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17/08/2025

El enojo cuando le recuerdan que hizo el último gol en el Viejo Gasómetro y su máximo deseo para San Lorenzo: mano a mano con Mario Rizzi

Fuente: telam

El ex atacante marcó el último tanto oficial en el estadio del Ciclón que cerró sus puertas en diciembre de 1979. Actualmente trabaja en el club haciendo scouting. Sus recuerdos, maestros y la comparación entre el fútbol actual y el de su época

>Mario Alberto Rizzi tiene toda una vida ligada al fútbol. Se inició en Rivadavia de Junín, su ciudad natal, a los 9 años, corriendo detrás de una pelota. Seis años más tarde, llegó a Capital Federal para cumplir el sueño de jugar en San Lorenzo, donde debutó con 21 en la Primera de la mano de Alberto Rendo, y todavía sigue ligado al club de sus amores como captador de talentos.

El ex delantero es un prócer viviente en la historia azulgrana. Además de estar en el top 25 de los máximos goleadores, Marito fue el motor del último grito sagrado que se escuchó en el Viejo Gasómetro, estadio que ya no existe más en Boedo.

Ya pasaron 46 años de aquel último grito de gol en avenida La Plata, uno de los 64 que Rizzi marcó con la azulgrana, sobre un total de 120 en su carrera. Fue en el encuentro contra Cipoletti de Río Negro, el 18 de noviembre de 1979. Aquel día, el Ciclón ganó 4 a 0, con dos tantos de Mario, el segundo y el cuarto, uno de Hugo Coscia (de penal) y otro de Miguel Ángel Torres. El último partido en el Viejo Gasómetro fue en diciembre de ese año, que terminó 0-0 contra el Boca de Juan Carlos Lorenzo.

Mas allá de su paso por San Lorenzo hasta 1981, siendo participe del ascenso a la máxima categoría, el ex atacante se destacó en América de Cali de Colombia, y posteriormente regresó al fútbol argentino para vestir las casacas de Racing Club, Instituto de Córdoba, Rosario Central y Sarmiento de Junín, donde colgó los botines en 1986. Luego, se convirtió en entrenador durante casi tres décadas. Se coronó campeón con All Boys, Sarmiento y Sportivo Italiano.

“Un buen entrenador es el que enseña, el que sabe manejar la situación. Un buen entrenador es aquel que genera en el futbolista la sensación de que digan ‘yo a este tipo no le puedo fallar’”, remarca Rizzi, que fue dirigido por Bilardo y Pedernera que fue el DT que más lo marcó en su vida, dentro y fuera de la cancha.

- Estoy trabajando en San Lorenzo desde hace cinco años. Soy el director de scouting del fútbol regional. Además, creé un proyecto de escuelas de fútbol en todo el país y ya hay 30. Es un proyecto de escuelas de fútbol recreativas de San Lorenzo con captación. Es decir, van tres veces por año a las escuelas los captadores de San Lorenzo a captar a toda esa zona, y esto le provoca al club tener captación que nunca había tenido en el interior. Después, está el tema de la identidad. Hay 4.500 chicos que se ponen la camiseta de San Lorenzo entre tres o cuatro veces por semana y participan en torneos paralelos, en torneos de ligas, en el interior del país, desde Santa Cruz hasta Salta. Así que está muy bueno eso. La verdad que es un proyecto buenísimo, que tiene que ver con la identidad de ser hincha de San Lorenzo, con imágenes y videos de los chicos jugando, saliendo campeones, participando con la camiseta de San Lorenzo, con la ropa oficial del club. Esta idea la había tenido el gobierno anterior, con la dirigencia anterior, y después de la pandemia se cortó y ahora con esta nueva dirigencia la pude desarrollar.

- ¿Está cómodo trabajando en el club de Boedo?

- ¿Qué le hace dudar sobre volver a dirigir?

- El hecho de no saber cuánto vas a durar en el trabajo. No era como antes, que había más estabilidad. Hoy, perdés dos partidos y estás cerca de quedar afuera.

- En mi época no era así, había más estabilidad. Hoy, no sé porque pasa eso, pero es una locura, todo el mundo opina y el 80% de los que opinan no saben; ese es el mal del fútbol. Pero bueno, es lo que me gusta, meterme en un vestuario con los jugadores. Además, siempre me fue bien. Por otra parte, el enseñar me gusta mucho, porque el entrenador es un docente. Es aquel que después de pasar un tiempo con un equipo, con un futbolista, ese futbolista es mejor como jugador y persona, y después incorporás estas cosas para toda su carrera.

- ¿El entrenador en su función hoy en día trabajando con chicos, les enseña también cosas de la vida o trata de no meterse en temas por fuera del fútbol?

- ¿En qué trabajan con los chicos, principalmente?

- En la inserción del chico en el deporte. Ahí es donde trabajamos sobre saber ganar y perder. También, ser respetuoso con el árbitro, con el rival y cuidarse de los vicios, de que no hay que tomar alcohol ni meterse mucho menos en otro tipo de situaciones. Todo un mensaje en una etapa en la que ellos tienen que ser muy conscientes y en una etapa donde ellos se están formando, están incorporando situaciones y conceptos de la vida. Es muy importante el entrenador en esa etapa, para eso, para la parte está de prepararlos para la vida y de educarlos.

