18/08/2025
El fusilamiento de Camila O´Gorman y el cura Uladislao Gutiérrez por orden de Rosas: “Nos uniremos en el cielo ante Dios”

Fuente: telam
Se cumplen 177 años de la ejecución de la pareja por Juan Manuel de Rosas. La visión de los diarios de entonces. La historia llevada al cine, al unipersonal y ahora al ballet de la mano de un coreógrafo y director egresado del Teatro Colón
>Aquel 18 de agosto de 1848, el primer pelotón de soldados que debía fusilar a Camila O’Gorman y el cura Uladislao Gutiérrez, se negó con valentía y humanidad a obedecer la orden impartida por el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Por eso la ejecución debió postergarse de las 7 hasta las 10 de la mañana en medio de la furia del “caudillo” o “el tirano”, adjetivo que variaba según quienes ejercían la calificación, seguidores o detractores.
En medio de ese clima convulsionado, en un gélido calabozo separado de su amada, el sacerdote escuchó la cruel advertencia del despiadado edecán de Rosas, Antonino Reyes, de acuerdo con lo relatado por Manuel Bilbao, en el libro que registró las memorias del correveidile de “El Restaurador”. “Prepárese usted a oír lo más terrible. Camila va a morir también”, le dijo en voz baja, casi imperceptible.Camila no se inmutó: “No me arrepiento de mi amor por Uladislao, mi conciencia está tranquila”, expresó con voz firme, vestida de blanco. Llevaba toda una noche previa en una celda con sus manos presas de grilletes fabricados por el mayor Vicente Torcida.
Finalmente se escuchó el “preparen, apunten ¡fuego!” y el pelotón de soldados le descerrajó a Uladislao cuatro disparos. De inmediato Camila recibió tres, y luego otro más, el último, directo al corazón. Su familia, apartada del lugar pero dentro del cuartel presenció la ejecución y se desgarró en llanto, padres y hermanos estuvieron allí, a varios metros pero presentes.
El horror continuó cuando ambos fueron sepultados en un mismo cajón separados por un tablón en el camposanto ubicado en la antigua iglesia de Jesús Amoroso, donde hoy se encuentra la Catedral de San Martín.La joven había nacido el 9 de julio de 1825 en Buenos Aires, y pertenecía a una familia porteña aristocrática de ascendencia irlandesa, apasionada por la música, el arte, curiosa de los libros que descubría a cada paso, entre los que aparecieron algunos en la librería de don Mariano, prohibidos en aquellos años por el mismísimo gobernador Juan Manuel de Rosas, que cuando supo de la audacia del comerciante ordenó ejecutarlo sin piedad.
Esteban Enrique Loustaunau, investigador que estudió licenciatura en historia y se dedica a profundizar y analizar la vida de la joven, precisó a Infobae: “Tocaba el piano y cantaba, su compositor favorito era Mozart y su pieza preferida el Réquiem, más precisamente la parte final llamada La Lacrimosa, secuencia número 6. También gustaba de los valses y cantaba uno llamado Del pirata, muy en boga en su época y decía así: ‘Se ve del Plata a los lejos en popa el viento pampero, un bergantín muy velero sus blandas olas surcar’. Amaba las violetas, su flor preferida. Acostumbraba a bailar con frecuencia en las fiestas formales que daba Rosas, ya que era amiga de su hija Manuelita y tomaban mate bajo el retoño que ella misma había plantado en su casona de Palermo, el famoso ‘Aromo del perdón’”.La polémica por el embarazo se instaló aún más cuando el periódico de Montevideo Comercio del Plata publicó la noticia del fusilamiento, y entonces aprovechó para destacar sin vueltas que Camila llevaba un embarazo de ocho meses. Así titulaba en mayúsculas el 23 de agosto de 1848, cinco días después del fusilamiento: “¡HORRIBLE! ¡HORRIBLE! ¡HORRIBLE!”