24/08/2025
¿Va a invadir Estados Unidos a Venezuela?

Fuente: telam
La caída de Maduro ya no es una hipótesis, sino una cuestión de cuándo y cómo. El desenlace marcará también el futuro político de América Latina
>Lo que se pretende es que no ocurra. El objetivo es el mismo, el fin, no solo del gobierno de Maduro sino del régimen castrochavista, pero se hace en forma tal que el propósito es máxima presión, pero en lo posible, evitar una acción militar que se prolongue en el tiempo, y si ocurre, que sea de entrada y salida.
Me explico.
El cuarto paso fue de igual o aun mayor importancia, el presidente Trump, el secretario de Estado Marco Rubio, la fiscal general Pamela Bondi, la directora de Seguridad Nacional Kristi Noem, todos quienes tienen algo que decir en este tema han declarado públicamente que Venezuela no tenía presidente, sino que desde el 28 de julio del año pasado, Maduro además de un prófugo de la justicia, era un usurpador después que se robara esa elección, cumpliendo así con la que era y es un requisito legal para poder hacer lo que se está haciendo. ¿Por qué? Porque desde Reagan hay una directiva presidencial que dice que EEUU no puede actuar contra gobiernos legítimamente electos, consecuencia de las recomendaciones del Comité Church, que en 1975-76 revisó en el Senado la intromisión de Washington en la política interna de Chile como también pasó revista a operaciones de inteligencia que incluyeron intentos de asesinatos contra líderes extranjeros, lo que después se reflejó en diversas decisiones políticas.
Ir contra las drogas utilizando recursos militares no es novedad en EEUU, toda vez que existe una “guerra” contra las drogas al menos desde el gobierno de Nixon, una que acumula muchas más derrotas que éxitos. El narcotráfico, es sin duda, el mayor instrumento del crimen organizado, y no solo en Latinoamérica, ya que ha estado muy presente en Afganistán y en la guerra civil de Siria, siendo un importante instrumento de financiación de Hezbollah, solo por citar un ejemplo en el Medio Oriente, y en la actual relación de la dictadura venezolana con movimientos terroristas, desde los colombianos a los musulmanes, como también con los carteles mexicanos, otra preocupación estadounidense.
Lo que ha variado es que la relación entre crimen organizado y narcotráfico ha pasado a ser quizás el mayor peligro para la democracia en Latinoamérica, con la aparición vía el castrochavismo de los narcoestados, de los cuales Venezuela y el Cartel de los Soles son ejemplos paradigmáticos. Sin perder la democracia, lo habían sufrido antes los colombianos en los 80s como también México en este siglo, sobre todo, con los “abrazos” de López Obrador. Faltaba EEUU, por ello pasa a ser tan relevante que la llamada Doctrina Trump haya definido al crimen organizado transnacional como lo que efectivamente es, una potente amenaza contra la seguridad nacional.El segundo intento tiene lugar el año 2019, donde al parecer se creía que el 23 de febrero el general Padrino López se movería contra Maduro. En ese sentido, los presidentes Duque de Colombia y Piñera de Chile llegan a la ciudad fronteriza de Cúcuta en lo que sería un gran error de ambos, ya que no le prestaron atención al hecho que Bolsonaro, Macri y otros más cautos se bajaron del viaje, siendo el interlocutor estadounidense con los venezolanos el encargado de Trump para ese país, embajador Elliott Abrams. Al parecer el fracaso se debió a que el ministro de Defensa Vladimir Padrino, en nombre propio y de su grupo se habría arrepentido, ya que no había seguridad que en democracia se le pudiera respetar una promesa de amnistía o indulto por violaciones a los derechos humanos, tema presente en otras transiciones y todavía pendiente en Venezuela.
Hoy, tal como se puede deducir de los pasos dados por la administración Trump, todo indica una mejor preparación, es decir, una elaboración más detallada para generar la caída de Maduro. El tema ya no es más si cae o no la dictadura, sino el cuándo y cómo ello se produce, no si pasa. Es un cambio profundo.Lo que ha movilizado EEUU puede causar mucho daño, pero es insuficiente para ocupar un país como Venezuela, además de recordar que después que se derrotara con facilidad a Saddam Husein el 2003, hubo caos a partir del día siguiente, por la insuficiente cantidad de tropas que pudieran proporcionar seguridad. Más aún, si se piensa que la invasión de Panamá se resolvió militarmente en minutos, a pesar de ello, si se le suman las distintas acciones de apoyo, se requirió movilizar más de 30.000 efectivos.
