a cómo mitigar los ataques de Trump”.

Aun así, aparecen destellos de una faceta más personal. Harris habla de su relación (en su mayoría idílica) con su esposo, “mi Dougie”, y de cuán herida se sintió cuando, en medio del caos de la campaña, él no planeó nada para su cumpleaños.

Pero es su tensa relación con Biden la que recorre el libro como un trasfondo constante: “Mis sentimientos hacia él nacían del afecto y la lealtad, pero se habían vuelto complejos, con dolor y desilusión”. Enumera las veces que se sintió relegada y poco valorada, encargada de tareas ingratas como intentar arreglar la inmigración indocumentada, mientras que Biden y su equipo no salían en su defensa cuando la atacaban.

A lo largo de esos 107 días de campaña por el puesto de su jefe, le resultó difícil precisar qué haría diferente a él. En el libro recuerda —no una, sino dos veces— que su asesor de campaña David Plouffe le dijo en privado: “La gente odia a Joe Biden”.

Esta actitud parece, para mí, una manera demasiado rígida de afrontar los dilemas. Otro tipo de político podría tal vez haber encontrado un equilibrio. Pero Harris nunca se ha caracterizado por responder con habilidad cuando enfrenta presión en campaña. En el libro narra episodios en los que Biden parecía débil, confuso o delicado, y resulta claro que su frustración se mezclaba con compasión por él.

Una palabra que ella utiliza repetidamente para definirse es “protectora”. Aunque no lo dice abiertamente, el libro muestra que protegía instintivamente a Biden solo para comprender, demasiado tarde, que al hacerlo dejaba desprotegidas a otras personas vulnerables. Harris describe el momento, la noche de las elecciones, en el que su equipo entendió que los resultados no le serían favorables: “Solo podía repetir, una y otra vez: ‘Dios mío, Dios mío, ¿qué será de nuestro país?’”

Fuente: telam

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