. Y en el texto, desarrollaba: “Con la sangre helada aun, tomamos la pluma para escribir renglones dolorosos, que desearíamos volasen, y llevaran a todas partes la negra noticia de un nuevo y estremecedor atentado de la feroz dictadura. Enormísimos crímenes se registran en su sangrienta historia: pero en el presente, Rosas ha excedido a Rosas... El clérigo Gutiérrez, ex cura de la parroquia del Socorro en Buenos Aires, seduce a una joven de 22 años, hija de una muy decente familia, huye con ella, se fija en la provincia de Corrientes y es descubierto y denunciado... Se le conduce preso a poder de Rosas con la joven, y apenas llegado es fusilado en el campamento militar de Santos Lugares el viernes 18 del corriente a las 10 horas de la mañana. Y juntamente con el clérigo es fusilada la infortunada joven, y es fusilado igualmente el ser inocente que llevaba en su seno. Todo Buenos Ayres, todo, sin exceptuar a los más íntimos del tirano responden a esas descargas con un grito de espanto y maldición. ¡Oh! Y si existiera sobre la tierra un hombre que, al oír ésta atroz carnicería no sintiera convertírsele la sangre en yelo o en fuego, ese hombre no pertenecería a nuestra especie...”.
Por supuesto los rosistas negaron la versión con contundencia argumentando que tal especulación era fomentada por los unitarios para desprestigiar a Rosas. La Gaceta, Diario Comercial, dio una versión contraria: “El 16 de diciembre de 1847 el cura de la Parroquia del Socorro Uladislao Gutiérrez, que seguía una vida escandalosa y había convertido la Iglesia del Señor y su sagrado Ministerio en sacrílegas profanaciones, abusando de la religión, fugó de esta ciudad en compañía de Camila O’Gorman, perdida para la sociedad y para su decente y honrada familia. Éste escándalo inaudito en Buenos Aires, y de tan funesta influencia en las familias, en el Estado y en el sacerdocio, fue noticiado al Gobierno de las autoridades Eclesiásticas y Civiles. Inmediatamente libró tanto en esta provincia como a los gobiernos de las demás de la Confederación las órdenes correspondientes para la aprensión de los dos criminales. Estos, disfrazados, estuvieron bañándose en el río de Luján. En Santa Fe por medios fraudulentos y criminales sorprendieron a las autoridades. De igual modo procedieron en Entre Ríos y pasaron a Corrientes. Allí vivieron públicamente en supuesta unión matrimonial, y aun después de haber sido descubiertos pretendieron sorprender a las autoridades con nuevos engaños y falsificaciones. Remitidos a la provincia de Buenos Aires y habiendo llegado al campamento de los Santos Lugares en un estado de frenética excitación y escándalo, el Excelentísimo Sr. Gobernador ordenó fuesen fusilados ambos criminales después de suministrárseles los auxilios espirituales de nuestra Sagrada Religión, que ellos al principio rehusaron. Los crímenes cometidos por el cura y su cómplice son castigados por las leyes con pena Capital. En su caso ellos llegaron al colmo de la gravedad y del escándalo. El Gobierno que los castigó, claramente tiene la facultad de hacerlo, procedió conforme a los principios de justicia y ha tenido por objeto evitar con un escarmiento saludable nuevas víctimas, y que el desorden e inmoralidad en las familias, en el sacerdote y en el Estado, cundan de un modo pernicioso y fatal... De esta manera burlaron las leyes humanas como habían violado las Divinas. Y de crimen en crimen, ofrecían solo a la sociedad, con el escándalo de sus delitos consumados, la triste perspectiva de otros en una interminable cadena que el Gobierno cortó con un golpe saludable de justicia”.Hoy a 177 años de su fusilamiento y cumplidos el 9 de julio pasado 200 de su nacimiento la historia de Camila O’Gorman sigue viva a través del arte, como ocurriera con la película que lleva su nombre estrenada el 17 de mayo de 1984, dirigida por María Luisa Bemberg y protagonizada por Susú Pecoraro e Imanol Arias.
