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01/10/2025

La historia de “Ben 10″, el criminal peruano condenado por un doble femicidio narco en Quilmes

Fuente: telam

Luis Valderrama Pac, oriundo de Trujillo al igual que Pequeño J, asesinó a dos mujeres en una trama de droga. Cayó en Florencio Varela. Su otro crimen en Perú

>“Pequeño Jota”, si es que es culpable, no es el primer pandillero de su país acusado de matar mujeres en la zona sur del conurbano. Tuvo un predecesor: Luis Gustavo Valderrama Pac, oriundo de Trujillo tal como “Pequeño J”. Su alias era “Ben 10″.

En su país, Valderrama integraba una banda que la prensa peruana llamó “Los Injertos”. Irónicamente, Janzen Valverde, el padre de “Pequeño J”, era parte de una banda del mismo nombre; un pandillero rival lo mató a tiros en 2018, según un artículo del periódico peruano La República. Su hijo, a través de un mensaje en su muro de Facebook, juró venganza.

El hecho ocurrió a fines de junio de 2018. Magalí Otranto, 28 y Denise Rosana Sudera, de 30 años, madre de un hijo, pareja del primo de Magalí, fueron masacradas en una pieza de una casilla en la Villa Itatí de Bernal. La madre de una de ellas había recibido un audio amenazante por WhatsApp semanas antes. Allí, un hombre decía: “Ahora van a ver la mierda que soy”.

Cerca de las víctimas creían que >Denise y Magalí fueron asesinadas, creían sus familias, porque el narco peruano y su cómplice argentino sospechaban que vendían droga para una banda rival. La Bonaerense finalmente detuvo a “Ben 10” en mayo de 2019. Cayó en Florencio Varela, en la zona de Ingeniero Allan. Allí, les mostró a los policías un documento trucho.

A Valderrama Pac no lo condenaron en 2022 solo por el doble femicidio: también se lo acusó de ser parte de la muerte a tiros del subteniente de la Bonaerense Andrés Arnaldo López, ocurrida el 30 de diciembre de 2018.

Peor todavía: Valderrama Pac había cruzado a la Argentina con una circular roja de Interpol en su contra. “Frente amplia, cejas ralas, cabello corto lacio negro, ojos alargados, orejas medianas, 1,72 de estatura”, decía su ficha. El delito: otro asesinato de otro policía, esta vez en Perú.

El comandante Pedro Pablo Guerrero de la Policía Nacional se llevó un tiro en la cara por evitar que le robaran en la víspera de Año Nuevo de 2014, cuando hacía la fila en una pollería de la zona limeña de El Cercado, para comprar un pollo a la brasa. “Los Injertos” llegaron al lugar para robar el lugar. “Ben 10″ fue, según la acusación en su contra, el chofer del asalto.

A Nelson Reyes Hernández, limeño, le decían “Galileo”. Y “Galileo” Reyes Hernández, igual que escurridizo que sus compañeros, también terminó en una celda bonaerense.

Los investigadores que le siguieron el rastro a ”Ben 10″ conectaron los puntos de la banda y llegaron hasta Reyes Hernández. Descubrieron que había entrado de manera ilegal, bajo identidad falsa.

Estaba detenido bajo otro nombre en una celda en la comisaría 6º de Tigre por una causa por drogas, tras ser arrestado en la zona de Virreyes, junto a otros seis sospechosos y algunas bandas tumberas. La comparación con las huellas dactilares en la base de Interpol terminó por confirmar su verdadera identidad.

La Justicia peruana requirió la extradición de “Ben 10″ al Estado argentino por el crimen de la pollería, bajo las calificaciones de robo seguido de muerte y asociación ilícita. Sin embargo, es difícil que el sanguinario hampón vuelva pronto a su país: su pena bonaerense, de efectivo cumplimiento, a la que se sumó otra condena de un tribunal porteño, vencerá en diciembre de 2047.

“Esta circunstancia motivó que el Poder Ejecutivo Nacional -a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto- postergara la entrega de Valderrama Pac a las autoridades de la República del Perú hasta el momento en que se encuentre en condiciones de ser trasladado”, asegura otro fallo de la Sala III de la Cámara Federal de La Plata, firmado en 2023.

Fuente: telam

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