30/09/2025
Entre la tradición y la polémica, la nueva etapa de Tom Brady tras abandonar el campo de la NFL

Fuente: telam
El exmariscal debe combinar la gestión de un equipo con su protagonismo en los medios, mientras críticas y debates sobre ética y poder mantienen su nombre en el centro de la escena deportiva en Estados Unidos
>Tras una carrera legendaria como mariscal de campo y siete veces campeón del Super Bowl, La última controversia se desató durante la derrota de los Raiders por 20-9 ante los Chargers, cuando Brady fue captado en la cabina de entrenadores, un espacio reservado históricamente para el staff técnico y directivos exclusivos del plantel.
El episodio generó una ola de acusaciones y críticas, ya que su presencia podría interpretarse como un acceso privilegiado a información estratégica, incompatible con su rol de comentarista estrella y propietario minoritario. Voces de la liga apuntaron que este tipo de intervención “genera un precedente peligroso”, según The Guardian.Distintos periodistas y exjugadores alzaron la voz, remarcando que la frontera ética y reglamentaria “no debería cruzarse bajo ninguna circunstancia”, en palabras de Fox Sports News. Para muchos, el hecho de que Brady combinara sus dos roles abre la puerta a la sospecha de conflicto de intereses o ventajas competitivas.El propio Brady eligió responder, defendiendo su conducta y relativizando las polémicas en su espacio semanal The 199. “El punto de intersección de mis roles no es un punto de conflicto, a pesar de lo que puedan creer los paranoicos y desconfiados. Es el punto de donde surge mi deber ético para crecer, evolucionar y mejorar el juego que me ha dado todo”, aseguró.Al hacerse pública la polémica, la NFL debió salir al cruce. A través de su portavoz Brian McCarthy, la liga explicó que “Brady estaba sentado en la cabina en calidad de socio comanditario”, según palabras recogidas por The Guardian. Se enfatizó que todos los presentes tienen la obligación de respetar las reglas sobre el uso de dispositivos electrónicos, limitándose a equipos oficiales como la tableta Microsoft Surface.
La NFL, además, estableció que Brady no puede asistir a entrenamientos ni reuniones de producción dentro de las propias instalaciones del equipo, en un intento de preservar la equidad competitiva y evitar filtraciones de información sensible. No obstante, la normativa vigente le permite participar de forma remota en reuniones de producción y estar presente en la cabina durante los partidos, siempre respetando los protocolos oficiales, tal como recuperó Fox Sports News.Paralelamente a la controversia en la NFL, Brady quedó envuelto en otro foco de atención: versiones periodísticas —iniciadas por Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports— indicaban que el exquarterback habría recibido USD 75 millones para participar en el Fanatics Flag Football Classic, un torneo internacional previsto en Arabia Saudita para marzo de 2026. La cifra provocó asombro y encendió las especulaciones mediáticas, aunque el propio Brady optó una vez más por la ironía.“¿Estamos sacando números al azar para reportarlos? Mientras tanto... Elvis hará el show del descanso y Babe Ruth firmará autógrafos”, publicó el exjugador en sus redes sociales, minimizando el rumor.De todos modos, el evento —que tendrá lugar en la Kingdom Arena de Riad y contará con figuras como Rob Gronkowski y Christian McCaffrey— apunta a potenciar el flag football en Medio Oriente, de cara a su debut olímpico en Los Ángeles 2028, según reportó Fox Sports News.La situación de Tom Brady sintetiza el nuevo paradigma de la NFL, donde el peso del nombre y la versatilidad de las figuras pueden desafiar estructuras históricas. Su presencia en dos mundos tradicionalmente separados, como el ejecutivo y el periodístico, obliga a la liga, a los equipos y a los propios aficionados a repensar los límites éticos y legales del deporte profesional.
Fuente: telam
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