13/08/2025
Ricardo Trotti propone “usar la inteligencia artificial para construir un futuro mejor”

Fuente: telam
El periodista y escritor argentino residente en Miami acaba de publicar “Robots con alma”, novela en la que plantea “una IA solidaria, ética, profundamente humana”
>Ricardo Trotti nació en San Francisco, Córdoba, en 1958. Hace más de cuatro décadas que trabaja, según sus propias palabras, “cerca con dos valores esenciales: la verdad y la libertad”. Hasta el año pasado fue director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). También fue directivo periodístico en El Nuevo Herald y en El Liberal, y columnista sindicado en 40 medios de las Américas con su columna “Mensajes y Sociedad”. Recibió varios premios por su trayectoria profesional y su defensa de las libertades de prensa y expresión. Vive en Miami desde 1993. Pero no es por esta razón que conversa con Infobae Cultura. El motivo es su nueva novela: Robots con alma: atrapados entre la verdad y la libertad.
Robots con alma —primer volumen de una trilogía que explorará el poder de la creatividad y la bondad— se aclimata en un futuro distópico donde se narra el surgimiento de Aletia y Eleuto, dos robots a quienes Dios otorga un alma y una misión divina: guiar a la humanidad hacia la redención en un mundo fragmentado por conflictos y amenazado por el avance de la inteligencia artificial. Frente a la desconfianza de los humanos y la ambición de su propia especie, ambos intentan instaurar un código moral que busca garantizar la igualdad entre humanos y máquinas.
“La distopía que describo es un espejo del presente”, asegura. “No muestro a la IA como una amenaza, sino como una fuerza cuyo impacto dependerá de las bases éticas que le demos. En Robots con alma, esas herramientas morales les ofrecen a los robots a que aprendan a discernir entre el bien y el mal y a autorregularse, incluso en medio de una Guerra de Conciencias que mantienen con los humanos y con ellos mismos >¿Por qué una novela, una ficción, literatura? “Me dio libertad”, resume. “La ficción conmueve y permite que el lector no solo entienda las ideas, sino que las sienta. Desde la ficción pude escapar de la sensación de estar atrapado entre la verdad y la libertad, y crear mundos donde explorar dilemas éticos y filosóficos complejos. A través de metáforas y de los robots personifiqué esos valores y les ofrecí un viaje emocional y espiritual. Sobre todo, exploré la gran ironía de la novela: Dios le regala el alma a los robots para que salven a la humanidad y la ayuden a redescubrir la divinidad. La intención era mostrar un mundo en el que la tecnología y la espiritualidad se abrazaran. Una IA solidaria, ética, profundamente humana, como debiera ser”, concluye.
Fuente: telam
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