- Eso se gana un poco con el tiempo, con la comunicación, el entrenamiento, el disputar los partidos y con comportarse en el vestuario. Cuando llega un entrenador a un club, llega en situación de conflicto, porque llevan a un técnico porque otro se fue porque perdió. Es raro que llegue un DT a un club que salió campeón. A veces pasa, pero es raro. Entonces, entra en conflicto, y a partir de ahí, tenés que empezar a moverte para resolver cosas. Yo tengo esa frase de “manejo de situación”, de cómo se maneja un vestuario, de darle lugar a los más grandes, que los más chicos se vean respetados, que haya una línea, un momento y un lugar donde todos sean iguales. Pero después, todos no son iguales. Cuando abrís la boca en el vestuario, el futbolista es muy sensible. Por ahí, no tiene la tiene la universidad, pero si una sensibilidad distinta. Te capta cuando abrís la boca, porque el futbolista es vivo. No existe un futbolista que no te june. Cuando abrís la boca, ya te mira y sabe si vos sabes de fútbol o no.

- No, no miran fútbol. No, no miran. Evidentemente, la modernidad y la aparición de los celulares, la electrónica y todo eso ha hecho que no miren tanto futbol y estén todo el tiempo con su celular. Además, yo soy director de la Escuela de Fútbol de ATFA, de San Isidro. Tenemos 170 alumnos y ahí es de lo que hablamos. El entrenador tiene que mirar fútbol, y los chicos tienen que mirar fútbol porque se aprende. El entrenador por ahí muestra y enumera situaciones de juego o de posiciones o de acciones de determinado jugador, de determinado puesto, las marcas como aciertos, como errores, y el chico o el futbolista tendría que verla después cuando ve fútbol, para aprender. Evidentemente, esta parte de la modernidad ha perjudicado. Después, la falta de identidad de los jugadores en los clubes. Yo escuché como una persona en San Lorenzo, un chico que tenía siete partidos dijo que quería continuar su carrera en Europa y jugó siete partidos en San Lorenzo.

- No, era distinto. Nosotros convivíamos en el club y como no había transferencias al exterior, el club pasaba a ser parte de nuestra vida. Entonces, cuando jugás y perdés, sentís otra cosa, porque al club lo terminas queriendo, por el tema de la identidad que todavía hay en algunos chicos, sobre todo los que están en inferiores de chiquitos.

- El 90 por ciento piensa así, lamentablemente. Porque hay chicos que tienen que hacer su cuenta acá, ya que la vida útil del futbolista es casi hasta los 40 años, el doble de lo que fue la nuestra porque a los 30 ya nos jugamos más. Siempre me preguntó ¿qué les cuesta a los chicos de hoy quedarse un año, dos años más en el club que lo formó? Hay muchos que los han vendido al exterior porque juegan dos partidos bien, llegan a Europa, pero después no tienen las herramientas para que les vaya bien. Y a veces cortan su carrera. Pero bueno, están ahí unos años sin jugar y ya vuelven, ¿no?

- Me crie rompiendo macetas en mi casa. A la 1 de la mañana estaba con la luz prendida en Junín pateando contra la pared con mi hermano. Desde los 9 años, empecé allá (Junín) en los torneos infantiles, y después a los 15 llegué a la Primera de Junín. Así fue toda mi vida. El fútbol me atravesó y en Junín en esa época no había universidades. Entonces, San Lorenzo fue la facultad de mi vida. En esa época, en los pueblos vos estudiabas el secundario y luego te tenías que venir a Buenos Aires a estudiar, porque no había universidades en el Interior. Entonces, veníamos a Capital, nos quedamos cinco o seis años, nos recibíamos y volvíamos a la casa de los viejos con el título de ingeniero o abogado. Te ponían la chapa en la puerta de la casa de los viejos y era la felicidad de la familia. Yo vine a Buenos Aires a estudiar, pero también a jugar al fútbol.

- ¿Qué fue San Lorenzo en su vida?

- ¿Cómo fue su debut en Primera?

- ¿Antes había una identificación con el club que te formó, que hoy no existe?

- ¿Cuál fue el entrenador que más lo marcó?

- ¿Qué fue Pedernera en su carrera?

- ¿Por qué lo decía?

¿Cómo era la relación entre Pedernera y los futbolistas?

- ¿Y Bilardo cómo era? ¿Fue un adelantado del fútbol?

- ¿Hubo hinchas que simularon ser alcanzapelotas en un partido por pedido de Carlos?

- ¿Bilardo luego lo llevó a Estudiantes?

- Convirtió el último gol en el Viejo Gasómetro y quedó marcado para siempre eso. ¿Qué le genera haber quedado en la historia del Ciclón?

- ¿Fue contra Cipoletti que marcó el último tanto?

- ¿Por qué vivió ahí en el Viejo Gasómetro?

- ¿Haría todo lo posible para volver el tiempo atrás, ponerse los cortos e ingresar una vez más al campo de juego?

- ¿Hace mucho que no juega un partido de fútbol?

- ¿Ve factible la vuelta a Boedo o ya perdió las esperanzas?

- ¿Por qué se enoja?

Fotos: Gastón Taylor

Fuente: telam

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