21/08/2025
¿Leer por placer es cosa del pasado?: cayó un 40% la lectura recreativa, en los últimos 20 años

Fuente: telam
Investigaciones recientes indican que, cada vez, más personas destinan menos tiempo a los libros. Cómo se manifiesta este fenómeno en distintos países y por qué los más jóvenes son los más afectados
>La tendencia mundial indica un descenso persistente en la cantidad de personas que leen por placer. De acuerdo con El informe reunió datos de la Encuesta sobre el Uso del Tiempo en Estados Unidos, que desde 2003 hasta 2023 consultó a más de 236.000 participantes. En 2004, el 28 % de las personas afirmó haber leído por placer en un día determinado; en 2023 esa cifra descendió al 16 %, consolidando un proceso de baja anual del 3 %.
Como se dijo, este fenómeno no es exclusivamente estadounidense. En contraste, Argentina muestra un panorama más desafiante: la A nivel mundial, la plataforma De esta manera, el descenso registrado en Estados Unidos se enmarca en una tendencia más amplia, aunque en algunos países —como España— los índices aún se mantienen elevados, gracias al fomento estatal y social del hábito lector.La caída no se limita a una forma específica de lectura. El estudio del University College de Londres amplió el concepto tradicional para contemplar libros, revistas y periódicos en papel, digital o incluso formato audio. A pesar de esto, la baja resulta relevante y preocupante, porque incluye a lectores de plataformas electrónicas y audiolibros, descartando como explicación única la migración hacia soportes digitales.Las razones detrás de la baja en la lectura por diversión son múltiples y aún no existe una explicación definitiva. Los propios autores del estudio estadounidense señalan que su investigación no identifica causas directas, aunque proponen varias hipótesis para futuras líneas de análisis.Uno de los elementos recurrentes es el uso intensivo de redes sociales y el acceso constante a nuevas tecnologías. El tiempo de ocio tiende a desplazarse hacia actividades en línea, plataformas de video o consumo rápido de contenido digital, reemplazando a la lectura prolongada y reflexiva.La presión económica y el aumento de horas dedicadas al trabajo también surgen como factores que reducen el tiempo disponible para actividades recreativas como leer.Las diferencias demográficas agravan la situación. De acuerdo con los resultados de la encuesta estadounidense, en 2023 las personas con mayor nivel educativo tenían el doble de probabilidades de leer por placer que quienes contaban con menor formación.Estas brechas muestran una tendencia creciente, sugiriendo que el acceso a los beneficios de la lectura se concentra en las franjas más favorecidas, lo cual puede reproducir desigualdades sociales a largo plazo.
El estudio estadounidense remarca un dato especialmente relevante para el futuro de la lectura: aunque más del 20 % de las personas encuestadas conviven con niños pequeños, solo el 2 % manifestó leer con ellos de manera regular.En países como Argentina, el consumo de lectura también se encuentra sesgado por la edad y los contextos educativos. La mayoría de los adolescentes leen por exigencia escolar, pero la continuidad del hábito lector en la adultez se diluye. Sumado a esto, la centralidad del libro en formato papel —a diferencia de lo que ocurre en sociedades con más digitalización— puede limitar la expansión de nuevos públicos lectores.
Fuente: telam
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