Hace meses, su sobrina chozna, Pilar O’Gorman, quien lucha por la reivindicación de la figura de Camila y no cesa en la tarea por el reconocimiento de sus restos que se encuentran en la bóveda familiar del cementerio de la Recoleta, recibió con gran alegría invitación para ver la obra que le rinde homenaje (Ay, Camila!, de Cristina Escofet, en el teatro El Crisol, ubicado en Malabia 611). Un manifiesto interpretado por Carla Haffar y dirigido por Pablo Razuk, de la lucha de las mujeres por “ser quienes quieren ser”.Ahora, quien se encontró con Pilar y le fue a llevar a Camila hasta su tumba un ramo de flores blancas junto a su coequiper Luciana Barrirero, fue Patricio Di Stabile, un bailarín de 25 años formado nada menos que en el Teatro Colón. Ocurrió en una fecha más que significativa, el 9 de julio pasado, día de su nacimiento hace 200 años. Stabile, nacido en Buenos Aires, es egresado de la Escuela del Colón. A los dieciséis años, emigró a Nueva York por un año para estudiar con beca completa en la Ballet Academy East, bajo la dirección de Darla Hoover. Además, en la misma ciudad, su mentor y entrenador fue el mundialmente famoso maestro Willy Burmann. Participó del Concurso Internacional de Ballet de Moscú en el Teatro Bolshoi. Luego de bailar por Argentina de manera independiente y en el Ballet de Tucumán, en 2022 se mudó a Estados Unidos. Desde entonces, bailó en Wonderbound, Dimensions Dance Theatre of Miami, Canyon Concert Ballet y, como figura invitada, en el San Jose Dance Theatre, el Sierra Nevada Ballet y el Terpsiorps Theatre of Dance. Como coreógrafo y director produjo Aislamiento social, un documental sobre la pandemia con bailarines argentinos de todo el mundo, estrenado en América Latina en Allegro HD Channel. Y también “Repatriados”, una gala de ballet que se realizó en el Palacio Libertad, acompañado por Santiago Torres en el acordeón y un sinfín de audiovisuales generados por Maijo D’amico y el equipo del centro cultural. Este fue su primer proyecto como director, coreógrafo y bailarín en un escenario de Buenos Aires.
Hoy sueña con llevar al ballet la historia de Camila y Uladislao: “Hace poco empecé a descubrirme como director y coreógrafo gracias a ‘Repatriados’, la gala de ballet que ideé, y descubrí una nueva faceta en mi vida que me acompañará para siempre –confiesa Patricio-. Me gusta más dirigir y crear que bailar. Hace años que busco el espectáculo que me consagre como coreógrafo y no aparecía. Hasta que un día en el medio de un ensayo en Serbia me acordé de Camila y Uladislao. Desde ese entonces no salieron de mi cabeza y mi corazón. A las semanas de estar en Serbia, llegué a Londres en donde no paré de leer un libro sobre la vida de esa joven porteña, y por algún motivo, siempre acompañado con la música del Chango Spasiuk. En mi mente, las palabras se transformaron en danza y se me ocurrió crear el ballet ‘A tu lado’ para contar la historia de amor que mató a Camila. De inmediato me contacté con el Chango, le conté que quiero hacer un ballet completo con su acompañamiento y me respondió que sí, que pongamos manos a la obra. En agosto, hace pocos días, se celebró la segunda edición de ‘Repatriados’ y quise homenajearlos y sacarme las ganas de empezar a crear este movimiento en honor a ellos. Lucas Erni (bailarín del Ballet Am Rhein de Alemania) fue mi primer Uladislao. Barbara Brigatti (bailarina del Ballet de Portugal) interpretó a Camila.
Fuente: telam
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