En todo caso, la fuerza militar que en esta oportunidad ha sido movilizada, permite un abanico de posibilidades para actuar contra Caracas, por lo que si se la suma la declaración que EEUU se ha movido para tener un total control sobre el Caribe, se ve que se han seguido todos los pasos necesarios para lo más importante para todo presidente, poder decir, que se han cumplido todas las exigencias de la ley estadounidense que permiten el uso de la fuerza militar, que es justo lo que no se quiere hacer, a no ser que sea de entrada y salida, por lo que se está ejerciendo la máxima presión para que el régimen sienta que se le rodea, como también para estimular un golpe interno.Lo que está teniendo lugar, en ningún caso es una repetición de Panamá 1989, ya que no se debe olvidar, que, aunque allí hubo comandos aerotransportados, en ese país había tropas estadounidenses por el Canal, por lo que el derrocamiento de Noriega no fue exactamente igual, toda vez que además el ejército panameño era más bien una fuerza policial, tanto que fue disuelto.
En todo caso, ya se nota el aislamiento internacional, no solo con China o Rusia, sino también en las reacciones de aliados como Petro y Lula, toda vez que ya han salido de esos países dos mentiras, el gobierno colombiano diciendo que “jamás” ha habido un acuerdo fronterizo con Venezuela, comparable a lo que salió de Brasilia, en el sentido que “nunca” se habría reconocido a Maduro como presidente.En todo caso, por algo EEUU es superpotencia, tanto a nivel mundial como al parecer también regresa en esa calidad para la región, ya que el cambio en la actitud geopolítica está teniendo consecuencias no solo para Venezuela, siendo notorio que también podría alcanzar al sur de América, ya que la preocupación a la vez con el Atlántico Sur y con la penetración china, abre una ventana de oportunidad que Argentina y Milei conversen el tema Malvinas con el Reino Unido, esta vez, con la posibilidad que participe la Casa Blanca, que por rara vez no está hoy en piloto automático con Londres.
Por otra parte, regresando a Venezuela, hay que considerar también cuán importante es para la dictadura madre, la cubana, que, para todos los aspectos prácticos, controla las decisiones importantes desde La Habana. Sin embargo, no es fácilmente transferible a la isla la realidad venezolana, ya que Cuba no es igual, desde el momento que es distinta a cualquier otra dictadura latinoamericana, debido a que con la total falta de libertades se acerca más bien a Corea del Norte, por lo que más que un proceso, probablemente vivirá un colapso.¿Podrá Marco Rubio generar una propuesta bipartidista para la región en el futuro cercano? Difícil, desde el momento que hoy EEUU carece de una ni siquiera para Ucrania o Israel. Durante demasiado tiempo, hubo mensajes confusos desde Washington si el petróleo o la democracia era lo más importante, aumentado por la devolución del testaferro Alex Saab y los narcosobrinos, pero ahora aparece la novedad, que después de muchos años, EEUU vuelve a considerar a Latinoamérica como una área sensible para su seguridad nacional.
La verdad es que, por ahora, lo que está ocurriendo frente a Venezuela, tiene dos presupuestos que deben ser aceptados para entender mejor lo que está pasando, por un lado, que EEUU no desea invadir como también que no desea un compromiso de largo plazo que sea costoso en dinero, y para ello, en segundo lugar, exhibe las capacidades de las que dispone, anteriormente mostradas en la exitosa extracción de los refugiados venezolanos en la embajada argentina en Caracas, de la cual el régimen solo se enteró cuando ya estaban fuera del país.La operación de EEUU tiene cosas de guerra hibrida en lo psicológico y el escenario actual es distinto a lo de otros años, pero por lo mismo no se debe fracasar. El 28 de julio el pueblo venezolano cumplió, se sacudió del miedo y el desencanto, acudiendo a votar.
Máster y PhD en Ciencia Politica (Essex U), Licenciado en Derecho (U. de Barcelona), Abogado (U. de Chile), excandidato presidencial (Chile, 2013)
Fuente: telam
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