06/09/2025
A los 106 años, murió Rosa Roisinblit, presidenta honoraria de Abuelas de Plaza de Mayo y símbolo de la lucha por los derechos humanos

Fuente: telam
Rosa integraba la organización de derechos humanos desde 1979 cuando empezó la búsqueda de su nieto Guillermo, quien fue identificado en 2004. Su hija, Patricia, fue secuestrada en 1978. “Siento que mi compromiso con la vida es para siempre”, dijo tiempo atrás
>Rosa Tarlovsky de Roisinblit, presidenta honoraria de Abuelas de Plaza de Mayo, murió este sábado, a los 106 años. Con su partida, se va un personaje central en la búsqueda de hijos y nietos secuestrados, torturados, desaparecidos y robados durante la última dictadura.
“Yo no salí, el día que se llevaron a mi hija, a formar parte de Montoneros, o me convertí en una revolucionaria, no, eso no, yo salí a buscar a mi hija, y eso me llevó todos estos años. Ella desapareció en octubre de 1978, y desde entonces yo estoy luchando. No me quedé en casa a llorar, yo salí a luchar. Y yo creo que mi lucha ha dado sus buenos resultados porque hemos obtenido muchos logros >A Patricia Julia Roisinblit y a su pareja José Manuel Pérez Rojo se los llevó una patota de Fuerza Aérea el 6 de octubre de 1978. Ella tenía 25 años y estaba embarazada. También secuestraron a Mariana, que era bebé pero fue devuelta horas más tarde a la familia por personas que se identificaron como personal de Coordinación Federal.
Por testimonios de sobrevivientes se supo que Patricia fue trasladada a la ESMA pocos días antes de dar a luz a un varón al que llamó Rodolfo Fernando, nacido el 15 de noviembre de 1978. El parto fue asistido por el obstetra del Hospital Naval, Jorge Luis Magnacco.Allí, en la ESMA, Patricia pudo relatar a compañeros que luego difundieron su mensaje que ella, su pareja, Mariana Eva y el bebé que tenía en su vientre habían sido secuestrados por personal de la Fuerza Aérea y que permanecieron detenidos en una casa en la zona oeste del Gran Buenos Aires, años después identificada como la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA).Desde el día que empezó a buscar, Rosa -o, cariñosamente, “Site”- nunca se detuvo. La constancia y la búsqueda pacífica y sin rencores fue uno de los distintivos de ella y de Abuelas, la organización a la que se sumó ese mismo año, y que todavía se llamaba Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos. Rosa partió con la satisfacción moral de haber hallado, a la fecha, 140 nietos, no solamente al suyo. Hija de colonos judíos que escaparon de los pogroms zaristas, Rosa nació con la potencia de la tenacidad el 15 de agosto de 1919 en Moisés Ville, provincia de Santa Fe y se recibió de obstetra en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Fue partera jefa de la Maternidad Escuela de Obstetricia de Rosario. En 1949 se mudó a Buenos Aires y dos años después se casó con Benjamín Roisinblit.El 13 de abril de 2000 Abuelas de Plaza de Mayo recibió una denuncia anónima que afirmaba que el agente civil de la Fuerza Aérea, Francisco Gómez, y su esposa, Teodora Jofré, tenían un niño inscripto como hijo propio con una falsa partida de nacimiento firmada por el médico de esa fuerza, Pedro Alejandro Canela.
Tras hablar con su hermana, el joven aceptó realizarse los análisis inmunogenéticos y el 2 de junio de 2000, la genetista Mary-Claire King informó los resultados del análisis de ADN mitocondrial: indicaban que él efectivamente era el hijo de Patricia y José. En 2004, el Banco Nacional de Datos Genéticos volvió a confirmar la filiación con las familias Pérez Rojo y Roisinblit.“Me lo confesó y también me dijo que cuando no había guardias los fines de semana, les daba un poco de comida extra, como si lo que hiciera fuera algo extraordinario”, contó sobre la perversidad de su apropiador.
“Se fue mi Baba, Rosa y más allá de la tristeza que siento, me alivia pensar que después de 46 años vuelve a encontrarse con mi mamá y con su gran amor, mi abuelo Benjamín. Llegó el momento de su merecido descanso...”, escribió su nieto Guillermo Pérez Roisinblit en la red social X.Rosa fue tesorera de la Comisión Directiva de Abuelas entre 1981 y 1989, cuando pasó a ser la vicepresidenta de la institución. Desde 1982 asistió todos los años a las reuniones de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, hasta la disolución de esa comisión. Mientras le respondió su cuerpo, Rosita viajó por todo el mundo difundiendo la búsqueda de los nietos y el trabajo de Abuelas.
Recibió el Doctorado honoris causa de la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad Nacional de Rosario; el Premio Anual Azucena Villaflor; la Mención de Honor Juana Azurduy otorgada por el Senado de la Nación; el Reconocimiento de la Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe por su labor institucional en derechos humanos y fue reconocida personalidad Destacada de Moisés Ville, en homenaje a la misión inclaudicable por la defensa de los Derechos Humanos; entre otros tantos reconocimientos.“Pero el mayor reconocimiento es el de los nietos y nietas que fue encontrando, que en cada encuentro la abrazaban como si fuera su propia Abuela”, la despidió este sábado Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado, donde se la recuerda como “una gran compañera, amiga leal, siempre dispuesta a hacer lo que la institución requiriera”.Quienes la conocieron y la quisieron la evocan por su memoria prodigiosa, su amor por el tenis y el tango. “Le gustaban los festejos, bailar y cantar. Por eso, para sus 100 años Abuelas hizo una gran fiesta que la dejó retratada bailando. Sólo nos quedan palabras de agradecimiento por su entrega, su solidaridad y el amor con el que buscó a los nietos y nietas hasta el final”, cierra el comunicado de Abuelas.
Los restos a Rosita Tarlovsky de Roisinblit serán despedidos este domingo de 9 a 12 en Loyola 1139, Ciudad de Buenos Aires. Desde desde allí serán llevados al cementerio de La Tablada.
Fuente: telam
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