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18/09/2025

El bullying que sufrió al llegar a la Argentina y la enfermedad que lo marcó: Oliver Quiroz, el notero estrella del espectáculo

Fuente: telam

El periodista peruano de A la Tarde e Infama, recientemente nominado a los premios Martín Fierro, abrió su corazón para hablar con Infobae de su dura historia de vida y su lucha por llegar a los medios de comunicación

>Nació hace 28 años en Chiclayo, Perú. “Donde estuvo el Papa”, dice Oliver Quiroz Salazar en referencia a la ciudad en la que León XIV ofició como obispo. El notero de A la Tarde e Infama, por América TV, revolucionó el periodismo de espectáculos con sus entrevistas “en la calle”. Y esto le valió una nominación como Mejor Cronista/Movilero para los próximos premios Martín Fierro. Sin embargo, detrás de su exitoso presente, se esconde una historia de lucha que por primera vez se anima a contar en diálogo con Infobae.

—Crecí hasta los 9 años en Reque, un pueblito de Chiclayo, al cuidado de mis abuelos maternos, Mercedes y Felipe, porque con mis padres, Alicia y Carlos, se tenían que ir a trabajar a Lima. Yo tengo tres hermanos más grandes, Fernando, Percy Omar y Frank. Pero mi mamá trabajaba como empleada doméstica y mi papá en el rubro seguridad, así que las posibilidades laborales siempre estaban en la capital, que quedaba a unas 14 horas en colectivo. O sea que ellos nos visitaban cada dos, tres o seis meses, depende.

—A veces me llevaban con ellos. Siempre fuimos una familia de bajos recursos, pero normal. Es decir, nunca me faltó un plato de comida ni pasé hambre, pero tampoco teníamos grandes comodidades. Y yo estaba acostumbrado a esa vida de pueblo, donde la gente vive al día vendiendo cosas en los mercaditos y los chicos juegan en la calle. Si me preguntás ahora, creo que me crie solo. Me gustaba ir al colegio, pero después me la pasaba dando vueltas. Y no sentía mucho el afecto por parte de mis papás. Entendía que ellos tenían que trabajar y hacían un gran esfuerzo para mantenernos a mis hermanos y a mí. Pero, a la vez, no sentía ni su presencia ni su cariño.

—¿Y cómo fue que decidieron venir a la Argentina?

—El primero en venir fue mi hermano mayor, que viajó a Buenos Aires para probar suerte con su pareja. Al tiempo él trajo a mi mamá de vacaciones. Y ahí fue donde ella se dio cuenta de que acá tenía más posibilidades de conseguir trabajo, así que decidió quedarse y consiguió un puesto como empleada doméstica. Después ella lo trajo a mi papá, que los primeros tiempos se dedicó a hacer changas como peón y plomero, hasta que consiguió entrar en negocio de muebles antiguos como vendedor. Y, a medida que pudieron, nos fueron trayendo a mis hermanos y a mí, que algunos nos acostumbramos y otros no.

—¿Qué pasó en su caso?

—¿Y qué pasó cuando llegó a la Argentina?

—No sentí una gran emoción de encontrarme con mis padres, porque tampoco los conocía mucho en ese momento. Pero entendí que era parte de la vida y que tenía que adaptarme. Igual, fue muy vertiginoso todo, porque de un día para el otro tuve que acostumbrarme a un nuevo colegio y hasta a una manera de hablar distinta.

—Sí, el primer año de colegio me lo hicieron sentir mucho. Porque, para empezar, las palabras que utilizamos son distintas. Yo por ahí decía “vamos a botar esto”, que significa tirar al tacho de basura algo, porque en Perú se utiliza así. Y me respondían: “¡No sabés hablar!“, ”¡Aprendé a hablar peruano!“.

—¿Despectivamente?

—¿Se puede decir que sufrió bullying?

—Sí. No solo por mi tonada sino también por mi color de piel. Me decían: “Negro”, “Chocolatito”...

—De chico yo era de absorber esas cosas, pero no lo hacía saber. Me lo guardaba. Creo que me guardé muchas cosas.

—¿Cómo qué?

—Entiendo.

—¿Qué pasó cuando llegó a la adolescencia?

—¿Lo discriminaban por lo contrario?

—¿Cómo comenzó en el periodismo?

—¿Por qué?

—¿Ellos querían que tuviera un título tradicional?

—¿Cómo logró incursionar en los medios?

—¿Y?

—¿En el Policlínico General de Agudos?

—¿O sea que, además, tenía que contener a su familia?

—¿Qué pasó después?

—¿Cómo que desapareció?

—Dijo que tras la cirugía comenzó un tratamiento, ¿en qué consiste?

—Me contó de este problema de salud cuando le pregunté por su ingreso a los medios y estimo que debe tener alguna vinculación...

—Un adelantado.

—¿Finalmente le llegó la propuesta de ser notero en el programa de Karina Mazzocco?

—¿Cómo lo recibieron sus colegas?

—¿Cree que destacó muy rápido y eso molestó?

—¿Y su familia? ¿Qué le dice de este presente?

—Es que parece fácil, pero es una profesión que implica mucho sacrificio...

—Sobre todo para las relaciones. ¿Usted está en pareja?

—O sea que prioriza su trabajo y la diversión...

—¿Nunca se ha enamorado?

—¿Cómo se imagina el futuro?

Fuente: telam

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