21/09/2025
Un proyecto privado busca desplazar a Néstor Otero, el “zar de Retiro”, después de 32 años de concesión irregular

Fuente: telam
Desde 1993, el empresario que le pagó coimas al kirchnerista Ricardo Jaime está a cargo de las operaciones en la terminal. El contrato se venció hace 10 años y el Gobierno analiza una propuesta que prevé modernizar la estación y su entorno y al menos triplicar el canon mensual
>“Quién le pone el cascabel al gato” es un dicho popular que proviene de una fábula en la que unos ratones, preocupados por el acecho del felino, proponen ponerle un cascabel para poder escuchar sus movimientos. Sin embargo, ninguno se anima a hacerlo, dado el peligro evidente que representa acercarse al gato. Con sus claroscuros la expresión puede aplicarse a Néstor Otero, un empresario de bajo perfil y que siempre se movió en las sombras. Aunque esto terminó volando en pedazos.
En noviembre de 2024, con La Libertad Avanza en la Casa Rosada, el Gobierno empezó a mover fichas para traspasar la terminal de ómnibus de Retiro de la órbita de la Nación a manos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un reclamo histórico del distrito que se conversó en distintas administraciones, pero nunca prosperó. Para forzarlo, la gestión libertaria aumentó de 3,6 a 34,2 millones de pesos el canon que debe pagar mensualmente la concesionaria que maneja Néstor Otero, tal como publicó Infobae.
A principios de octubre, el Gobierno subió la tasa: mediante la resolución 37/2024, modificó el canon de $3.654.876 que había permanecido inmutable desde 2020 a pesar de la escalada de inflación, durante el mandato de Alberto Fernández- y lo llevó a $34.258.624. Además, estableció una “revisión periódica”, más allá de los costos, a través de una fórmula de actualización cuatrimestral.
Nada de eso sucedió. El canon permanece hasta ahora en torno a los 20 mil dólares mensuales y, como se explicó, tampoco avanzo el traspaso a CABA, como tampoco lo fue con el puerto.
“Hacen alarde de que quieren ayudar, pero las cosas grandes no las transfieren. El puerto es importante en términos económicos. 31 líneas de colectivo y la terminal de Retiro son medidas insignificantes. Hacen gestos de colaborar, pero en cosas chicas”, ya se quejaba la administración del primo del ex presidente Mauricio Macri a finales de 2024.En cambio, desde Balcarce 50 avanza con un proyecto privado impulsado por una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que integran el grupo inmobiliario Narváez, Inversiones Peirod e Inverlat Investment SA, una firma de inversión privada fundada en 2011 y formada por Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli, Guillermo Stanley, Federico Salvai y Osvaldo Pieruzzini, como socios principales.Según pudo saber este medio por fuentes de la Casa Rosada y del sector privado, la iniciativa, que se fue actualizando a lo largo de los meses -por aumentos de costos y un dólar retrasado-, proyecta edificar un hotel de cadena internacional y, entre otros ítems, un centro de convenciones, servicio de alquiler de autos, espacios para taxis, playas de estacionamiento y hasta una feria permanente de actividades, un polo gastronómico, la compleja modernización urbana de la zona, y promoción turística dónde tengan participación las provincias del país.
La propuesta involucra una inversión del orden de los 100 mil millones de pesos y un canon de 100 millones de pesos mensuales, en torno a los 70 mil dólares. Sería el primer intento fuerte en desplazar al “zar de Retiro”.Una anécdota: según pudo saber Infobae, todo lo que pasa en Retiro está bajo control de Otero. Hasta los baños: de hecho, una fuente reveló que son “alquilados” por unos 15 mil pesos diarios. “Cuando se dio cuenta lo que se llevaban los empleados de limpieza en propinas, decidió ‘concesionarlos’, y los tienen que pagar de manera diaria. De Otero dependen lo que se vende, lo que se compra y lo que se come en Retiro”.
En 2014, la actual legisladora porteña Graciela Ocaña ya había denunciado a Otero y al gobierno porteño, a cargo de Mauricio Macri, por otra de las adjudicaciones del empresario que se diversificó en varios puntos del país.En el escrito, la ex diputada nacional denunció que: “El único oferente de la licitación mencionada fue la empresa solicitante, que fue finalmente la adjudicataria de la licitación, es decir, Terminales Terrestres Argentina S.A.” Y que: “Bajo este esquema, la Ciudad contará con una nueva terminal de ómnibus totalmente privada sobre la que no tendrá ningún tipo injerencia ni control. Esto implica, entre otras cosas, que nunca podrá sacarle la concesión al privado, por la sencilla razón de que no existe tal concesión”.
Pero vayamos por tramos.
Su bien ganado apodo de “el zar de Retiro” se debe a que desde 1993, durante la gestión del presidente Carlos Saúl Menen se alzó con la concesión de la Terminal de Ómnibus de Retiro, la principal estación terminal de transporte de ómnibus del país, ubicada en la Ciudad de Buenos Aires a través de la TEBA S.A.Por entonces el canon que abonaba al Estado era de unos 480 mil dólares que por la convertibilidad cambiaria de entonces era igual a 480 mil pesos.
Sobre el vencimiento del plazo que se le había otorgado a TEBA SA para regularizar su situación la empresa presentó un recurso de reconsideración, en el que argumenta que no puede pagar porque las compañías de transporte le deben más de 10.000.000 de pesos. Lo que equivalía a 10 millones de dólares.
Finalmente, la empresa siguió a cargo de la concesión, aunque no cumplía con las pautas acordadas.Por esa fecha aparecía la primera edición del libro El ReKaudador. Ricardo Jaime: la cara de la corrupción en la era kirchnerista. Allí, Omar Lavieri realizó un largo recorrido sobre la actuación pública del secretario de Trasporte de Néstor y Cristina Kirchner entre 2003 y 2006. Un capítulo destacado mereció la inocultable relación entre los empresarios del sector, como Otero, y Jaime.
El contrato original firmado en los años de oro del menemismo fue por 12 años. La adjudicación incluyó la explotación de la terminal y de sus negocios complementarios (locales comerciales, estacionamiento, boleterías, depósito y servicios anexos).
Otero no solo resistió a los diferentes gobiernos, sino que imponía condiciones. En 2006, se modificaron las condiciones contractuales a pedido de TEBA: la prórroga incluyó una reducción del canon mensual de 400.000 a 100.000 pesos, y se le perdonaron multas y deudas.
La gestión de Otero fue cuestionada por el deterioro de la infraestructura, baños en mal estado, falta de mantenimiento y diversas irregularidades administrativas.
En ese expediente Néstor Otero fue señalado por el chofer Oscar Centeno en sus anotaciones como uno de los empresarios que habría entregado dinero en efectivo a funcionarios del área de Planificación Federal, específicamente a Roberto Baratta, ex subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal de la Nación, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Centeno era, justamente, el chofer de Baratta que al parecer escuchaba y anotaba todo con lujo de detalles.
La investigación determinó que Otero habría realizado entregas de sobornos, en consonancia con otros empresarios del sector y según el registro detallado en los cuadernos. Tras su detención, la Cámara Federal le concedió la prisión domiciliaria por su edad y estado de salud.
La iniciativa privada -que se presentó por primera vez en junio de 2024- no solo prevé hacerse cargo de la operatividad de la terminal de ómnibus abonando más del triple del canon mensual, sino, y quizás lo más novedoso, desarrollar el territorio y reconvertir el área que rodea el lugar.
Fuente: telam
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